Te veo pasar
Te veo cruzar, cada día, cuando retornas de tu jornada.
Te veo cruzar con la mirada perdida, con la cabeza llena de letras incomprensibles que se desbordan y ocupan todo el espacio más allá de tu aura.
Te veo cruzar, a veces preocupada, a veces silente, a veces con la mirada juguetona que solo puede descubrirse en una niña traviesa.
Sé que detienes tu ojos en mi, que me miras con asombro, con pasión, con ese brillo en tus ojos que hace despertar mis sensaciones, que encienden en mi interior una corriente que me llena de vida y aunque quizás no lo notes, siento que también cambia de color mi estructura.
Me descubro a la expectativa de tus pasos, del vaivén de tus caderas al pasar.
He decidido borrar el sonido de los vehículos, inmovilizar ese instante y en el silencio, solo sentir la música de cada una de tus pisadas trazando el compás de una danza.
Durante el día se apaga el brillo en mi, pero a esta hora en que me he acostumbrado a ti de inmediato se enciende mi luz interior, mi existencia comienza a tomar una luminosidad diferente.
Y quedo prendida de ti hasta que llegan los rayos del sol del día siguiente, en donde espero la hora en que te vuelva a ver pasar.
Has puesto una ilusión especial a mi tranquila existencia de lámpara del camino que recorres cada día.
Este escrito me hace sentir la energía cósmica, la luz, la vida. Sentirla, estar consciente de ella. Como actores principales o secundarios, somos parte del todo.
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ResponderBorrarDe luces y caminos que siguen abiertos
ResponderBorrarExcelente amiga, sigue alimentando tus musas, muy lindo.
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