En días de lluvia
Soy de una isla del caribe, sol y playas aunque usted no vaya
con frecuencia como es mi caso y nos resulta contraproducente muchos días sin
el cielo despejado y la molestia del calor. Por estos días en que ha habido una
vaguada tras otra nos hemos mantenido bajo el paraguas, con los pies mojados y
con planes frecuentes entre el sancocho y los tragos de ron.
En principio no me hace falta, soy de las que se deleitan con los días grises, se emociona con el choque de las gotas de lluvia en las ventanas y se entusiasma con un clima fresco que pueda permitir ñoñería arropada en una cama acompañada de un libro en la mano.
Hago planes con esa idea, empiezo a agendar un chocolate
caliente con unos cubitos de marshmallows por encima y acompañado de un pan de
agua fresco, de preferencia medio tostado, que suene crujiente al momento de
partirlo.
No se deje abrumar. Si lo suyo no es la pasión por el
chocolate pues una copa de vino cae muy bien, sobre todo porque éste sería el
momento en que realmente va alcanzando la temperatura ambiente necesaria para
degustarlo de la manera apropiada. No se
le ocurra combinar esa copa de vino con un ritmo de bachata lleno de amargue,
no pega, no con lluvia. Le va mejor unos boleritos de esos que cantan los
merengueros o salseros cuando se inspiran en ediciones románticas.
O si
prefiere un jazz o algunos soundtracks de películas también románticas le iría muy bien. Todo esto entendiendo que el libro
que usted tiene en las manos (digital o impreso, como mejor le parezca) promete
un viaje maravilloso, lleno de aventura, de pasión o de misterio, pero una
travesía que llene sus sentidos.
Y ya que lo menciono, puede dejar la música a un lado, que también
es buen momento para ver una serie de esas que tienen varias temporadas y que
dejan a uno enterrado en el asiento, sin intención de pararse ni para ir al
baño aunque usted sepa que nada malo puede suceder por darle pausa a la transmisión.
Estos episodios pueden ir acompañados de esa copa de vino,
recuerde como ejemplo que no hay un solo capítulo de la serie SCANDAL que no
tenga el impulso subliminal de una copa de vino. No ponga la botella lejos
porque de capítulo en capítulo de seguro la termina completa.
Mientras tanto mande a buscar con uno de los muchachos algo
para amortiguar esos tragos, un maní, unas aceitunas o cualquier otra picadera
que sea de fácil acceso y no amerite dedicación para prepararla. Recuerde que
la idea es acomodarse, arroparse, aprovechar la lluvia, darse placer y
descansar. Es un tiempo de pausa y descanso con lluvia y placer.
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