Erotismo y seducción en letras

Te vi dormir 
y un profundo suspiro me inspiró a buscarte, 
el caliente que emana de tu cuerpo me atrajo hacia ti,   y me escurrí bajo las sábanas para encontrarte.

Mis manos se deslizaron por tus brazos,
te acaricié suavemente, sutilmente, 
casi sin tocarte.  

Besé tu espalda mientras te acariciaba.  
Cerré los ojos 
y de inmediato mis pensamientos recordaron momentos de pasión, 
labios que se niegan a dejar de besar, 
que empujan al deseo con furia,
a la vibración de la piel que pide más, 
que reclama más.

No bastaba con acariciar tus brazos, 
quería tocar todo tu cuerpo, 
tu sexo que arde cuando se llena de emociones, 
provocando pasiones, 
lujuria de cuerpos.

Existe una diferencia entre escritura erótica y escritura pornográfica. No voy a emitir juicios en relación  a la escritura pornográfica, la cual entiendo que tiene su objetivo y su público, pero me quiero referir de manera especial a la erótica.  

Ese estilo de escritura siempre me ha resultado llamativa e intrigante, quizás porque lo veo como una manera de expresar detalles, sensaciones, con  la perspectiva de la pasión, de la vibración que está enlazada al deseo y al amor.

Para estar segura de no equivocar el concepto, me detuve a buscar en el diccionario las definiciones y diferencias, y tal y como yo lo concebía, su mayor abismo radica en que la pornografía busca la exhibición de actos sexuales basado en productos comerciales.  El erotismo es sutil, está referido al amor sensual, al deleite de los sentidos.

Y desde esa perspectiva me sobrecoge la idea de la escritura erótica, porque hay que cuidar la palabra y contar con mucha creatividad para expresar las sensaciones con la fuerza que llevan. O quizás es simplemente fluir con la energía y permitir que las palabras broten.

Hace ya un tiempo tuve la delicia de leer la novela El Pergamino de la Seducción de la Nicaraguense Gioconda Belli, una provocación a la piel, detalles escritos entre susurros y caricias, una travesura maravillosa e inspiradora. Esta novela llena de creatividad, busca a través de recuerdos hipnóticos de una joven muy parecida a Juana de Castilla, conocida como Juana La Loca, conocer la versión de los hechos en torno a su historia, para entender si enloqueció de amor o fue víctima de las traiciones del poder. 

Pero más recientemente me encontré en una de las redes una colombia, bloguera y escritora de poesia erótica, que me encantó. Sus letras destilan la magia del erotismo, la pasión, el amor y la poesía. https://erosenguardia.wordpress.com/ 

Imposible dejar de inspirarse al leer párrafos como éste: 

Tu boca.
El olor de tus besos secos sobre mi piel.
Los humedales que siembras en mi almohada....
Y este lupanar de abejas que danzan alrededor de mi ombligo.
Furia desnuda incendiando el combustible que dejó regada tu sonrisa de hace un instante...
No logro dejar de desearte.

Porque ella es más, mucho más que esos breves versos.  

Invita a evocar momentos, a repetir historias, fantasías que se desbordan entre los dedos, que nos inundan mojando todo el cuerpo con solo el recuerdo. Invita a escribir letras con tinta roja cargadas de ardor. Provoca a la seducción, a desear, a soltar ataduras y entregar alma y cuerpo. Invita a amar.

Mucho me gustaría que estas letras le inspiren a buscar lecturas e historias de pasión, a dejarse envolver de la magia y a destilar amor y pasión. Quizás a escribir letras con erotismo. Quizás algo que puedan compartir conmigo.





Comentarios

  1. Excelente reflexión. Bueno el comentar la diferencia entre escritura erótica y escritura pornográfica. De hecho me llama la atención esta novela El Pergamino de la Seducción, va para la lista; gracias.

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  2. Wow. Una gran diferencia indiscutiblemente. Pura poesía. 👏🏼👏🏼

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  3. Erotismo, Ummmmmmmmm, SÍ. Multiplica de manera exponencial la maravilla, la magia. Sonrío, cuanta maldad (de la buena) llega a mi mente. 😊

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