HISTORIAS QUE NUNCA CONTARÁN
Lo escuché por la radio. Disfruté mucho el debate e intervención del público. ¿Será verdad?
La crítica siempre ha sido hacia las mujeres, otorgándoles referentes de especial inclinación hacia el chisme, sin embargo, de manera generalizada el hombre ha mostrado cualidades fabulativas, sobre todo en lo que se refiere a las aventuras, las expresiones de masculinidad.
Según un filósofo francés ¨todos tenemos la llamada facultad fabulativa porque contamos historias a través de la fantasía y la imaginación¨.
Cuando se recurre a la mentira para inventar historias es porque se siente la necesidad de ser apreciado y de sostener una imagen. Otras veces se miente por patología y a las personas con esta condición se les llama mitómanos.
El uso de la imaginación para recrear historias suena como algo inocente y divertido, el problema es cuando la mentira es usada para esconder actos que pueden generar dolor e intriga, que impulsan a la perdida de confianza.
Eso es otro tema de debate acompañada de psicólogos.
Yo me quiero referir a la parte de las historias que sucedieron pero que no se contaron. Ahí es donde las mujeres llevamos ventajas y disfrutamos con los recuerdos. Y ahí es donde se marca la diferencia con los hombres, quienes adornan sus historias o crean recuerdos que no sucedieron pero que disfrutaron... en sus mentes, pero que además repiten como si hubiese sido verdad. Normalmente estaríamos refiriéndonos a pasiones, amores, sexo. No voy a mencionar situaciones delictivas o dolorosas que en realidad no merece la pena que sean repetidas.
Un amigo muy querido decía que ¨de nada sirve haber tenido una aventura con Marilyn (Monroe) si no se puede contar que se ha tenido una aventura... con Marilyn¨. Ciertamente el foco estaba en que se supiera que se ha podido compartir con una diva muy deseada.
Otro amigo llamaba a esas aventuras ¨canalladas¨, no le hacían daño nadie y él aseguraba que su objetivo era tener historias para contarle a sus nietos.
Entre un relato y otro publicado en estas páginas, me he desnudado contado algunas travesuras que se han mantenido de manera muy discreta por muy largo tiempo y que solo son recordadas y disfrutadas por las partes involucradas. Y cuanto nos hemos reído mencionándolas o viendo algunas fotos. https://puntadelalengua.blogspot.com/2021/04/lunes-pal-que-puede.html
Hoy me atrevo a revelar que mi terraza ha sido testigo de muchos momentos, sabrosos, divertidos, compartidos, sola, con dos o con muchos más. Debo agregar que siempre se disfruta y se recuerda cualquier momento mirando hacia las estrellas. Quizás con algunas fotos, quizás ninguna porque el momento era tan bueno que ni nos acordamos de la cámara, pero ciertamente que en donde hubo mucha diversión, no hubo publicación.
Esa es la mejor parte de los momentos vividos, no solamente lo bien que se pasó cuando sucedieron, sino que conservamos material para repetir ese espacio de felicidad ocurrido y disfrutar al recordarlo, no importa el tiempo que haya pasado.
Totalmente de acuerdo, el ser humano tiene la facultad de crear historias desde su imaginación.
ResponderBorrarHistorias vividas una y otra vez, desde nuestros recuerdos
ResponderBorrarComo bien dice, muchos crean historias en su imaginación, pero es mejor vivirlas que imaginarlas.
ResponderBorrarMuy interesante tu escrito. El poder de la discreción es una virtud que agrega mucho valor, y más cuando la práctica un hombre; en la mujer es regularmente un valor intrínseco, a mantener aunque los tiempos se vuelvan flexibles.
ResponderBorrar