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¿Cual es tu superpoder?

El tema me surgió semanas atrás pero lo había pospuesto y ahora resulta que se puso de moda con el lanzamiento de la película Avengers, lo cual me ha resultado mejor, puesto que he podido escuchar sin tener que preguntar, cuales son los superhéroes preferidos por la gente.
Porque de ahí viene la duda que tenía guardada: 
¿Cuál superpoder elegiría si tuviera la oportunidad de recibirlo?

En algunas ocasiones, sobre todo en situaciones críticas de tránsito en República Dominicana he pesando que me gustaría teletransportarme: cerrar los ojos y pensar el lugar en donde quiero estar y aparecer ahí. Con o sin vehículo. El hecho era salir del tapón en las horas pico.
Quizás para evitar crisis de tapones debería también existir algunas otras formas de movilizarse, un portal, una alfombra mágica, una chimenea como en Harry Potter, alternativas de transporte instantáneo. Al hacer ese comentario una de mis amigas comentó, reflexionando en el tema, que a ella le gustaría tener la habilidad de flash: moverse rápidamente; eso podría ayudar con los desplazamientos. Volar también podría ser una opción y es un superpoder muy conocido y apreciado.
Y sin embargo, mientras hablábamos del tránsito y los tapones, otra de la personas ahí reunidas reaccionó y además evidenció que ella sería algo como HULK, con mucha fuerza y violenta, le estremecieron los tapones.

La invisibilidad puede resultar atractiva, pasar desapercibido, escuchar conversaciones sin ser visto, observar los escenarios, las reacciones, quizás resolver situaciones sin que la gente se de cuenta. ¿Travesuras? También son posibles.
¿Y qué tal aquel que cuando niño quería ser una hormiga? En su mundo imaginario entendía que esa podía ser la mejor manera de escapar, escapar sin ser notado, pequeñito y confundido entre las demás, todas parecidas, todas encaminadas en la misma ruta.
En principio solo he mencionado la posibilidad de un poder a la vez, pero hay personajes de historietas que reúnen varias cualidades a la vez, fuerza, olfato desarrollado, capacidad de autosanarse, huesos de titanio y agilidad, como Wolverine. Eso es lo que le gustaría a Ramón, un combo de posibilidades.

Sin embargo, he visto cómo podemos encontrar gente corriente, normal, que tiene habilidades que superan la fantasía y que además contribuyen a mejorar la calidad de vida de los demás. Me comentaron de un señor en México que tiene la posibilidad de sanar enfermedades terminales como el cáncer, solo con sus manos, como cuando se utiliza Reiki pero con mucha intensidad. Viendo el documental sobre este hombre es como le surgió a Wendy el deseo de poder sanar a las personas, liberarlas del dolor. Pienso que si ella le pone un poquito más de fuerza a ese deseo de su corazón lo puede conseguir, porque la luz que lleva dentro le otorga esa capacidad.

He tenido la oportunidad de conocer personas con un espíritu tan altruista que comparten lo que no tienen para ayudar a que los niños de su barrio puedan tener educación y valores. Entregada en cuerpo y alma, de manera literal, Esperanza ha conseguido que en su barrio, en la zona de Boca Chica, hayan otras opciones que no estén vinculadas al turismo que no tiene controles, a la prostitución, al hurto, creando un conglomerado de niños y jóvenes que desarrollan sus cualidades y capacidades en un ambiente de valores y que han llamado la atención de otras instituciones y organismos internacionales.
Eso es un superpoder.
También he visto personas entregadas con mucho amor y desde temprano frente al fuego de una cocina, preparando comida para alimentar a mucha gente.  El solo hecho de cocinar no le otorga mayor valor que la posibilidad de hacerlo desde la conciencia de saber que muchas personas podrían tener un día más de vida a causa de esa acción.

Las acciones que realizamos a partir de reconocer que podemos ayudar a alguien, aunque sea una sola persona, a levantarse, a encontrar un mejor camino.. y andarlo, son las que nos otorgan los más maravillosos superpoderes.
Y si desde el corazón y sin pensar que lo estamos haciendo, también tendemos la mano, acompañamos, damos una palabra de aliento, un mensaje mágico, una mirada de afecto, un hombro que sirva de sostén, un pedazo de pan, un abrigo, entonces se multiplica la fuerza poderosa que mueve el mundo.

Pensemos en esos superpoderes que tenemos a la mano, sintamos como crece en el pecho y sin mas demora construyamos mejores vidas, las nuestras y las de los que nos rodean.




ENCANTAMIENTOS 001

Me encantan las películas con la temática de lo mágico, fantástico y creativo. Debo declarar que soy una fanática de toda la saga de Harry Potter, considerando también que leí los libros mucho antes de que empezaran a producir las películas y me pareció fabuloso reconocer que cada guión se mantuvo estrechamente apegado a los mismos, por supuesto con la aprobación de la escritora.  También admito que me encantan las películas de vampiros, de hadas, mitos y leyendas, infantiles o juveniles, para terminar en las de ciencia ficción. Por supuesto con una trama razonable.

Pero me quiero quedar en la fascinación que me provocan las películas con magia. Recordé una que vi hace mucho tiempo, de tres hermanas brujas tratándose de adaptar a una vida moderna con la conciencia de unas capacidades ancestrales, difíciles de aceptar por el común de las personas y además con una maldición a cuestas: el hombre del que se enamoraran con todo su corazón moriría muy rápidamente impidiendo una estable relación de pareja. Una de estas hermanas trató desde muy niña de evitarse el sufrimiento de llegar a enamorarse y perder el amor de su vida y decidió crear un conjuro y lanzarlo al universo. Su amado tendría cualidades que fueran difíciles de reunir en una misma persona, de modo que sería imposible que llegara a su vida un hombre con esa descripción: debía tener un ojo de un color y el otro diferente, tener un escudo protector, y otros detalles que ahora no recuerdo. E independientemente de la magia que llevaba en sus venas, lo pidió con tanta fuerza, con tal empeño que sucedió lo que parecía imposible y a su vida llegó esa persona.

Y viendo la película en perspectiva se me ocurrió que también en la vida real y de manera frecuente, a veces conscientes y otras veces no, utilizamos la magia, murmuramos encantamientos, hacemos conjuros que lanzamos al aire, al universo, cada vez que empezamos a decretar.  Sucede así cada vez que al llegar la última noche del año, la que nos llena de expectativas para los próximos 365 días, nos disponemos a preparar nuestros deseos, metas, objetivos.  Cada uno de ellos se va convirtiendo en un conjuro y dependiendo de la fuerza de nuestro corazón, del anhelo con que lo deseemos, podríamos verlos convertidos en realidad.  Si pensamos que puede ser algo que querríamos mucho, que nos llena de luz la mirada pero que está un poco difícil, ese deseo tardará en llegar a nuestras vidas hasta que llegue el momento en que nuestra aspiración sea realmente intensa, sin limitaciones. Y se cumplirá, se hará la magia. Por supuesto hay que dar pasos para acercarnos a los deseos, todo no se queda en escribir un conjuro y convertirlo en un decreto.

Con amigos cercanos quise conocer algunos deseos que podrían convertirse en encantamientos. Por consenso normalmente lo primero que nos llega al corazón es el anhelo de que nuestros queridos tengan salud.  La idea de la enfermedad y sus procesos es aterradora y esperamos lograr tranquilidad asegurando el bienestar del cuerpo para aquellos que amamos.

Tengo un amigo que había estado deseando poder comprar un apartamento y tener una hija.  Dentro de unos meses su mujer dará a luz y antes de lograr ese objetivo ya había hecho las gestiones para tener un apartamento.  Podría considerarse desde un punto de vista lógico que si se hacen las gestiones se logra, pero la magia está en las facilidades que se van dando y la manera en que podamos fluir para que alcancemos esos objetivos.  Ya él lo ha entendido desde esa óptica y ahora ha definido su próximo deseo, comprarse un carro y tener un local para su nuevo negocio.

Una amiga tiene claro que lo que desea es poder tener vida para dejar a sus hijos en capacidad de ser autosuficientes.  Siempre los hijos ocupan una prioridad en nuestros motivos para vivir.

Los motivé a que sacáramos de nuestro corazón esos deseos que a veces creemos que son utópicos y que hiciéramos descripciones específicas.  Uno de ellos fue el deseo de tener una cabaña en la montaña donde poder vivir y no solo pasar los fines de semana. Le agregamos chimenea y todas las facilidades en los servicios, incluido el internet.  Los gastos deben ser mínimos para mayor tranquilidad, debe ser segura, placentera, con accesibilidad vial.

Con una descripción así entonces cambió la perspectiva de mi amigo que quiere cambiar el vehículo, definiendo mejor que quiere un carro del año actual, marca Honda, el color no lo decidía aún, pero tenía claro que no quería tener deudas para obtenerlo, que debía ser nuevo, con todos los requisitos e impuestos cubiertos.  Me parece que se emocionó visualizándolo y también me parece que empezará a planificar de qué manera dará los pasos para obtenerlo. Se hizo la magia en su corazón.

Otro amigo que sabe la creatividad que ocupa mis ideas de inmediato pensó en la magia y dejó que saliera toda el ingenio de su corazón, deseando poder disfrutar, como las aves, desde arriba, los grandes escenarios que nos ofrece la naturaleza. Muy idílico e imaginativo.  Le pregunté si se visualizaba haciendo eso montado en una escoba voladora o quizás en una alfombra mágica.  Se me ocurrió que también podría ser un dron, idea que le gustó y aclaró que debía ser uno con capacidad para dos personas y con la facilidad de descender en los lugares que se desee para tener un contacto más cercano con lo que ves, cuando así lo desees.

Hay que soñar, hay que anhelar, hay que elaborar ese conjuro que nos llega a las fibras internas del corazón, aquello que no es lo habitual, incluso que es específicamente para uno mismo y no por el amor que sentimos hacia los que queremos.  Y luego de elaborado ese encantamiento, hay que entregarlo a Dios, al Universo, pero hacerlo con tantas ganas que por supuesto no quede más remedio que ser concedido.
Busque su varita mágica, conéctela a la energía de su ser, toque las notas en detalle de su oración, de ese deseo de su corazón y con mucha fe, entréguelo.  Y sea feliz.





MUCHAS CABEZAS, MUCHOS MUNDOS

 "Cada uno de nosotros creamos un mundo entero en nuestra cabeza y vivimos en ese mundo".    El Quinto Acuerdo, por Don José Ruiz....