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MARIPOSAS MONARCA Y MARIPOSAS CRIOLLAS

 

Con asombro y mucha alegría me encontré con un reportaje presentado en CNN en Español en abril del 2024, contando sobre "El hombre que crea restaurantes y hoteles para las mariposas monarcas".  Se trata de la iniciativa de un abogado mexicano que pudo observar desde un avión un amplio trayecto de tierra árida y solo una pequeña cinta verde en el centro, el cual era llamado el bosque de las mariposas. Esto lo llevó a buscar estrategias para mejorar las condiciones en esa ruta creando la Ruta Monarca, la cual contiene jardines agroecológicos con plantas acordes al lugar del recorrido y a las necesidades de las mariposas. Una propuesta sustentable, ecológica y viable económicamente.

Las mariposas Monarca que  realizan este tránsito cada año pertenencen a la variedad llamada "Matusalen" debido a que su ciclo de vida es más largo que el de las otras dentro de su especie.  El recorrido desde el sur de Canadá hacia las montañas del centro de México es de alrededor de 5000 km con una duración promedio de 50 días. Allí llegan a reproducirse y pasar el invierno.  La población de esta especie de mariposas, como de muchas otras, ha disminuído con los años debido a los factores que ya conocemos, el cambio climático o la interacción con los seres humanos.

Y la alegría que sentí al ver este reportaje es porque lo relacioné con una de mis publicaciones, El viaje de una mariposa criolla, en donde una hermosa mariposa amarilla, de las que recorren nuestra isla, nos relata su trayecto interno, dificultades y lugares en el camino donde se renuevan y entrenan para seguir la marcha, con la alegoría del hotel en el camino. Esta publicación fue 8 meses antes de enterarme que existía algo parecido a lo que yo imaginaba en mi relato.

Fue motivador identificar propuestas con una perspectiva social y ecológica, enmarcadas dentro de mi visión creativa y soñadora.  Quería compartir mi alegría, porque en ese instante sentí que se unían dos perspectivas en un único objetivo. 


Como si fuera eco

Ya lo mencioné, escucho, observo.  Lo que no mencioné es que a veces también repito, imito, me convierto en eco, sobre todo cuando hay programas de televisión o personajes que tienen expresiones que buscan impactar.... y lo logran.

Con frecuencia utilizo una frase que repetía Luis Gil en su personaje de Bobby el boricua, en la sección de La Escuelota del programa El Show del Mediodía, conducido por Freddy  Beras Goico en la década de los años 80.  Ante preguntas que hacía el profesor, el personaje respondía: "Eso es correcto teacher", con acento boricua. Así mismo la repito.

Hay que destacar que Bobby solo estuvo unas horas en Puerto Rico y de inmediato quedó contagiado del acento de los boricuas.   En ocasiones me pasa lo mismo con la comediante Nani Peña y su personaje de Plácida, de la misma escuelota.  Es que todos los comediantes que participaron en este programa simplemente son geniales y contagiosos.

Otras veces solamente repito expresiones que tienen un impacto, no importa el personaje o el guión, a veces se trata solo de la voz, la forma en que se arrastran las palabras, las cuales van creando un efecto instantáneo.  

Puedo mencionar que he escuchado en alguna transmisión de podcast de El Brifin que lo mismo le sucede a Uriel Suriel cada vez que escucha a Jaime David Fernández, a quien trata de imitar y debo decir que le sale muy parecido, a riesgo de quedarse sin voz y sin garganta. 

¿Quien, de las personas que han podido ver alguno de los programas, no ha repetido alguna frase del Chavo del Ocho, o de Quico?  

Ahora recuerdo un programa infantil de Discovery Kids llamado Save Ums, Pequeños y Poderosos.  Había uno de los muñequitos que cuando tenía una idea se mojaba el dedo índice con los labios y lo levantaba al aire, buscando la dirección del viento y decía: Ah, una idea, expresión que en algunas circunstancias también he repetido, aunque no mucha gente lo entendiera

Y no es solamente repetir esas frases que son icónicas y que son expresadas justamente para que se conviertan en parte del argot popular (expresado en lenguaje moderno, para que sean tendencia) sino también reflexiones que tienen su momento cumbre para resonar, romper la burbuja del pensamiento que se encuentra encerrado en nuestro cerebro.

Esto puede suceder de manera ocasional, excepto cuando se está viendo la serie Blacklist, la cual a veces pienso que es un manual de filosofías de vida: acciones, palabras, gestos; muchos elementos involucrados para sembrar en cada uno de los espectadores esa frase que servirá como lección.

Realmente es muy divertido, se los puedo asegurar, ver una serie o película y estando atentos, conectar con una frase en particular, porque sea agradable, quizás cómica, o a lo mejor una reflexión importante, esa respuesta que estamos esperando en lo profundo para entender un suceso de nuestras vidas o tomar una decisión.




REMEDIOS PARA CUIDAR EL ALMA

Cierre los ojos e imagine cada detalle de lo que voy contar. Le voy a hablar sobre esta ciudad. No es nueva, por el contrario, es una ciudad de muchos años, sin embargo no es antigua ni gastada, tiene el brillo de la luz, el blanco de la espuma del mar, los colores de las flores en las puertas.

Es una ciudad sencilla, de formas sencillas, de gente sencilla, de corazón abierto y transparente. 

Muchas casas fueron construyéndose una justo al lado de la otra, aprovechando la pared del vecino, ese que instantáneamente se convierte en familia, compartiendo ventanas, portales, aromas y platos recién cocidos, música y alegrías. Las penas, cuando aparecen,  se sienten pero no se comparten, se susurran muy bajito para que solo las escuche la almohada, con la certeza de que al día siguiente, con el amanecer, ya habrán desaparecido. 

Le puedo asegurar que la gente está llena de paz, se despierta con la expectativa de los rayos del sol que cada día tocan a la puerta, llenando de luz todos los rincones del hogar. Debe ser que los pajaritos se ponen de acuerdo y comienzan a entonar la misma canción a la misma hora en cada ventana anunciando el nuevo día.

Y pareciera que todos los días se realizan las mismas rutinas, las mismas acciones, sin embargo no hay rutina que tenga una carga de amor tan alta y a la vez pueda convertirse en tedio.  

Levantar la cortina que cubre la ventana y sentir la brisa del nuevo día.  A continuación encender la estufa y preparar el café mientras al mismo tiempo se calienta también el agua para el té; disponer de los ingredientes para preparar el pan ligero y acompañarlo con huevos revueltos, yogur, frutas frescas y miel.  ¿Cuál sería la música ideal para ese momento en que inicia el día? Esa también me acompaña.

¿El trabajo? Vivir cada día con la mejor sonrisa, porque es lo único que tenemos seguro, este día, este instante, el regalo del brillo del mar visto desde la puerta y el aroma del salitre. Todo lo demás que se pueda hacer solo viene a complementar lo que hace falta para continuar el siguiente día, ya sea sembrar, pescar, construir, negociar, reparar, vender o escribir. 

Yo definitivamente tengo el mejor trabajo del mundo. A un costado de la entrada de la casa he dispuesto un pequeño espacio, una terraza techada de flores rosadas y amarillas, rodeada solo de barandillas, dando la sensación de estar colgado de una ladera, un espacio completamente abierto y dispuesto a recibir la brisa que viene del mar. Con algunas sillas y cojines, está colocada una mesa para servir el café, porque eso ofrezco, la posibilidad de degustar un rico café. También dispongo de la magia del té, de las combinaciones que se me ocurre crear con las hierbas y ramas que he cultivado del otro lado de la casa.

Pero lo verdaderamente sabroso es el café, acompañado de una mirada amorosa, de un hombro para dar apoyo, de unas palabras de aliento y unas manos que ofrecen ayuda. Le ofrezco los remedios que conozco para cuidar el alma. También cuento con combinaciones para el café, variedades que recibo de otros lugares, especias que resaltan algunos sabores.  El espacio está dispuesto, puede escoger la taza de su preferencia, todas son distintas, muchas tienen historias para contar las cuales con mucho gusto puedo compartir, porque aquí encontrará compañía, alguien con la disposición a escuchar y si así lo desea, también podrá oír algunas historias, consejos o respuestas a sus inquietudes. La greca se pone cuando llega el comensal y elige la bebida y combinación de su preferencia y se repite tantas veces como lo desee.  El aroma hechiza y quizás también le pueda brindar, como cortesía de la casa, alguna galleta dulce o salada, dependiendo de su preferencia.  

Cuando sucede que todos están en sus labores y que no hay nadie esperando para saborear la delicia del café o del té compartido, tengo la oportunidad de conversar con las plantas, las hierbas, las flores y los frutos, encender el fuego en la cocina y como si tuviera una varita mágica en las manos, disponer de los ingredientes para inventar un nuevo menú para este día.  Puedo asegurarle que siempre continuará sonando alguna melodía, una que combine con las emociones del día.

Y entre actividades, sola o acompañada, en la intimidad de la familia o en la intimidad de los visitantes, transeúntes y vecinos que buscan agregar felicidad a sus días con una taza de café, de seguro encontraré algún momento para dar rienda suelta a las ideas y escribir algunas historias, llenar páginas de sueños, de anécdotas o de curiosidades.

Pienso que de esto se trata la felicidad, que disfruto lo que hago y lo comparto. Te invito a mi hogar.



Órale Manito, te cuento una historia

Ya sea que tengas que trabajar o simplemente has planificado unas vacaciones que implican tomar un avión y elevarse a las alturas, cuando estás suspendido en las nubes se produce una conexión con lo sublime, con lo diferente, lo cual puede ser divertido de cualquier manera posible que sea visto.

Recientemente tuve la oportunidad de estar entre las nubes y no precisamente en sueños.

Visité la ciudad de México y como de eso trata, de contar lo último que hemos visto o disfrutado, de aquello que queremos compartir y lo tenemos en la punta de la lengua, les voy a hablar de mi experiencia, de mi peculiar punto de vista de las cosas.

El viaje no era de paseo, con lo cual mis posibilidades estuvieron limitadas, sin embargo no dejé pasar el momento disponible. Siempre hay temores e inseguridades, las que llevamos por dentro cuando estamos en un lugar desconocido y las que se suman por las condiciones que puede tener el sitio visitado, pero entrados en algo de confianza y caminando acompañados, el paseo se torna más divertido. 

Tal y como lo esperaba, Ciudad de México es maravillosa.   

Es un contraste entre lo folclórico, lo antiguo, tomando en cuenta la edad de Latinoamérica y las huellas de lo actual, un paso adelante caminando hacia lo moderno. Una transición tanto en las calles, edificios, arquitectura, como en la gente.  Por ratos me sentía como aquella foto de una página de turismo en Instagram, en donde la chica va delante, se ve de frente el hermoso paisaje que se quiere destacar, y su brazo extendido hacia atrás, agarrando la mano del fotógrafo. Voy hacia adelante sin soltarme de quien viene conmigo detrás.    

Me encantan los edificios antiguos, las fachadas talladas, los detalles arquitectónicos que van reflejando épocas, momentos específicos de la historia, sabores y saberes, etc, y en México eso abunda, además del colorido, de las historias y leyendas de un pueblo indígena, de culturas que transitan entre lo mitológico que se sostiene por la transmisión de boca en boca y las huellas de monumentos y tallados que despiertan reverencias por lo sublime, inexplicable a veces, increíbles por maravilloso siempre.

Me resultó contrastante el alto número de limpiabotas, todos hombres adultos, en la plaza frente al Teatro.  Pude contar en un corto momento más de tres grupos, de 6 a 8 personas, tan solo en media cuadra de la plaza y tomando en cuenta que el uso de los tenis ha ido subiendo de nivel inclusive en ocasiones semi-formales, me parece que el negocio puede resultar menos productivo que antes.

Hice una caminata muy agradable hacia la Plaza de la Constitución, conocido como el Zócalo, entre tiendas internacionales y de artesanías locales, pero al llegar a la plaza no esperaba encontrar esta inmensa carpa en el medio, donde se preparaba y vendía comida, además de artesanías y productos locales. En principio fue muy chévere ver todo lo que se producía o cómo lo preparaban, pero al dar una vuelta por la plaza, tener en frente al Palacio Nacional, la Catedral y otros edificios antiguos, sentí que se perdía el esplendor, la visibilidad de todos esos edificios, con ese espacio ocupado en el medio.

Luego me fui en un tour hacia la Basílica de Guadalupe. Quedé fascinada con el camino hacia la iglesia, con la localidad, con la iglesia antigua que es llamada Templo Expiatorio a Cristo Rey y la actual Basílica de Guadalupe, con todo el entorno.  Se siente el fervor, se siente la emoción, se escuchan historias. La iglesia antigua tiene ese desnivel que produce una sensación de mareo y hace que uno reflexione, buscando encontrar equilibrio, sostenerse de la fe.  Está llena de hermoso arte, órganos antiguos que evocan música celestial, de esculturas y pinturas que reflejan una historia más cercana, de nuestra gente, de nuestro idioma. 

Me hice la pregunta que de seguro tienen en la mente muchos de los turistas que llegan hasta ahí: ¿Por qué hay tantas zapaterías en los alrededores? y luego escuché un guía turístico de un grupo cercano a donde me encontraba, explicando que en tiempos antiguos la gente hacía peregrinación en caminatas hacia la basílica y al llegar tenían los zapatos desgastados, entonces muchos artesanos empezaron a instalarse en los alrededores para poder confeccionar zapatillas a solicitud. 

Tuve la oportunidad de dar un paseo por la zona moderna, el centro económico, y ahí es donde el contraste camina un paso adelante, porque realmente tienen edificios y espacios que están muy avanzados, estructuras con diseños muy vanguardistas.

De la comida no es necesario dar mucho detalle, México cuenta con una gastronomía que es única en el mundo y es un sello distintivo, y aunque a veces parece que todo es lo mismo aunque con diferente presentación, tiene mucho sabor y colorido y es una experiencia diferente a lo que podríamos tener oportunidad de disfrutar fuera del país.  Lo verdaderamente interesante es poder hacer contraste entre la comida de calle y la de los lugares para comer, tanto en términos de la gente como de las preparaciones y los sabores, es una experiencia que vale la pena probar, siempre procurando visitar lugares con niveles de higiene adecuados y tomando las precauciones a la hora de ingerir los alimentos. No se olvide que si no lo pregunta, es posible que tenga picante, y mucho, no importa si lo que esté probando es dulce, salado e incluso bebida.

Necesitaré unos cuantos capítulos adicionales para contar, desde mi análisis personal, mi visión de los lugares que pude visitar en esta maravillosa ciudad. También espero seguir visitando otras ciudades y hasta tener un portafolio donde pueda compartir mi peculiar punto de vista. Me agradaría leer recomendaciones de algunos lugares donde podría encontrar detalles espectaculares para compartir.



UNA HISTORIA EPICA DE LAS COSAS COTIDIANAS

Es el título de un programa de televisión que muestra una forma especial de ver las cosas cotidianas, aquellas que pasan inadvertidas, que son subestimadas, pero que son trascendentales en nuestras vidas. Una mirada diferente a las cosas simples que nos rodean y su relación con nuestro entorno.  Historia Epica de las Cosas Cotidianas 

Ya he escrito antes sobre objetos que parecen ser solo adornos o quizás simplemente ordinarios, pero que en su esencia ejercen una función especial y trascendental.  Pienso que muchas de las cosas que utilizamos a diario tienen un papel mas valioso que aquel para el cual fueron creadas.  Son parte también del principio de incertidumbre expuesto por el físico alemán Werner Heisenberg, que plantea que una partícula se modifica por el mero hecho de observarla, un valor agregado para las cosas que nos rodean.

Y así me pareció cuando me atreví a teorizar y mostrar la filosofía que se puede encontrar en el simple hecho de limpiar y lavar las habichuelas para ponerlas a cocinar. O todo aquello que le entregamos a la almohada. Tampoco puedo dejar de mencionar el valor que adquirió la mascarilla en tiempos de pandemia y con ella los demás objetos en la cabeza: audífonos, accesorios de pelo, lentes, etc.  https://puntadelalengua.blogspot.com/2022/01/ay-si-pudieran-hablar.html

Todo tiene su rol. Algunos objetos tienen un papel protagónico, otras sirven de soporte.

El caldero y el cucharón. ¿Y cual es el protagonista de los dos? Quizás lo sea la comida que con ellos se prepara.´ ¿Se ha preguntado por qué el tenedor tiene 4 dientes? Tal vez no le importe no usar camisa, pero ¿Que tal si no hubiesen botones?

En 1881 fue encontrado en el Templo del Valle de Kefrén en Egipto, un cilindro de granito con un tallado perfecto en espiral que lo rodea.  Le llamaron el ¨Núcleo 7¨y se supone que este cilindro era una especie de taladro para hacer unas hendiduras que servían para hacer los goznes de las puertas del templo.  Un taladro puede ser algo cotidiano, pero este fue utilizado en una época y con unas condiciones que aún hoy resultan inexplicables. Una historia épica, un objeto ¨cotidiano¨, en este caso influye el momento histórico en el que fue utilizado y el lugar en el que fue encontrado.

La cuestión es resaltar el valor de todo lo que nos rodea, por más sencillo que pueda parecer, porque podría ser la pieza trascendente en el engranaje del funcionamiento de todo lo demás.  Un paraguas cuando está lloviendo, los zapatos para proteger los pies, 

¿Y que tal si hablamos de personas a nuestro alrededor? Pensemos en aquellos que aparentemente no ocupan un lugar especial en nuestas prioridades, pero si en algún momento están ausentes, de repente medimos la importancia de su rol en la cadena de desarrollo de nuestra agenda y este vacío puede crear desestabilidad e incluso el caos.

Lo importante es dar valor a todo lo que nos rodea, no importa su dimensión o su condición, agradecer por cada objeto, pieza o persona, porque son parte del equilibrio en nuestras vidas.




Que me tenga cuidado, que le canto su canción

"Que me tenga cuidado el amor, que le puedo cantar su canción".  

Óleo de Mujer con Sombrero, Silvio Rodríguez.

Ocupada frente a la estufa, entre sartén y olla, moviendo por un lado y picando verduras por otro, me sucedió un simple evento para el cual tuve una respuesta automática del cerebro, impredecible en el instante hasta para mi misma, pero de la que me percaté de inmediato: empecé a cantarle el estribillo de una canción a lo que estaba preparando.

!Al suceso le puse notas y letras!

Había puesto a hervir leche con hojas de limoncillo pensando en preparar un rico arroz blanco. Una delicia de aromas, pero la leche tardaba un poco, o eso pensaba yo porque quería adelantar otras cosas al mismo tiempo en que debía detenerme a atenderla.  Sin más remedio, en un breve momento me detuve a prestarle atención y al instante se me ocurrió entonar el estribillo de una canción de Gilberto SantaRosa:

"Déjala que suba que yo la agarro bajando, yo la agarro bajando.  Todo lo que sube tiene que caer....".
  Y hasta me reí de mi misma y del momento. Casi lo bailo. 

Por supuesto no me quedé ahí, en mi cabeza empezaron a surgir una serie de platillos que bien podrían llevar su propio tema musical, algo así como las publicaciones de Instagram o los estados de WhatsApp, a los cuales se les puede agregar alguna canción para acompañarlos.  Mis platos vienen personalizados.

De inmediato, aún con la estufa encendida, empecé a repasar en mi cabeza algunas canciones que bien pueden ser agregadas a algunos platos o viceversa, esos platos que nos inspiran comentarios especiales. Después del momento con la leche hirviendo, lo siguiente que llego a mi mente mientras terminaba de servir aquel arroz de camino a sacar el concón, fue una canción de Rocio Durcal:  "Me alimenté de ti, por mucho tiempo, nos devoramos vivos, como fieras...."

Y me refiero a canciones que no están vinculadas a la comida, pero que bien podríamos dedicárselas, sin embargo, hay que mencionar muchas canciones populares que hablan de manera directa sobre la comida y que pudieran también ser parte de una publicación.  Hice una búsqueda en Internet de temas musicales con la comida como eje central y el listado de las 10 más populares en español es iniciado por la canción Sarandonga y el arroz con bacalao, de Lolita Flores.  Y parece que es muy bueno el bacalao porque también le canta Julio Iglesias. 

Por supuesto no puedo dejar de mencionar a Juan Luis Guerra quien utiliza la comida dentro de sus canciones con mucha frecuencia, siendo la más reconocida "Ojalá que llueva café¨. No puedo quedarme sin mencionar la canción Frío, Frío "como el agua del río", que muy bien podría hacer alusión al helado dominicano hecho con guayado de hielo y jugo saborizado y del que también surge el conocido yum-yum.

Pero si de gusto y sazón vamos a hablar, Fefita La Grande dice que ¨la pimienta es la que pica".  Y a Vicente García le encanta el dulce de coco y menciona con mucha ternura que "se extraña el saborcito a coco que yo sé que hay en tus labios".

Yo era una niña cuando Iris Chacón cantaba y bailaba "Y si tu boquita fuera de chocolate, yo me la pasaría...bate que bate / Y si tu boquita fuera de limón verde, yo me la pasaría muerde que muerde", hasta inspiraba a bailar como ella, cosa muy difícil en realidad, pero muy divertida. (ver video al final).  Descubrí que las letras originales son de una Banda Mexicana llamada Salón Victoria.

Después de disfrutar la locura de escribir sobre las canciones que podría dedicarle a la comida me hago consciente de que es algo que hago muchas veces y para lo cual también existe mucho material.  Estoy considerando hacer algunas sugerencias a las redes sociales sobre temas musicales relacionados con la comida que pueden ser utilizados para acompañar las publicaciones.  Se que habrán muchos que podrían ser sugeridos por ustedes.

Mientras te escribo una carta


Casi todas las mañanas y durante el tiempo en que voy conduciendo de camino al trabajo, dedico unos minutos para escuchar algunos de los podcasts de mi preferencia.  Uno de ellos se llama Despertando Podcast, en el cual, con una voz muy melodiosa y que me gusta, se presenta cada día un tema desarrollado en pocos minutos, que invita a la reflexión, a dar una mirada diferente a los sucesos de la vida y a ser mejores personas.  Una invitación a iniciar el día "presentes y conscientes".

En la celebración del día de los muertos, el 2 de noviembre del año 2023,  hicieron una presentación que me impactó profundamente: Carta a una persona que se fue - Día 164 año 3.  El guión consiste en la lectura de una carta a un ser querido que ya no está físicamente.  Fue muy emotivo para mi, logrando expresar de manera general muchas de las cosas que quisiéramos decirle a esas personas que amamos y que ya no podemos tocar con nuestras manos, pero si con el alma, con los pensamientos, con las palabras que decimos o escribimos.

Al escucharla sentí que eso era "casi exactamente" lo que yo hubiese querido decir.  Aún después de muchos años y de sentir que muchas cosas han sido superadas de manera consciente, hay momentos en que la nostalgia es más abrumadora que una misma y las convicciones que creíamos haber desarrollado para superar toda sensación de dolor, se revierten y se dejan a un lado.

Hay una primera expresión en la narración que es muy certera: "el duelo no es lineal y que cuando llega, simplemente hay que abrirse a sentirlo".  Desde mi edad adulta no tuve mucha oportunidad para compartir con esa persona amada que ya no se encuentra en este plano, de crear esos instantes con intención, con plena consciencia de que el momento es ahora y que cada minuto cuenta. Tuvimos muy breves espacios de manera íntima y directa, pocos programados.  

No le recuerdo tomando café, me parece que no le gustaba y de mi parte no hubo oportunidad de tener una invitación a reunirnos para tomar o comer algo especial, algo de eso que sí le gustaba. No tuvimos el tiempo, no porque priorizáramos otras cosas, sino porque todo se complicó muy rápido.  Me hubiese gustado mucho compartir los avances en la tecnología, la globalización, la mirada hacia todo el progreso que muestra la modernidad, proyectar el futuro. Presiento que es algo que hubiese disfrutado puesto que mi curiosidad es heredada.  

No pude escucharle hablar de su juventud o su niñez, de su pasado antes de que yo entrara a ser parte de su vida.  Con frecuencia sucede que mientras somos niños o niñas, nuestros padres hablan poco de sus vidas, las anécdotas son escuchadas principalmente en los encuentros familiares y contadas por pedazos, no de forma completa.  Luego nos queda escuchar lo que otros recuerdan o conocen para dibujar esos bocetos que representan una parte de la vida de aquellos que no están.

Me propuse a mi misma tener una conversación hablada y frecuente con el alma de esa persona que no puedo ver con mis ojos físicos, pero si con el corazón. Disponer el café en el balcón, brindar y conversar. Quizás cualquiera al verme tomar ese café solo escuche mi voz en una conversación sin respuesta, pero basta con que yo oiga esas respuestas o comentarios en mi interior y sienta el calor y la fuerza de mi invitado.

Justo mientras escribo esto, sentada en el balcón y con dos tazas de café en la bandeja,  porque ya me había tomado una y luego me serví en otra, se asomó una hermosa cigüita de cabeza amarilla, que empezó a trinar mirándome, haciendo notar su presencia más allá de su voz, respondiendo a las palabras que expreso en mi corazón y escribo en estas notas.  Una vez más el Universo busca la manera de contestar y expresar las respuestas que hemos estado esperando.  ¿Qué te gustaría decirle a alguien que físicamente ya no está? 

 


EL PODER DE LAS PALABRAS

 ¨Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infligir daño y de remediarlo¨.  

Albus Dumbledore, Las Reliquias de la Muerte Parte 2. 

Sin lugar a dudas.
Pero lo mejor de la historia es que no hace falta ser mago reconocido ni certificado, o tener una varita especial, para decir palabras que conviertan en magia los sueños, deseos, milagros. Lo que hace falta es sentirlo en el corazón y con esa fuerza interna, crear, revelar.  Me quiero quedar en las buenas palabras, en esas que transforman y que  fortalecen.

Vamos primero al nivel básico de construir magia con las palabras.  Hay una serie de palabras que son simples, sencillas, cotidianas, que contribuyen a mejorar las relaciones y la vibración en el entorno en que nos encontramos. Las conocemos como palabras de cortesía: buenos días, gracias, por favor, entre otras.

Ese es un nivel esencial, que solamente nos indica tener buenos modales y expresar palabras de cortesía, sin embargo, subimos un nivel más -como en los videojuegos- cuando utilizamos esas expresiones añadiéndoles una sonrisa, con el interés de tener un impacto en las personas hacia quienes dirigimos estas palabras.  En ese nivel se crea una corriente energética, una conexión que ayuda a aumentar las vidas en el juego y de paso nos recompensa con algunos regalos que luego nos ayudarán a seguir escalando nuevos niveles.

Seguimos subiendo y en el siguiente nivel, al conectar lo que decimos y las expresiones en nuestro rostro con esa fuerza interna que realmente desea lo mejor para la otra persona, entonces la vibración aumenta y va llenando el entorno, empezamos a ver con los ojos el resultado de la magia del corazón, a notar cómo los espacios se transforman a causa de la energía que se despliega. 

En el próximo nivel, con una consciencia más elevada, estamos preparados para iniciar la construcción de conjuros, esquemas que expresan una intención más profunda, el deseo puro del corazón y un acercamiento a la fuente superior de la magia, esa que se conectará con nosotros para manifestarla.  Dejando a un lado el lenguaje mágico y la conexión con los videojuegos, estoy hablando simplemente de la oración, la plegaria que elevamos, no importa cual sea su religión.  Cuando oramos alineando las palabras que salen de nuestros labios con el sentimiento profundo y lo elevamos a nuestro Dios, estamos creando la magia, conjurando el hechizo que ciertamente producirá el milagro esperado.

Las palabras tienen poder. Piense bien antes de expresar algo de alguien o de si mismo, antes de emitir un juicio, antes de soñar y anhelar y pedir, porque el universo nos devuelve eso que solicitamos, sin correcciones, sin revisión, pero sobre todo, piense y pida bonito, para que construyamos mejores relaciones, mejores espacios.


MUDANZA HACIA LA LUNA

Las grandes naciones hacen grandes inversiones tratando de encontrar opciones de vida en otros planetas, buscando allá afuera lo que todavía aquí tenemos, proyectando el supuesto de que si seguimos como estamos, en relativamente poco tiempo lo perderemos todo.  ¿Y qué tal si se invierte todo ese dinero, tiempo y esfuerzo en preservar y mejorar lo que tenemos y dejan de buscar en otro lugar? Tantas historias, tantas noticias, tanta búsqueda.

Sin embargo, si la cuestión es mudarnos de lugar y tenemos que buscar ese sitio ideal,  sugiero que probemos cómo sería la estadía en la luna. 

Distante pero cercana. Si, cercana y con acceso rápido a los recursos locales. En realidad, en ocasiones enfrentamos circunstancias que nos sobrecargan y abruman y nos llevan a pensar en esa posibilidad de montar un cohete y volar muy lejos, algo así como a otro planeta, quizás la luna, serena, tranquila y solitaria. 

Podría ser una solución que además tendría algunas ventajas. Sospecho que la mayor parte del tiempo estaría extasiada con la vista desde allá hacia este lado y ahora que lo pienso y lo escribo, me pregunto ¿Cómo se verán las auroras boreales?

Hagamos un ejercicio hipotético y creativo.

John Lewis Christmas Advert 2015 #ManOnTheMoon
Lo primero que llega a mi memoria es un vídeo creado para la navidad del 2015 por John Lewis & Partners, que no es más que una marca de tiendas, pero con un componente diferenciador, tienen un propósito social, y realizan unos anuncios espectaculares y muy emotivos. Este se llama “El hombre en la luna (#ManOnTheMoon)”. Es muy emotivo, todos los que he visto de ellos lo son y no hay forma en que lo vea, todas las veces que lo he hecho, y no termine llorando.  Este hombre vive en la luna, está muy solo. Una niña de este lado, en la tierra, logra verlo desde un telescopio en su casa y busca la manera de que él pueda verla a ella y que se sienta acompañado. Les comparto el vídeo al final. 

Pues tomando como base ese video, ocho años después de haber sido realizado, se han desarrollado aún más facilidades para hacer esa mudanza a la luna.   Entre Elon y Richard están encargándose de las gestiones del transporte, no voy a pensar en costos sino en oportunidades. 

También espero que muy pronto ya se haya creado una pastillita o un dispositivo especial en miniatura que se pueda colocar en la nariz y que facilite andar por ahí sin tener que usar equipo especial, complicado y pesado. Ligero de equipaje.

Actualmente existen muchos satélites de muchos países, dando vueltas entre la luna y la tierra, en algunos de ellos conseguiré conexión para la comunicación WiFi o quizás hacer un contrato específico de conectividad y pagar la factura correspondiente.  Así que estaré en contacto todo el tiempo y siempre me sentiré acompañada.  También sé que de alguna manera podré hacer compras y recibir regalos, como el hombre del video. Las compañías de envíos se promueven como capaces de cumplir cualquier sueño y de llegar a cualquier parte, sólo hay que tomarles la palabra.

https://a.co/d/fcauU6Q
Ya hice mi búsqueda sobre los modelos más recientes de telescopio, con lo cual, en el momento que sienta curiosidad tendré las facilidades para hacer mi sondeo sobre lo que está pasando en la ciudad o lo que esté haciendo la gente que me importa.  Es un modelo de alta potencia con visión baja de luz clara para ver las estrellas.  En mi caso yo estaría viendo este hermoso planeta azul, que visto desde allá es más inmenso que lo que vemos sobre la luna desde aquí.

Como valor agregado tendré también una mejor visión de las estrellas a mi alrededor, en especial algunas constelaciones que siempre me han entusiasmado, y contaré con la posibilidad de descubrir tantas teorías que existen y nos llenan de curiosidad. Quien sabe, quizás hasta reciba visitas de otras almas que andan rondando en el espacio y con las cuales desde aquí no podemos tener contacto.

De repente me pienso como la flor del Principito, pero sin una cápsula de cristal para protegerme, porque pienso también que bajo esta mirada hipotética, no tendré que defenderme, solo disfrutar el silencio, la vista, la tranquilidad. Basta con saber que alguien en algún lugar se preocupa por su flor. 

Imagino que habrán otras personas como yo que querrán tomar el mismo vuelo conmigo e instalarse bien lejos.  Mientras no haya una corrida en masa, con gusto podría tener algunos vecinos, para ciertas ocasiones en que se hace necesario escuchar, mirar o tocar a alguien más.

Este podría ser todo un proyecto a desarrollar, un ensayo creativo para disfrutar y compartir mientras se prepara el terreno para alcanzar el objetivo.  Espero sugerencias y colocaré el listado para inscripción.



CUÉNTAME TUS HISTORIAS

¨Algunas historias no pueden ser contadas, 
deben ser descubiertas¨.
Raymond Reddington, 
Temporada 10, Episodio 10.

Escuchar ese comentario me resultó impactante, porque me encanta escuchar historias cotidianas, me encantan los relatos sobre circunstancias, momentos que parecían ser comunes pero que por un giro inesperado del universo se convirtieron de repente en especiales, espectaculares y probablemente divertidos.  Pero ciertamente, después de eliminar algunas barreras mentales que me estaban bloqueando en relación a ese comentario, además de avanzar un poco más en ese capítulo de esa serie, entendí la lección y aprendí el objetivo del mismo.  
Entendí que no se trataba especialmente de ese tipo de relatos que me encantan, sino más bien de las historias de nuestras vidas que quedan envueltas en un velo, que tienen otro matiz, que pueden o no cambiar el curso de nuestras vidas o por lo menos proporcionarle otro enfoque.

Con frecuencia descubrir por uno mismo lo que estamos investigando y deseamos saber no tiene el mismo impacto que cuando otra persona nos entrega toda lo que necesitamos conocer en un solo momento.  En la información que estamos recibiendo se pueden agregar matices, conceptos propios de quien expresa la historia, visiones diferentes y hasta formas diferentes de enfrentar las verdades y las decisiones a tomar.

A cierta edad resulta difícil aceptar consejos, escuchar las experiencias de otra persona y seguir sus pasos para no tropezar con la misma piedra, pero con el paso del tiempo uno va entendiendo y aceptando y hasta priorizando y buscando escuchar las experiencias de otros.  Muchos entienden que hay que romperse el dedo chiquito del pie y sufrir el golpe, aunque ya te hubiesen dicho que eso estaba ahí y que podría resultar peligroso o doloroso.

Pero no solo se trata de lo que se puede evitar porque alguien más tuvo la experiencia y la compartió contigo, o del efecto que puede tener descubrir por uno mismo la información requerida y buscada, sino que en el proceso, en el camino a recorrer se pueda valorar si realmente esa verdad que andamos buscando es necesaria porque su resultado puede cambiar su situación o sus decisiones.

Me quedo con los relatos de las experiencias de otros. La niña en mi, que no está para nada escondida o profunda, disfruta enormemente escuchando a las demás personas cuando empiezan a contar sus historias, recuerdos y situaciones vividas.  De hecho, cuando puedo aprovechar un espacio de conversación con alguien, procuro guiar la misma para que la otra persona sienta la confianza de contar sus memorias y yo me dedico a escuchar y a disfrutar el momento.  

Esto normalmente sucede donde hay personas mayores que yo, las cuales tienen millones de bytes de recuerdos en sus memorias, sin embargo, todo el mundo, de cualquier edad, tiene algo que contar y con mucha frecuencia las historias más divertidas también pueden venir de los niños.

Yo misma comparto en cada una de las publicaciones que realizo a través de este espacio, distintas situaciones que he tenido.  Algunas son muy específicas y directas, reflejan un momento especial con la descripción detallada del lugar, el proceso y las personas involucradas, pero otras son muy sutiles, están en el trasfondo y solo se ve en detalle el mensaje que quedó como resultado.  Como este relato de hoy.

Contar historias nos permite disfrutar nuevamente del recuerdo, nos conecta con la felicidad, porque una parte importante de la felicidad son los momentos vividos, nos recuerda la inmensa riqueza que llevamos dentro, que además es mágica, porque no pesa.

!Cuanto me gustaría escuchar tu historia!




Juegos de la infancia

Fui hija única hasta los 8 años, con padres muy protectores que limitaban mi círculo de relaciones a un grupo muy cerrado y específico. Tenía una tía paterna y sus 4 hijos que vivían justo al lado de mi casa cuando era niña. Una hembra, la mayor, y tres varones, yo era contemporánea con los dos menores.  Los vecinos de la derecha, con los que compartía el acceso al patio, eran tres varones de edades no muy distantes. La casa de mis primos también tenía una puerta que daba acceso a nuestro patio.

Ese era el único espacio donde podía moverme tranquilamente, y por supuesto, por mayoría de votos, los juegos para compartir eran los que ellos eligieran jugar. Cuando quería jugar con mis muñecas o a las mariquitas, me tocaba hacerlo sola.  En esa época y a esa edad, desde nuestra perspectiva y conocimiento, no eran situaciones de género, no era machismo, era lo normal. 
Tampoco llegué a conocer o a pensar en algún amigo imaginario: ese concepto y en ese grupo social era desconocido.

En realidad no sentía pesar por el hecho de que mis posibilidades de jugar estaban sujetas a las preferencias de una mayoría del sexo opuesto. Era simplemente la oportunidad de compartir los juegos.

Me tocó aprender a jugar bolas o canicas, como usted prefiera llamarle.  El terreno en el patio era irregular y principalmente de roca grande, pero nos la ingeniábamos para hacer el espacio, incluso ese hoyito pequeño y profundo que se usaba para jugar ¨el taquito¨, pegarle a la bola contra el dorso de la mano del oponente, tratando de que quedara dentro. Un poco doloroso. Un castigo. 

También aprendí y disfruté mucho jugando la plaquita. No recuerdo de quien eran las placas que usábamos, pero estaban dobladas de manera que se pudieran quedar de pie, esperando a ser tumbadas con el siguiente batazo. Era la versión popular e infantil del béisbol sin expectativas de llegar a ser profesionales.

Otro de los juegos era el trúcano. Algunas personas lo llamaban ¨trúcamelo¨.  Es un juego más bien neutral, tanto de niñas como de niños y siempre había alguna técnica nueva para la chapa o piedra que era lanzada a las diferentes posiciones numéricas que correspondía saltar. En algún momento era un bollo de papel grueso húmedo, con lo cual se aseguraba que iba a caer justo en la posición deseada.

En el proceso de escribir estas líneas tuve la oportunidad de escuchar a algunas amistades de diferentes generaciones hablar sobre los juegos que acostumbraban cuando tenían menos edad.  Se mencionaron las bicicletas, el juego de guerra y otros juegos al aire libre, se incluyó el parché, como juego de mesa y por supuesto no se podían quedar las muñecas, a las cuales algunas más curiosas llegaron a hacerles cortes de cabello o pasarles el blower sin saber que el pelo era de plástico.

Y buscando fotos en las redes me sorprendió ver que son los mismos juegos en la mayor parte del mundo. No me extrañaría que en Latinoamérica tuviéramos casi todos los mismos juegos, aunque con diferentes nombres, pero fue una sorpresa ver que era lo mismo también en Alemania.

Entendí que no importaba la generación, unos mayores que otros, sino que más bien se trataba de los grupos sociales y del lugar donde vivían, en pueblos o barrios.  Lo mejor fue saber que todos ellos disfrutaron eso mismo que disfruté yo. 

Siempre se termina haciendo la comparación en relación con lo que han jugado nuestros hijos o lo que actualmente juegan los nietos, para aquellos que los tienen, sin embargo entiendo que ninguno es mejor o más divertido que el otro.  Los niños juegan con aquello a lo que tienen acceso y lo que está en promoción, y en tiempos modernos se ha hecho mucho énfasis al desarrollo tecnológico.  

Desde que pueden sujetar algo entre sus deditos empiezan a sentir el tacto de un aparato y a ver la luz de una pantalla. Aprenden a usar los comandos de voz cuando todavía no saben leer o escribir. 

Los que pueden tener acceso, limitado por su alto costo, logran desarrollar algunas habilidades creativas construyendo formas con piezas lego. 

Nos toca como padres tenerlo en cuenta y hacer el esfuerzo para enseñarles otras formas de jugar y disfrutar, más simples, más sanas.  Compartirles nuestra experiencia.  Quizás otra forma de diversión. 






Secretos que oculta la almohada

Este simple objeto de la vida cotidiana tiene diferentes propósitos: a veces simplemente decorativo y hasta superfluo, porque con frecuencia tenemos colocadas muchas y variadas sobre la cama y al momento de acostarse hay que dejar a un lado algunas para poder dormir adecuadamente.  Otras veces son curativas porque sirven para acomodar la espalda, el cuello o la cadera y proveer equilibrio en la postura.

Colocadas en la cama, en la silla, en el piso, su ubicación es múltiple, dependiendo de las necesidades, de las circunstancias y de la decoración, así como la cantidad que utilice.

Rellenas de algodón, de material sintético, fibra, plumas, esta variedad está dada en función de los gustos, pero también de las posibilidades económicas, porque una almohada rellena de plumas (antiguamente se mencionaban las plumas de ganso, por ser más suaves), puede costar un poco más de lo regular.   Si hablamos de los tamaños y dimensiones, las encontramos sólidas, finas o gruesas, esponjosas, cuadradas, redondas.  

La almohada provee descanso y placer, cuando la estiramos, la doblamos por pedazo, metemos la mano o el brazo por debajo, o por encima, acomodamos la cabeza y encontramos el punto exacto que nos lleva a rendirnos.  Para las embarazadas, una pequeña almohada colocada de lado y debajo de la barriga ayuda a cambiar la postura y acomodar el peso y da la oportunidad de tener un mejor descanso, a veces tan difícil de conseguir, sobre todo en los últimos meses del embarazo. Sostiene y protege el cuerpo de un bebé y acomoda suavemente a cualquier mascota. 

De acuerdo al tamaño de la cama las puede encontrar en talla regular, queen o king size, cuadradas, más redondas, las ergonómicas, que son utilizadas para alguna condición en la espalda o aquellas que se colocan entre las piernas para proveer equilibrio en la cadera y disminuir el dolor en las piernas.  
¡Hasta para hacer el amor, jugar y reir sirven las almohadas!

Sin embargo, la misión más importante y valiosa de las almohadas va más allá de formas, rellenos, materiales, cantidades o colores. La almohada esconde secretos, pensamientos, ilusiones o decepciones, sueños, no solo los que se tienen al dormir, sino también aquellos que vamos construyendo aún despiertos.

Pero también la almohada puede escuchar las tristezas, recoge las lágrimas cuando se acongoja el corazón y hasta esconde nuestro llanto, cuando el dolor es muy intenso.

Ese momento en que la tristeza es inmensa y provoca llanto y cuando el sueño es profundo y placentero... y de repente tenemos la boca abierta y hasta babeamos dejando una huella, son las únicas veces en donde la almohada no calla, quedan las marcas que pueden ser leídas e interpretadas. Las demás veces ella nos escucha silente, no importa la forma en la que expresemos nuestros sentimientos y emociones, con palabras o sin ellas.

Imagino que son canales, instrumentos divinos que sirven como intermediarios y escuchan las plegarias, las conversaciones, los reclamos, nos ayudan a calmar el corazón y nos ofrecen consejos, ideas, aunque no somos conscientes de eso.

La almohada nos puede dar esperanzas porque no hay problema que no pueda cambiar de visión al poner la cabeza en ella, soltar la preocupación y esperar el dia siguiente, el cual de seguro traerá una nueva oportunidad. 

Quizás este es el momento de mirarlas desde otra perspectiva, estrechar los vínculos con ellas, cuidarlas un poco más, porque siempre se encuentran mejores soluciones después de poner la cabeza en la almohada.

Te cuento una breve historia

El día transcurría sin darnos cuenta, y sin embargo, era el final de la tarde y todavía seguía el sol afuera.  Y mientras tanto, al calor de la cocina, manos que picaban viandas, otras que espolvoreaban especias y orégano y llenaban de magia y sabor las carnes, historias y chismes en perfecta complicidad.  

Llegan los que faltaban y aumentan las alegrías, unos muy chicos, otros menos chicos y otros muy distantes en edad pero aún más chicos que los primeros. Risas, besos, ocurrencias, brindis.  ¿Dònde más se puede buscar la felicidad?

Y para que el día sea más perfecto aún de lo que ya era, entre familia, comidas e historias, recibimos estos tonos del atardecer.

Y sucedió el 8 de abril del 2018,  hace 5 años.  Escrito y publicado en redes. 

No teníamos la más mínima idea de que un día estaríamos en recogimiento por una pandemia mundial que nos apartaría, pero que también nos enseñaría que esos momentos y esas personas son lo que importan en la vida.

Foto Cortesía de Adrián Rosario




 

Un paseo maravilloso

En las pocas horas en que cierro los ojos normalmente estoy soñando y siempre recuerdo cada detalle.  Nunca he cuestionado la metáfora y colorido de los sueños que me abordan,  los he catalogado como un enigma divertido.  Pero también tengo sueños despierta.

Muchos sueños.

Uno de esos está en mi lista más cercana de deseos por cumplir, lo que en otro idioma y latitudes se conoce como bucket list: viajar en tren.  Por supuesto no cualquier tren.  Ya he estado en trenes convencionales, de rutas urbanas, un tren bala, otro que cruza bajo el agua. Me estoy refiriendo a un tren icónico, lleno de glamour, de emociones, como El Expreso de Oriente, escenario en la novela de Agatha Christie, o quizás uno que haga el recorrido hacia Hogwarts, pero con más glamour.

La primera vez que leí la novela de Agatha Christie mi memoria dibujó todos los detalles y dejó guardada la curiosidad y el deseo de alguna vez contar con la posibilidad de hacer un recorrido en un tren como ese, con estilo de película y con un recorrido fascinante.  No sé si me gustaría más en una época y un lugar con nieve, o quizás en otoño, recorriendo largos caminos entre grandes árboles que van cambiando su traje verde a uno más colorido.

La novela de misterio de Agatha Christie, Asesinato en el Oriente Express, fue publicada en enero de 1934 y en 1974 se hizo la película. Pude ver la película muchos años después de haber leído el libro, en los años 90 y recientemente leí algunos artículos y vi unas fotos maravillosas de este hermoso tren.

El Tren Expreso de Oriente (The Orient Express) inició sus recorridos en octubre de 1883 pero tuvo su auge entre 1920 y 1930, especialmente en la ruta París-Estambul. Tenía diferentes rutas recorriendo Europa y a diferencia de lo que vemos en la película, el tren original también tiene cabinas de dormir mucho más espaciosas y lujosas.  Existen variadas opciones de recorrido en tren en diferentes partes del mundo con todos estos finos detalles.

Despertar en una cabina de ensueño, con paneles de madera y finas telas, con el asombro de estar recorriendo lugares hermosamente dibujados por la naturaleza y  luego pasar al restaurante donde parece que  solo te esperan a tí para darte todas las atenciones, tener un rico desayuno, comenzando por supuesto con un café muy aromático, con la posibilidad de ver a través de una ventana el cambio del paisaje.  https://www.belmond.com/es/trains/europe/scotland/belmond-royal-scotsman/

Hacer un recorrido de varios días, diversidad de paisajes, momentos para conversar, para deleitarse simplemente observando por las ventanas; pasar algunas páginas de algún libro emocionante, un aperitivo, porque hay que recordar que estamos de vacaciones, estamos disfrutando un paseo sin tener que manejar, con la posibilidad de estirar las piernas y pasar al baño sin detener el recorrido, disfrutando el panorama.  Quizás tener la oportunidad de detenerse en algún pequeño pueblo de camino, con la posibilidad de dar un paseo entre pequeñas calles, cenar en un restaurante típico, regional, adquirir algún souvenir, descansar y al día siguiente volver a reenganchar en el tren para continuar admirando las maravillas del paisaje y de los lugares por atravesar.

Un sombrero, maquillaje, lentes oscuros para el sol, no pueden faltar las perlas y dependiendo del clima, alguna bufanda o abrigo en contraste. 

Imagino la música en el espacio lounge, quizás un piano o algún violín, o en algún momento cambiamos al jazz, disfrutando un té o una copa de vino. https://www.belmond.com/es/trains/europe/venice-simplon-orient-express/

Definitivamente que he vuelto a disfrutarlo mientras escribía, pero también mientras veía los videos y las fotos que he compartido por aquí. Y definitivamente hay que despertar este sueño, reescribirlo y ponerlo en la agenda para el corto plazo.  Espero que lo hayan disfrutado mientras lo he ido contando.





MOMENTOS HISTORICOS

 "Los días históricos se ven normales cuando los vives desde dentro"    Albus Dumbledore. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlo...