Mudanza hacia la luna
Las grandes naciones hacen grandes inversiones tratando de encontrar opciones de vida en otros planetas, buscando allá afuera lo que todavía aquí tenemos, proyectando el supuesto de que si seguimos como estamos, en relativamente poco tiempo lo perderemos todo. ¿Y qué tal si se invierte todo ese dinero, tiempo y esfuerzo en preservar y mejorar lo que tenemos y dejan de buscar en otro lugar? Tantas historias, tantas noticias, tanta búsqueda.
Distante pero cercana. Si, cercana y con acceso rápido a los recursos locales. En realidad, en ocasiones enfrentamos circunstancias que nos sobrecargan y abruman y nos llevan a pensar en esa posibilidad de montar un cohete y volar muy lejos, algo así como a otro planeta, quizás la luna, serena, tranquila y solitaria.
Podría ser una solución que además tendría algunas ventajas. Sospecho que la mayor parte del tiempo estaría extasiada con la vista desde allá hacia este lado y ahora que lo pienso y lo escribo, me pregunto ¿Cómo se verán las auroras boreales?
Hagamos un ejercicio hipotético y creativo.
Pues tomando como base ese video, ocho años después de haber sido realizado, se han desarrollado aún más facilidades para hacer esa mudanza a la luna. Entre Elon y Richard están encargándose de las gestiones del transporte, no voy a pensar en costos sino en oportunidades.
También espero que muy pronto ya se haya creado una pastillita o un dispositivo especial en miniatura que se pueda colocar en la nariz y que facilite andar por ahí sin tener que usar equipo especial, complicado y pesado. Ligero de equipaje.
Actualmente existen muchos satélites de muchos países, dando vueltas entre la luna y la tierra, en algunos de ellos conseguiré conexión para la comunicación WiFi o quizás hacer un contrato específico de conectividad y pagar la factura correspondiente. Así que estaré en contacto todo el tiempo y siempre me sentiré acompañada. También sé que de alguna manera podré hacer compras y recibir regalos, como el hombre del video. Las compañías de envíos se promueven como capaces de cumplir cualquier sueño y de llegar a cualquier parte, sólo hay que tomarles la palabra.
Como valor agregado tendré también una mejor visión de las estrellas a mi alrededor, en especial algunas constelaciones que siempre me han entusiasmado, y contaré con la posibilidad de descubrir tantas teorías que existen y nos llenan de curiosidad. Quien sabe, quizás hasta reciba visitas de otras almas que andan rondando en el espacio y con las cuales desde aquí no podemos tener contacto.
De repente me pienso como la flor del Principito, pero sin una cápsula de cristal para protegerme, porque pienso también que bajo esta mirada hipotética, no tendré que defenderme, solo disfrutar el silencio, la vista, la tranquilidad. Basta con saber que alguien en algún lugar se preocupa por su flor.
Imagino que habrán otras personas como yo que querrán tomar el mismo vuelo conmigo e instalarse bien lejos. Mientras no haya una corrida en masa, con gusto podría tener algunos vecinos, para ciertas ocasiones en que se hace necesario escuchar, mirar o tocar a alguien más.
Este podría ser todo un proyecto a desarrollar, un ensayo creativo para disfrutar y compartir mientras se prepara el terreno para alcanzar el objetivo. Espero sugerencias y colocaré el listado para inscripción.
Sara
ResponderBorrarjejejeje. Tu puesto está asegurado.
BorrarApunteme, me mudo
ResponderBorrarInteresante propuesta, ya estoy haciendo maletas y quiero mi telescopio
BorrarMe sumo a la lista de los que desean ver nuestro planeta desde afuera. También, a los que disfrutan la quietud. La posibilidad de explorar el universo apasiona.
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