Secretos que oculta la almohada

Este simple objeto de la vida cotidiana tiene diferentes propósitos: a veces simplemente decorativo y hasta superfluo, porque con frecuencia tenemos colocadas muchas y variadas sobre la cama y al momento de acostarse hay que dejar a un lado algunas para poder dormir adecuadamente.  Otras veces son curativas porque sirven para acomodar la espalda, el cuello o la cadera y proveer equilibrio en la postura.

Colocadas en la cama, en la silla, en el piso, su ubicación es múltiple, dependiendo de las necesidades, de las circunstancias y de la decoración, así como la cantidad que utilice.

Rellenas de algodón, de material sintético, fibra, plumas, esta variedad está dada en función de los gustos, pero también de las posibilidades económicas, porque una almohada rellena de plumas (antiguamente se mencionaban las plumas de ganso, por ser más suaves), puede costar un poco más de lo regular.   Si hablamos de los tamaños y dimensiones, las encontramos sólidas, finas o gruesas, esponjosas, cuadradas, redondas.  

La almohada provee descanso y placer, cuando la estiramos, la doblamos por pedazo, metemos la mano o el brazo por debajo, o por encima, acomodamos la cabeza y encontramos el punto exacto que nos lleva a rendirnos.  Para las embarazadas, una pequeña almohada colocada de lado y debajo de la barriga ayuda a cambiar la postura y acomodar el peso y da la oportunidad de tener un mejor descanso, a veces tan difícil de conseguir, sobre todo en los últimos meses del embarazo. Sostiene y protege el cuerpo de un bebé y acomoda suavemente a cualquier mascota. 

De acuerdo al tamaño de la cama las puede encontrar en talla regular, queen o king size, cuadradas, más redondas, las ergonómicas, que son utilizadas para alguna condición en la espalda o aquellas que se colocan entre las piernas para proveer equilibrio en la cadera y disminuir el dolor en las piernas.  
¡Hasta para hacer el amor, jugar y reir sirven las almohadas!

Sin embargo, la misión más importante y valiosa de las almohadas va más allá de formas, rellenos, materiales, cantidades o colores. La almohada esconde secretos, pensamientos, ilusiones o decepciones, sueños, no solo los que se tienen al dormir, sino también aquellos que vamos construyendo aún despiertos.

Pero también la almohada puede escuchar las tristezas, recoge las lágrimas cuando se acongoja el corazón y hasta esconde nuestro llanto, cuando el dolor es muy intenso.

Ese momento en que la tristeza es inmensa y provoca llanto y cuando el sueño es profundo y placentero... y de repente tenemos la boca abierta y hasta babeamos dejando una huella, son las únicas veces en donde la almohada no calla, quedan las marcas que pueden ser leídas e interpretadas. Las demás veces ella nos escucha silente, no importa la forma en la que expresemos nuestros sentimientos y emociones, con palabras o sin ellas.

Imagino que son canales, instrumentos divinos que sirven como intermediarios y escuchan las plegarias, las conversaciones, los reclamos, nos ayudan a calmar el corazón y nos ofrecen consejos, ideas, aunque no somos conscientes de eso.

La almohada nos puede dar esperanzas porque no hay problema que no pueda cambiar de visión al poner la cabeza en ella, soltar la preocupación y esperar el dia siguiente, el cual de seguro traerá una nueva oportunidad. 

Quizás este es el momento de mirarlas desde otra perspectiva, estrechar los vínculos con ellas, cuidarlas un poco más, porque siempre se encuentran mejores soluciones después de poner la cabeza en la almohada.

Comentarios

  1. En mi caso particular conservo aún mi almohadita de cuando era bebé...no duermo sin ella, la llevo en mi equipaje dónde quiera q voy...ya está bien delgada...por tantas lavadas y secadas ... puedo asegurar q es mi mejor amiga...🫣

    ResponderBorrar
  2. La almohada es un baúl
    Que alivia nuestra fatiga
    Las alegrías, las cuitas
    Todas allí se acurrucan,
    Con ella sueños comulgas
    Entre la sombra y la luz,
    Aveces cual avestruz
    Tambien metemos la "testa"
    Cuando algo nos molesta
    Entre sueños y vigilias.

    ...sí , señor 😉.

    Excelente tema, tenemos tantos secretos compartido con esa compañera nuestra...la almohada.

    Araskedem.











    ResponderBorrar
  3. Si la almohada es útil y necesaria por muchas razones... Aporta comodidad y descanso .

    ResponderBorrar
  4. Ay ay si mi almohada hablara, cuantas cosa contaría!, además que soy de las que tengo la cama llena de cojines, me encanta verlas decoradas y a su vez me sirven de almohadas en momentos de acomodar el cuerpo para aliviar los dolores y aliviar las penas.

    ResponderBorrar
  5. En mi casi mi madre me regaló la almohada que usaba mi papá antes de morir. Almohada más mala esa, duraaa para mi gusto. Sin embargo nada más de recordar que era de Papá me basta para conservarla.

    ResponderBorrar
  6. Ayayayay nuestra compañera todas las noches, cuantos secretos!!! Y cuando estoy de viaje…. Que falta hace mi almohada. La adoro y ella me entiende y me acoteja. 👍🏼👍🏼👏🏼👏🏼

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares