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La ODISEA versión Dominicana

Nuevamente caí rendida en la pasión por la mitología griega y me enredé en el libro de poesía épica llamado La Odisea.  Es el relato de las aventuras de Odiseo tras regresar a su patria en la isla de Ítaca, después de permanecer por diez años combatiendo en la guerra de Troya y diez años más en el viaje de retorno. Cuenta los peligros, vicisitudes y aventuras que tuvo en su recorrido durante ese tiempo.

A partir de este relato se formalizó la  referencia quedando el concepto de odisea como  la sucesión de peripecias, en su mayor parte desafortunadas, que ha tenido que pasar alguien para llegar a un lugar o lograr un objetivo.

Y empezó a vagar mi imaginación, tratando de visualizar un paralelismo de odisea en versión dominicana.  Tenemos varios ejemplos de situaciones que debemos enfrentar, gestiones, relaciones, que si fuesen  relatadas de forma organizada y expresada en términos literarios, podrían representar una odisea de alto nivel.

Conocemos muchos procesos locales de gestión de documentos que hasta en su versión más simple se constituyen en una serie de sucesos complicados y desafortunados.  Recuérdese que en un tiempo atrás, para sacar un acta de nacimiento con fines de tramitación de pasaporte, por ejemplo, la lista de pasos era larga.  Si estaba claramente identificada la oficina que le correspondía, llevaba un punto a su favor; si estaba en el Distrito Nacional, pero su nacimiento fue en una provincia del interior del país, pues ahí se añaden otros pasos.  

Inicialmente no había digitalización total de documentos, el acta se emitía computarizada pero había que buscar en el libro físico el registro correspondiente a la numeración de su acta para validar los datos, para ingresarlos al sistema y poder imprimir el acta.  Cuando estuviese lista entonces debía moverse a la oficina de registro electeoral correspondiente, para legalizar el documento.

Contado así no parece una tragicomedia, pero si entramos en detalle puedo contar de una oficialía en donde había que tomar un turno y sentarse en la marquesina, que era lo que correspondía como sitio de espera, pero estar atentos a que no se infiltrara uno más aprovechado y pasara primero.  En ese mismo espacio también funcionaba el registro civil, para los que se iban a casar.  Esa parte era divertida porque uno se entretenía mirando quienes iban a casarse, las caras, las edades, los vestuarios, los familiares. Podía pasar el tiempo y se hacía un poco menos difícil la espera siempre que hubiesen varios escenarios de matrimonio que fuesen peculiares.

Luego que tocaba el turno, se procedía a verificar los datos en el libro, había que hacer oraciones para que la persona que hizo el registro original no hubiese cambiado o escrito mal alguno de los apellidos o el nombre mismo de la persona en cuestión, porque eso significaría otro proceso y por supuesto tiempo y costos adicionales.

Después de revisado el libro, corroborado numeración y confirmado los datos, de vuelta a esperar turno para que la persona encargada lo procesara en la computadora -no en el sistema porque no era un sistema como tal- y se imprimiera para llevarlo a la firma correspondiente.

Cuando finalmente se recibía el acta de nacimiento, probablemente después de haber permanecido la mitad del día en la labor de tramitación, había que hacer gestiones para ir a una oficina central del registro electoral y validar y sellar el acta emitida.  Llegar a ese sitio, si andaba manejando vehículo, implica hacer negociaciones con alguien que cree que es dueño de la calle y que puede administrar los espacios públicos de parqueo, sin garantías y con costo.  A continuación entrar y ubicar la oficina correspondiente a la gestión que se está haciendo, tomar el turno y esperar.  Cuando lo llamen, entregar el acta que le emitieron en la primera oficina y volver a esperar a que lo validen y sellen y le vuelvan a llamar. El único momento en donde el procedimiento es rápido es cuando toca pagar por el servicio.

Todo ese proceso debe tomar en consideración que no le toque la hora de comida, porque los empleados no se organizan para tomar turno y no juegan con su estómago, a las doce en punto toman su lonchera o buscan su pedido y se van a reforzar las energías. También evite que se irriten o estén de mal humor, porque le pondrán difícil cualquier solicitud realizada.

En algún momento es posible que se encuentre con los empleados entretenidos mientras sacan una copia o esperan que la computadora funcione adecuadamente,  contando chismes sobre otros compañeros, historias familiares, desenlaces amorosos y planes y proyectos personales.

Pero sin tener que pensar en un proceso de gestión en República Dominicana que estuviese cargado de situaciones y frustraciones, sugiero hacer el ejercicio de empezar la lectura e ir cambiando algunos relatos para colocar la versión criolla. Imagínese contando batallas como quien escucha a Cuquín relatarle a Freddy Beras un suceso de su barrio, la fila en una jornada de elecciones o defendiendo a su mujer, como sucedió a Penélope la esposa de Odiseo, que tenía que quitarse del camino de todos los pretendientes que alegaban que su marido se había muerto en batalla. Dele color a esta aventura y cambie la cara de los personajes, la ubicación de los relatos, la forma de hablar y expresarse y encontrará que leer un libro como ése puede ser más divertido de lo que parece.

Me advirtieron que eso puede hacer daño

Mi madre decía: ¨ no te mojes con la lluvia que te vas a enfermar¨ pero se le olvidaba lo rico que es bañarse en un aguacero. En algún momento terminaba cediendo, aunque sea brevemente y no muy lejos de la puerta del patio, porque la niñez se vive principalmente en la niñez, aunque permanezca internamente el fervor de esa edad aún pasado el tiempo correspondiente.  

Ciertamente, y no se equivocaba, que si el aguacero era extendido y de paso al terminar te quedabas con la ropa o el pelo mojado se tenía una gripe asegurada, pero con la satisfacción de un momento divertido.

A lo largo de la vida son muchas las recomendaciones que recibimos sobre qué debe hacerse y qué debe evitarse.  Algunos son buenos consejos, otros no tan agradables o por lo menos muy limitantes. Algunos difíciles de entender.

Siempre depende del entorno en que se va creciendo, de la visión de los padres y por supuesto la influencia de la época en que se vive.

Si le preguntas a una persona nacida entre los años 50 y 60, para no irme muy lejos en el tiempo, eran momentos en donde las reflexiones y los consejos iban vinculados a valores éticos y culturales muy elevados en comparación con el momento actual.

Recuerdo haber escuchado decir que mientras la mujer estaba menstruando no podía teñirse el pelo, o usar cloro.  Es cierto que se utilizaban productos químicos fuertes, que pueden afectar en cualquier momento de la vida, pero las circunstancias son diferrentes y van cambiando las condiciones.  La mezcla de químicos ya está más controlada.  En el caso de los tintes de pelo y su efecto, actualmente no es tan dañino como pudo haber sido en un tiempo anterior.

Comer tal o cual fruta que puede tener influencias en el organismo. Por ejemplo, he escuchado mencionar entre los hombres que debían tener precaución con el jugo de chinola por el efecto negativo en la líbido.  No le veo sentido, pero se decía. Tan rico que es un juguito de chinola, bien endulzado y con mucho hielo.  

@schmit07
También podías escuchar a alguien decir: ¨ No se puede comer guanábana con el sol caliente porque puede pasmar ¨.  Sin embargo hoy la guanábana es reconocida por propiedades curativas anticancerígenas.

En los tiempo actuales vemos generaciones que no vivieron la influencia de consejos o tabúes y que a su vez dejaron sin aviso a otras generaciones más recientes, y que además desconocen ese folclor, o las tradiciones aparentemente cargadas de sin razón, pero también llenas de emociones y añoranzas, porque latente había una preocupación y las expresiones de afecto mostradas a partir de reglas y recomendaciones.

Agradezco todos esos consejos, aquellos que hice caso pero también aquellos que ignoré. 

¿Cuáles recomendaciones recuerdas, que debiste haber seguido?

¿Cual es su antojo favorito?

¨ Yo cambio cualquier pedazo de carne por un aguacate y si ya no es época de aguacate, pago lo que cueste por tener un ¨ aguacatico ¨  con la comida ¨.  

Así me comentaba de manera enfática una compañera a la hora del almuerzo.  Me recordó a una de mis sobrinas, que es capaz de comerse hasta dos aguacates con cada comida, varias veces al día, como si fuera lo más maravilloso del mundo. Le brillan los ojos y se le agranda la sonrisa cuando ve el aguacate en la mesa. A mi me gusta mucho el aguacate, como a muchos dominicanos y dominicanas en términos generales, pero si no puedo tenerlo o está muy costoso, me olvido del antojo y espero la próxima cosecha.

Sin embargo, al escucharlo me quedó la curiosidad por conocer de aquellos gustos y antojos que la gente pone en primer lugar y por el cual hace sacrificios.

Puedo mencionar, por ejemplo, una persona cercana a quien le encantan las berenjenas, en toda su variedad, especialmente asadas y luego salteadas con verduras, sin salsa de tomate y de preferencia con leche de coco. Es capaz de sustituir cualquier carne por una porción de este manjar y repetir este vegetal diariamente en toda su variedad.

También tengo una amiga que es loca con unos fritos maduros. Esos plátanos maduros fritos no podían faltar en la mesa; en su casa había que hacerlos diariamente, ya sea para acompañar la comida o ser ellos mismos la comida del día.

Como el arte de mover los calderos y combinar alimentos es una actividad que me apasiona, no puedo decir que algún alimento en específico me seduce de tal forma que podría comerlo a diario o que podría cambiarlo por otro manjar sin pensarlo dos veces. No descarto la posibilidad de repetir una comida al día siguiente, pero me gusta mucho inventar y combinar los recursos alimenticios.

Uno de mis hijos es loco con el arroz blanco aunque también le gusta la variedad.  Pero con relación al arroz puedo entenderlo, ¿Quien se resiste a un arroz blanco, graneadito, acabado de cocinar, con los vapores subiendo? 

¡En la comida del mediodía o en la cena! 

Primero hay que tener una porción ¨ sin embarrar ¨ con habichuelas, saborearlo y después de concedido ese placer, entonces tratar de conseguir el concón y junto con la habichuela, continuar deleitando el paladar. Si es en la noche de preferencia con huevos, fritos o revueltos.

En ese momento lo demás es accesorio, la carne, el aguacate, la ensalada, las frituras. Está bien si quieren agregarlos, pero en realidad no es prioritario.

Lo cierto es que la cocina dominicana tiene unos atractivos: el sabor, la vistosidad, los aromas, que nos permiten disfrutar la variedad. Se hace difícil tener selección exclusiva por un solo alimento.

Aparecen excentricidades en cuanto a gustos culinarios y preferencias.  Hasta donde conozco, en mi entorno son muy básicos, no tienen antojos complicados, pero no descarto que quizás haya algún capricho que desconozco. Quizás lo quieran compartir conmigo en los comentarios. Mientras tanto,

¡Buen provecho!



Acciones de la niñez, recuerdos hoy

En alguno de los momentos de descanso de este fin de semana feriado y alargado estuve viendo algunas películas y coincidencialmente en dos ocasiones diferentes se repitió la misma frase: 

¨ No son tus recuerdos los que te definen, sino tus acciones ¨. 

Me detuve en ese instante a reflexionar y desde mi punto de vista personal no pude corroborar esa afirmación. Me quedé buscando en mi memoria aquellos recuerdos que han podido impactar en mi y qué tanto de lo que soy, hago o digo, queda reflejado.  Si bien es cierto que no debemos quedarnos estacionados en los recuerdos, también hay que considerar que las acciones de un momento pasado se convierten en los recuerdos de hoy y si las mismas han impactado en nuestras vidas, pues contribuyen a formar la persona que ahora somos.

Como podrán imaginar, una reflexión lleva a la otra. Empezaron a correr imágenes en mi cabeza y llegué hasta unos recuerdos muy distantes, de cuando tenía muy poca edad.

Estudios recientes indican que se puede tener recuerdos de vivencias a partir de los 4 años de edad, aunque anteriormente se decía que la memoria solo retenía recuerdos a partir de los 6 años.  Mi mente estuvo divagando hasta que llegué a esos primeros recuerdos y sacando cuentas pude deducir que debía tener entre 3 y 5 años. Demasiado traviesa.

A esa edad recuerdo haber pasado por varias escuelitas, porque no es que tenga acumulados muchos años, pero en esa época no eran usuales los maternales ni los pre-escolares, o por lo menos en mi hogar no había condiciones para ajustarse a esos parámetros. Siempre fui pequeña de tamaño, independientemente de la edad, y por ser inquieta siempre encontraba quien me protegiera y apoyara.  

Una de esas escuelitas tenía varios cursos.  Era una casa de dos niveles y tengo muy clara en mi memoria la imagen del ramo del árbol del patio que se extendía hasta el balcón del segundo piso y de que en algún momento llegué a utilizar ese camino peligroso para bajar al patio, en vez de las escaleras. Parecía una ardillita.  Rango de edad: entre 3 y 4 años.  Esas acciones deben haber cultivado algo de osadía en mi.

Después de pasar por esa escuela (sospecho que debieron haberle dicho a mi madre que no podían darme seguimiento) pasé a otra también en una casa, pero esta vez de un solo nivel y que además solo daba clases a pequeñitos, tipo preescolar y con la particularidad de que había que llevar su silla.  La mía era especial, me la había hecho un tío también especial que era experto y además le ponía mucho amor.  Preparada en madera y tejida con palma de guano.

Salía de mi casa con camisa blanca y pantalones cortos azules, mochila en la espalda y la silla en la cabeza, como quien cultiva futuro y va cargando con alegría y orgullo sus herramientas.

Al terminar la clase debía esperar a que me fueran a buscar y solía entrar al negocio que quedaba justo al lado, una carbonería.  Me sentaba en mi sillita junto a la esposa del carbonero y sostenía largas conversaciones; normalmente era solo yo quien hablaba y cuando no estaba contando algo era porque estaba preguntando algo.  Mi camisa dejaba de ser blanca porque tranquilita no me quedaba. Conocí a muy temprana edad el negocio de venta de carbón, aunque ahora no recuerdo a qué precios se comercializaba en esa época.  

Todavía no tenía 5 años.

Y me queda claro la edad porque de ahí pasé al colegio formal, al de las Hermanas Salesianas, y para hacer el ingreso en primero de primaria había que depositar acta de nacimiento y tener edad mínima de 6 años. Me contó mi madre que esperó que pasara todo el proceso de inscripción y comenzaran las clases para entregar los documentos solicitados porque aún no cumplía la edad requerida.  Para aumentar la dificultad, por los resultados del exámen de ingreso calificaba para estar en 2do de primaria, que fue el nivel en que inicié clases allí y para el cual debía tener 7 años.

Me tocó hacer la prueba de admisión en el mismo grupo conjuntamente con dos hijas de una vecina, amiga de mi madre.  Ambas eran mayor que yo, pero parece que tenían alguna dificultad con el exámen, y a pesar de que yo era inquieta y traviesa (ya no lo soy), mantenía la inocencia (sigo manteniéndola), y tras completar mi exámen rápidamente, tuve oportunidad de ayudarles a llenar las prreguntas que ellas no habían podido completar, pero no como quien susurra un secreto, o está haciendo trampas en un exámen, sino de la manera más natural, conversando y contestando lo que me preguntaban. Por supuesto me llamaron la atención y me mandaron a quedarme quieta en mi asiento.

No puedo decir que vivo en el pasado, pero si puedo afirmar que las accciones del pasado, como del momento presente que está casi convirtiéndose en pasado, me definen.  Esa primera infancia definió mi camino, pero también, al recordarlo ahora, me reafirma en curiosidad, en estudio, en socialización, en el trabajo constante.   

¿Cuáles recuerdos llegan a tu memoria?



Recomendaciones personalizadas para su cumpleaños

Está documentado y analizado que para lograr inspiración y escribir hay que ¨ estar en el medio ¨, salir, mirar, compartir, hablar con la gente, pero sobre todo, escuchar a la gente.  Es la mejor forma de que las celulas grises y brillantes puedan motivar la creatividad.

En ese sentido puedo confesar que estuve lenta y complicada estos últimos días, más  bien en recogimiento y con pocas conversaciones que pudieran inspirar nuevas ideas. A medida que ha ido pasando ese letargo me doy cuenta de que ya se me hizo costumbre escribir aunque no tenga luces encendidas en mi cabeza.  Y hay que ver de las cosas que se cruzan por la cabeza cuando hay vacíos.

Al final he optado por aceptar cualquier idea aunque parezca tonta o no me sienta con la capacidad de desarrollarla y compartirla.

Una de esas ideas descabelladas se puso a revolotear en mi cabeza mientras buscaba información en la computadora y me encontré con la publicidad del horóscopo.  Admito que es un tema donde tengo conocimiento limitado, pero nada prohibe que pueda plantear alguna variante divertida, como por ejemplo sugerencias especiales para que la puedan pasar agradable en su mes de cumpleaños y de acuerdo al signo zodiacal correspondiente.  

Se reconocen 12 signos del zodíaco los cuales están enlazados con cada uno de los meses del año, pero abarcando sus períodos entre un mes y el siguiente, con lo cual se crea una interconexión pero no permite que se encasille un signo zodiacal con un mes en específico. Mi análisis personal y sugerencias están dirigidas a todos los signos zodiacales de las personas ubicadas en República Dominicana, pero planteadas desde otra perspectiva.

Si usted nació en el mes de enero, que comprende los signos de Capricornio y Acuario, le sugiero que busque equilibrio entre ambos. Entre las celebraciones navideñas y los días feriados de enero, lleve la fiesta con pausa, además de los brindis y la algarabía, procure algún momento de relajación, considere regalarse de fin de año un rico día de spa para empezar el año con fuerzas renovadas.

Los que pertenecen a Acuario también comparten el mes de febrero con los de Piscis, que se caracterizan por ser buena gente.  Todo eso combinado con la celebración de San Valentín claramente lleva a expresiones de amor.  Tengo a disposición los teléfonos de algunas amigas que preparan unos regalitos dulces para esa celebración que sin dudas podrán ayudarle a llevar felicidad.

Combinando las características de los signos que comparten el mes de marzo, la recomendación es a que haga una excursion familiar al campo o a la playa. Si en su grupo hay alguien que sea del signo de Aries, aproveche y asígnele la organización del evento y la creación del programa. Como buenos líderes que son, eso le asegurará un paseo inolvidable.

Cuando entra el mes de abril, los de Aries y Tauro se juntan, combinación que motiva a encuentros de corta distancia, para socializar y compartir los temas del momento. Aproveche la Semana Santa y entre oración y reflexión, una música mixta y una agradable conversación, podrá lograr satisfacción para todos.   De paso inviten a algún Geminiano, cuyo signo está dentro del rango entre abril y mayo, para que también se integre, se llene de satisfacción y alegrías y suelte sus penas.  Aproveche que también se celebra el día de las madres en el mes de mayo y ponga en la agenda ese encuentro y los regalitos que va a entregar.

Cáncer y Leo, entre junio y julio, echan chispas entre ellos.  Respire hondo, que las clases terminaron, los muchachos están de vacaciones y hay que soltar la rutina. Procure una piscina, para bajar los ánimos, sostener el verano y ponerse de acuerdo.  La neverita debe tener desde cervezas a bebidas de frutas, con o sin alcohol, para que no entren en contradicción.

Leí por ahí que el único signo del zodíaco representado originalmente por una mujer es el de Virgo, cuyo período comienza en agosto y termina en septiembre, con lo cual comparten el mes con algunos de Leo (signo anterior) y otros de Libra (siguiente).  Ese mes es todo un placer si por las características del zodíaco nos llevamos.  Momento de buena música, de lecturas apasionantes, de buscar la forma de mantenerse fresco porque el calor en esta isla es especialmente agobiante en ese mes y el siguiente. No regale flores porque se marean del calor, trate de reproducir o comprar algunas plantas de suculentas, que son más llevaderas. Los vinos espumantes y las bebidas con mucho hielo son recomendadas.

Saliendo de Agosto e iniciando septiembre, que también es caliente, pero que además conecta con Escorpión, que inicia en octubre, ocupa la influencia el signo de Libra. Momento de serenidad absoluta, para que la fuerza de los signos y el calor que hace, no lo lleven a tomar decisiones desacertadas. Disfrute el cafecito entre familia o amigos, un trago fresco al atardecer, como por ejemplo un Martini Rosso con soda amargay limón, y empiece a visualizar y definir los proyectos de fin de año y del año siguiente.  

Recuerde que de la mano vienen Escorpión y Sagitario, que ocupan los últimos dos meses del año.  No deje de poner los adornos  navideños y montar el arbolito, a ver si por lo menos por inspiracion sentimos el clima más fresco.  Prepare la lista de los regalos que quiere comprar y de la cena de Nochebuena que va se va a preparar.  Los mensajes de afecto y esperanza son el mejor regalo, no los deje para el 31 de diciembre a las 12 de la noche, que las líneas se congestionan y el internet se pone lento.

Como habrá notado, mi conocimiento sobre las influencias astrológicas no es muy especializado pero si combinamos algunos datos con los feriados del año y la influencia caribeña,  tendremos divertidas recomendaciones que espero sean de utilidad y puedan ser consideradas.

Hija Predilecta, Bendecida



La celebración del día del Blog es una fecha que no está registrada de manera oficial, tampoco en la libreta de eventos ubicada en mi cabeza, mucho menos en el viejo rolodex que también guardo en mi memoria por si acaso no es tan reciente la fecha a recordar.  

Hace tiempo que decidí que ese sector del disco duro de mi cabeza no lo iba a ocupar preocupándome por recordar números de teléfonos o eventos; hay que darle paso a la tecnología y si esa tecnología es un elemento adicional que llevas contigo, pues hay que aprovecharla y desde entonces me apoyo en esas herramientas. Además también tenemos las redes sociales que se encargan de avisar por todo.

Volviendo al evento que debía recordar, contaba que se celebra el día del bloguero  el 31 de agosto.  El pasado año lo conmemoré por primera vez, aunque me vine a enterar un poco tarde y lo hice escribiendo sobre ello en No lo pude celebrar - Día del Blog-  

En esa entrada expresé mi curiosidad por entender los orígenes de la celebración, pero este año me quedé con la evaluación y valorización de la denominación de bloguero/a y mi aporte y posición en este segmento.

Hice un repaso por las publicaciones realizadas y puedo decir, sin perder la humildad, que me sentí orgullosa de mi exclusivo espacio de escritura, no solo porque desde julio del 2008, que significan muchos años acumulados aunque haciendo aportes esporádicos, fallando en la constancia y de vez en cuando procastinándome, sino por haber superado muchas limitaciones, por sostener la temática sin desviar mi atención en el momento y los eventos que pudieran estar sucediendo, tanto desde el entorno exterior como internamente, pero sobre todo por haber conectado aún más con la pasión de escribir, de contar historias, de mirar las flores imaginarias que se encuentran junto a las hojas reales que hay en el jarrón sobre mi mesa y compartirlo.


Poco o suficiente, he sido fiel a la descripción sobre La Punta de la LenguaDe aquello que debo compartir, porque sería intolerable callarlo y no disfrutar ese placer con los demás, de lo rico que fue eso último que acabamos de probar y que dejó huellas en nuestra mente y nuestro paladar, del agradable recuerdo de lo que vimos recientemente o anteriormente, ese aroma que se te pega, se mete en tu nariz y la experiencia de describirlo es deliciosa, sentir la piel vibrar, nacer y vivir.

Y de repente, durante ese momento de reflexión sobre el blog, escribir y lo que ha significado para mi, me llegó a la mente la expresión: Soy una hija predilecta de Dios, Bendecida.  No exáctamente en el contexto espiritual, sino más bien como expresión sarcástica utilizada en  los últimos tiempos para enmascarar los logros conseguidos, no con el esfuerzo realizado para crecer, sino mediante estrategias y artimañas.  En este caso se trata de la bendición de ir descubriendo y mejorando la capacidad de escribir, de poner manos a la obra.

Puedo contar que aunque no es mucho, sobre todo si hacemos comparaciones, he realizado 138 aportes en un proyecto que inició como un mecanismo de liberación y entretenimiento. Debo confesar que tengo un par de ellas que no son de acceso público

Una de ellas fue un desahogo, aunque sin entrar en daños a terceros, y la hubiese dejado colocada pero cuando envié el enlace al entonces muy limitado grupo de personas con quienes compartía lo que se me ocurría, por error el correo se fue a todo el mundo, personal y laboral y gracias a la pronta observación de un amigo la pude retirar a tiempo. Y ahí ha quedado, en reserva.

La otra la hice de manera deliberada para una sola persona y podría decir que es una de las entradas que mejor me ha quedado y de las que más me ha gustado. Lo siento, no tendrán el privilegio de leerla.

Entonces, con conocimiento de causa invito a que descubran esa pasión que cada uno lleva dentro; comenzando desde lo mínimo se logra llegar a peldaños elevados, pero lo mejor es el trayecto, el camino que hay que cruzar para ir superando el tiempo y el espacio, encontrando nuevas formas, ideas, miradas.  De seguro que esa pasión hará que sea único, especial, les hará sentirse bendecidos/as y no con artificios, sino con la alegría del corazón y el esfuerzo de sus propias manos. 

Esta hija predilecta va transitando por esas rutas, con la mirada de cada uno de los que se detienen a leerme.

¿Se preparó para la tormenta?

Hay un país en el mundo, colocado en el mismo trayecto del sol.... y de los ciclones y huracanes: República Dominicana. 

Parte difícil pero también parte de la diversión, porque no es solamente la bendición de ser una hermosa isla del Caribe, con playas de todos los colores, de aguas límpidas y muchas hasta desconocidas por nosotros mismos, vírgenes, secretas.  

Recientemente hemos tenido aviso por la formación de dos tormentas tropicales y por supuesto, por ser parte de nuestra agenda anual entre el 1ro de junio y el 30 de noviembre, ya tenemos reconocidas las indicaciones sobre qué hacer antes, durante y después de cualquier depresión atmosférica que pueda afectar nuestro país.

Me voy a referir de manera específica a las acciones preventivas. 

Como parte de nuestra idiosincracia, además de las recomendaciones de las autoridades e instituciones llamadas a hacer la alerta a la población, hay un llamado no oficial de los dominicanos a considerar otros elementos:

1. Hay que aprovisionarse. Esto es una prerrogativa constante para cualquier circunstancia que amerite prevención, sin embargo, además de los alimentos básicos recomendados, en el carrito del supermercado no pueden faltar: 

  • Los ingredientes del sancocho, porque un aguacero amerita un caldo, con su aguacate incluido.
  • El alcohol de su preferencia, aunque siempre la referencia es al ¨ romo ¨ .
  • De cenar toca chocolate caliente y pan. Y si se fue la luz ya usted sabe que se va a comer mucho pan, porque con algo se entretiene a los muchachos.

2. Hay que recoger todas las toallas viejas. Son las que se utilizan para evitar que se entre agua por debajo de las puertas.

3. De manera regular se recomienda tener agua envasada, para beber, pero también hay que tener agua para limpieza e higiene, por lo que hay que buscar unos cuantos galones adicionales para llenarlos y colocarlos en los baños.  También se aprovechan en la cocina los calderos y las ollas grandes.  No olvide sacar los jarros para colocarlos donde caen goteras y atrapar el agua que por ahí se mete.

4. Busque y ponga a cargar a tiempo una batería adicional para el celular, porque aunque no haya internet, hay que saber cómo está avanzando la brisa y cual es la situación de la familia, poner una musiquita y de vez en cuando mover algunas fichas de ese juego que tiene guardado. Y no se olvide de la tarjeta de recarga para los minutos de llamada.

5. Hay que tener las barajas y el dominó a mano, porque cualquier brisa tumba los cables de la electricidad y desde que se vaya la luz, que también se lleva el internet, hay que entretenerse con algo.

6. Si vive en un edificio, esté atento a que comience a llover para aprovechar y lavar las ventanas y que no le moleste al vecino de abajo.

7. Ponga a mano esa pijama que nunca usa porque siempre hace mucho calor.  Quizás pueda usarla, si no es que le toca sacar mucha agua y estar alerta por cualquier situación extrema.  Si ese es el caso, los tenis, la cachucha y la chaqueta de agua es lo que debe buscar.

Deben haber muchas otras indicaciones, tanto dependiendo de la zona donde resida, como de las condiciones que tenga en su hogar o de la altura en que usted viva en su edificio.  A algunos se le entra agua por las ventanas, por la filtración del techo o por la misma puerta.  La cuestión es quitarle negatividad al momento y vivir más felices.

¿Qué se me ha olvidado?




Relato de las peripecias de un colchón

En la transmisión de un programa matutino de radio que escucho a diario, desarrollaron un segmento con un guión muy divertido. Me he reído muchísimo con la presentación y quiero contarles la historia.

Era el relato de un colchón dominicano que contaba su historia, interpretado por Kenny Grullón.  Cuando empecé a escuchar el programa, nuestro personaje el colchón contaba que acompañaba a la muchacha del servicio de limpieza de la casa de Consuelo Despradel, destacada comentarista de radio y televisión, cuando lo tiraron a la calle con todo y la muchacha porque ésta había cometido algunos errores (toda una historia sobre unos amores y los oficios pendientes). 

Lo recogieron y fue a parar a un colmado, donde pasó muchas dificultades, ¨ aguantando sudores de gente sucia, que no se bañaba, gente que se endrogaba, ropa sucia que le ponían debajo, sacos de arroz que le tiraban arriba ¨.   La manera jocosa en que se expresaba este colchón, más bien colchoneta de cama twin según las descripciones que iba dando, para mi era genial. 

Luego continuó su relato, el colchón.  El colmado en el que estaba viviendo fue cerrado por pandemia.  Puesto nuevamente en la calle, lo recogió una guagua ambulante de las que van comprando ¨ cama vieja, estufa vieja, hierros viejos, todo lo viejo ¨, y se salvó, porque fue llevado a las fábricas que reparan colchones ubicadas en Villa Consuelo y allí fue restaurado.  Nos contaba el renovado colchón que ¨ trató de tener amores con un pillow top ¨, pero este era muy comparón, ¨ estaba todo el tiempo envuelto en plástico y no hablaba con todo el mundo ¨.  Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

En la misma zona se encontró con un postopédico que ¨ lo trataba como una Reina ¨, marca de colchones de tradiciones dominicanas.   Sin embargo, nuestro colchón no se contuvo y le ¨ pegó cuernos ¨ con un pillow top.

Quiso ir a Tokyo, a los Juegos Olímpicos 2020 y decidió preparar un tour con un grupo de colchones, pero se dieron cuenta que estaban pidiendo muchas condiciones y había muchas restricciones y lo que en realidad motivaba a este colchón era la idea de ¨ conocer un negro de los de Kenia, poderosos ¨. No pudo lograrlo.

Ya se pueden imaginar las travesuras y peripecias de este colchón.  Además de la risa que llevé en todo el camino, por el tema y la interpretación, me quedé pensando sobre las cosas que nos rodean y en lo qué  dirían si pudieran hablar.

Historias si que la tienen, porque hay que ver lo que podría contar una mecedora.  En el 2019 yo misma publiqué el posible mensaje de una lámpara de la calle, en Te veo pasar.

Pienso entonces que debemos prestar atención a todas las cosas que nos rodean, ya sea que creamos que son inanimadas o que no lo sean, como las mascotas, y entender la historia que viven, las situaciones que atraviesan y cómo influimos en el recorrido de vida paralelo que tenemos con ellas.  Agradecer la cama que nos sostiene y brinda descanso y con ella un alto número de accesorios que nos ayudan a tener mejores condiciones de vida.



Erotismo y seducción en letras

Te vi dormir 
y un profundo suspiro me inspiró a buscarte, 
el caliente que emana de tu cuerpo me atrajo hacia ti,   y me escurrí bajo las sábanas para encontrarte.

Mis manos se deslizaron por tus brazos,
te acaricié suavemente, sutilmente, 
casi sin tocarte.  

Besé tu espalda mientras te acariciaba.  
Cerré los ojos 
y de inmediato mis pensamientos recordaron momentos de pasión, 
labios que se niegan a dejar de besar, 
que empujan al deseo con furia,
a la vibración de la piel que pide más, 
que reclama más.

No bastaba con acariciar tus brazos, 
quería tocar todo tu cuerpo, 
tu sexo que arde cuando se llena de emociones, 
provocando pasiones, 
lujuria de cuerpos.

Existe una diferencia entre escritura erótica y escritura pornográfica. No voy a emitir juicios en relación  a la escritura pornográfica, la cual entiendo que tiene su objetivo y su público, pero me quiero referir de manera especial a la erótica.  

Ese estilo de escritura siempre me ha resultado llamativa e intrigante, quizás porque lo veo como una manera de expresar detalles, sensaciones, con  la perspectiva de la pasión, de la vibración que está enlazada al deseo y al amor.

Para estar segura de no equivocar el concepto, me detuve a buscar en el diccionario las definiciones y diferencias, y tal y como yo lo concebía, su mayor abismo radica en que la pornografía busca la exhibición de actos sexuales basado en productos comerciales.  El erotismo es sutil, está referido al amor sensual, al deleite de los sentidos.

Y desde esa perspectiva me sobrecoge la idea de la escritura erótica, porque hay que cuidar la palabra y contar con mucha creatividad para expresar las sensaciones con la fuerza que llevan. O quizás es simplemente fluir con la energía y permitir que las palabras broten.

Hace ya un tiempo tuve la delicia de leer la novela El Pergamino de la Seducción de la Nicaraguense Gioconda Belli, una provocación a la piel, detalles escritos entre susurros y caricias, una travesura maravillosa e inspiradora. Esta novela llena de creatividad, busca a través de recuerdos hipnóticos de una joven muy parecida a Juana de Castilla, conocida como Juana La Loca, conocer la versión de los hechos en torno a su historia, para entender si enloqueció de amor o fue víctima de las traiciones del poder. 

Pero más recientemente me encontré en una de las redes una colombia, bloguera y escritora de poesia erótica, que me encantó. Sus letras destilan la magia del erotismo, la pasión, el amor y la poesía. https://erosenguardia.wordpress.com/ 

Imposible dejar de inspirarse al leer párrafos como éste: 

Tu boca.
El olor de tus besos secos sobre mi piel.
Los humedales que siembras en mi almohada....
Y este lupanar de abejas que danzan alrededor de mi ombligo.
Furia desnuda incendiando el combustible que dejó regada tu sonrisa de hace un instante...
No logro dejar de desearte.

Porque ella es más, mucho más que esos breves versos.  

Invita a evocar momentos, a repetir historias, fantasías que se desbordan entre los dedos, que nos inundan mojando todo el cuerpo con solo el recuerdo. Invita a escribir letras con tinta roja cargadas de ardor. Provoca a la seducción, a desear, a soltar ataduras y entregar alma y cuerpo. Invita a amar.

Mucho me gustaría que estas letras le inspiren a buscar lecturas e historias de pasión, a dejarse envolver de la magia y a destilar amor y pasión. Quizás a escribir letras con erotismo. Quizás algo que puedan compartir conmigo.





A quien pueda interesar: alegrias compartidas

Escribo estas líneas con una profunda satisfaccion y alegria y quiero compartirla, porque como está escrito por aquí: 

De esto se trata

De aquello que debo compartir, porque sería intolerable callarlo y no disfrutar ese placer con los demás...

Y como dice una frase de Benedetti: ¨ no sé si lo habrá notado, pero de manera discreta...¨ , quizás en algún momento haya comentado que soy de tendencia a tener muchos sueños, largos y detallados,  ser consciente durante ellos y a recordarlos íntegros al levantarme.  Si no lo sabían, acabo de hacer una revelación.

En la madrugada de un día de principios del año 2019 tuve un sueño con toda esa descripción, largo y detallado. Reconozco la fecha exacta porque de  manera especial  me preocupé por escribirlo con todos sus detalles.  Era algo novedoso, también agotador, porque estaba vinculado al trabajo y era evidente el esfuerzo que realicé durante el tiempo que se ejecutó; amanecí muy cansada, sobre todo porque se supone que se duerme para descansar y eso fue como un bateo corrido.

Puedo detallar que el sueño estaba enmarcado en un ambiente futurista, no había carros voladores, pero si estructuras y organización social diferente. Tuve una situación difícil en el ambiente laboral, abuso de poder, presión, sobre asignación de labores, pero todo eso estuvo acompañado de desarrollo de estrategias, de creatividad, elaboración de proyectos, que al final tuvieron un alcance y apoyo exitoso y productivo.

Al despertar tomé nota detallada del proyecto que desarrollé mientras dormía.  Las acciones estaban dirigidas al bien común, un enfoque de responsabilidad social en beneficio tanto de la institución como de los colaboradores.  Lo conversé con tres personas y después de mucho revisar lo que había escrito, decidí compartirlo con la persona de interés en la institución donde laboro.  Reflexionando llegué a la conclusión de que si esa idea había llegado a mi a través de un sueño tan lúcido y detallado, no podía retenerla. Lo importante era que se pudiera desarrollar, estuviese o no involucrada. 

En principio no hubo respuesta, pero tampoco hubo rechazo. Después de unas semanas me atreví a preguntar y obtuve una vaga respuesta. De todos modos me sentí con el deber cumplido.

Hasta que lo vi recientemente.

La satisfacción que estoy sintiendo es porque he visto en una publicación sobre Responsabilidad Social de una institución en México, la cual a partir de la pandemia ha desarrollado algunas estrategias nuevas, entre ellas una que ejecuta la idea que presenté aquí dos años atrás.  Lo expresado en el artículo que leí no tenía el detalle del proyecto, pero bastaron esas 3 líneas de explicación para saber que se trataba de lo mismo y de inmediato emocionarme.  

En su momento me llegué a cuestionar sobre ese proyecto producto de un sueño, su validez, efectividad, posible acogida.  Ver que otros lo ejecutan me reconfirma y me reconforta. La idea es buena y ha sido replicada.

La puedo compartir, a quien pueda interesar.


¿Ya gestionó su caldo?

No hay cosa que motive más el deseo por un sancocho o un caldito que ver el cielo nublado, sobre todo si es lunes, que también es motivo de caldo, por aquello de los tragos del fin de semana y de equilibrar el estómago. Y este lunes ha estado muy nublado y por algunas zonas del país más bien lluvioso, por unas tormentas que andan rondando el territorio.

Desconozco de experiencias similares en otros países, excepto quizás entre los Cubanos y los Puertorriqueños como caribeños que somos, pero puedo mencionar que el dominicano se las ingenia para crear patrones, tradiciones no formales pero reconocidas por todos, como la combinación de lluvia y sancocho.

Un ejemplo de eso está referido a otro de los platos típicos, la bandera dominicana.  La combinación básica es arroz blanco, habichuelas rojas guisadas y carne guisada también. Algo así como el rojo de la habichuela, el blanco de la cruz y vamos a suponer que el azul está identificado con la carne guisada. Pero la tradición no formal de este plato es que, además de esos elementos, le cae bien una tajada de aguacate, una ensaladita verde y unos plátanos maduros fritos.

Termina siendo como un bufét personalizado. Normal.

Y siguiendo con la comida, un mangú bien acompañado debe tener los famosos ¨ tres golpes ¨  huevos, queso blanco y salami fritos.  Pero no le puede faltar la cebolla por arriba. Todo eso principalmente para desayunar aunque cae muy bien de cena también, sin embargo, su mejor momento es antes de hacer un viaje en carretera, que no importa si usted no va a pasar de Villa Altagracia o a llegar a Haina, inmediatamente se cruza el peaje ya está viajando al interior y eso es lo que motiva.

En sectores populares, principalmente, los días para limpiar la casa a profundidad son los sábados, temprano, porque las mujeres que realizan esta labor deben tener tiempo para ir al salón a arreglarse el pelo en horas de la tarde.  Esa limpieza, costumbres dominicanas, requiere cubetas de agua, escoba y detergente, pero le falta sazón si el radio no tiene puesto una emisora con salsa o en su defecto algunos discos de amargue, bachatas o baladas.  Las más mencionadas siempre son las de Marisela, que destilan dolor y sangre y extrañamente ayudan con la adrenalina necesaria para completar esa y las demás labores del día.  Para contrarrestar y como tradición, siempre es agradable pedir un par de cervezas al colmado y entre pasadas tomarse su trago para ir refrescándose.

Y a propósito de los sábados en la tarde después de las labores del hogar,  la visita al salón de belleza termina siendo más un desahogo y tertulia que de por si la rutina de cuidado personal. Hay que ver en los salones, de manera más notoria en los barrios, la complicidad y emoción de hacerse unos rolos y meterse en un secador de pelo, con un vaso de cerveza en la mano y la música inundando el espacio. Se puede estar quemando la cabeza con todo y orejas, hasta los pensamientos, pero entretenidas, compartiendo con su estilista y con la vecina que hace el mismo horario.  Toda una rutina para soltar el estrés.

Estas son solo algunas rutinas acompañadas de tradiciones no formales de los dominicanos, pero seguro tendremos muchas más que ahora mismo no recuerdo, o que no puedo mencionar para no alargar el texto, pero me gustaría conocer. Quizás me puedan contar en los comentarios y más adelante pueda complementar lo escrito el día de hoy y compartirlo.  

Aunque no sea un lunes con asomo de lluvia.


Conversación inspiradora

La dama de la semana pasada, aquella que por un momento perdió la orientación hasta que luego, después del silencio y la contemplación recordó que era una Musa y que además está llena de inspiración y creatividad para todo aquel que se lo solicite, me pidió que conversáramos.

Muy específica en sus condiciones, Calíope pidió una copa de vino en un atardecer y juntas sentarnos en el balcón. Le gusta la música, pero a esa hora de la tarde es muy agradable la bulla de las cotorras atravesando Gazcue para buscar su lugar de descanso.  Lo que para muchos es ruido, por supuesto para una musa conectada con el universo es parte de los tesoros de la creación.

En realidad creo que la cita era, más que una solicitud de su parte, una lectura de la preocupación de mi corazón, de las palabras no dichas y que ella escuchó a viva voz.  

Pasaron unos días con asomo de tormenta, lluvias aleatorias y mucho gris, sobre todo a la hora del atardecer y se postergaba el encuentro. Pero el momento llegó.  En un país caribeño y tropical como el nuestro es más seguro contar con días soleados, porque además de estar ubicados ¨ en el mismo trayecto del sol ¨, también estamos ubicados en el mismo trayecto de los huracanes y ciclones. Y no está mal, solo que tener el clima de vacaciones todo el tiempo a veces cansa la piel. 

Me decidí por un rico espumante, rosado, frio, inspirador, como ella.  ¿Quien comenzó? Entre palabras, sonidos, brindis, se confunde quien inicia la conversación y quien dispone la siguiente palabra. En ese punto no pude dejar de recordar y mencionar el Soneto XVII de Pablo Neruda, especialmente la interpretación de Presuntos Implicados que me encanta ( https://youtu.be/iwEz9vCE9dU ), en esas líneas que dicen:

¨ Tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía, Tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño ¨.

Volviendo a la conversación con Calíope, ella ha notado que aunque he aprendido a no dejarme presionar por el autocompromiso de expresar las ideas a través del blog cada semana, no es menos cierto que a veces he requerido un poco más de concentración para fluir con los acontecimientos y conectar con temas que aún no haya tocado, o que quizás tengan una visión diferente para ser compartida. Su esfuerzo por inspirarme le ha tomado un poco más de dedicación.

Me detuve un momento mirando al vacío. Con frecuencia lo hago y a veces ha sucedido que las personas que se encuentran en esa línea de visión lo han notado y quizás pueden pensar que les estoy observando y en realidad no es así.  Lo cierto es que para una musa no hacen  falta palabras, sobre todo para aquella que es la inspiradora de la elocuencia. Ya había escuchado.  Sintió el suspiro del alma y descubrió ese deseo de encontrar más conversación a través de lo escrito con aquellas personas que se detienen a leer lo expresado.  Conoce bien mi gusto por compartir las cosas que leo, que escribo, que veo o aprendo, de eso se trata este espacio, y de cuanto disfruto el intercambio.

Y como musa al fin, de inmediato le surgieron algunas ideas que podíamos desarrollar, alternativas para mejorar las charlas, para crear los espacios e interactuar. Entonces lo pude sentir, de eso se trata la musa, la inspiración, era como sentir la luz del sol al caer la tarde atravesando mi cuerpo, desplegando su brillo por todo el derredor.

Puede que tome un tiempo, o quizás no. Pero definitivamente algo haremos, todos, ustedes y yo.  ¿Alguna sugerencia?



Y recordó su nombre mirando el mar

Click.

Quedó impactada con una foto del muelle y del mar que publicó @schmit07, con un sencillo mensaje: ¨Cuando tengas un mal día, siéntate, respira y conversa con las olas del mar¨.  Levantó la mirada hacia el horizonte y no vio el mar.  Sintió que algo se desconectó en su cabeza, como cuando una burbuja luminosa explota, sin ruido, pero aún así sonora.  Y quedó en blanco, sin ideas para desarrollar.

Solo sus pies tenían ritmo. Se dejó llevar y comenzó a andar. Tenía que encontrar las olas del mar y respirar la profundidad.

Sentía el caliente en las pisadas, el sudor empezó a bajar por su frente, hasta que su cuerpo notó la diferencia en la humedad, y así fue como supo que debía estar cerca del mar.  Cerró sus ojos para alargar la mirada y pudo ver que al final de la calle se extendía el azul profundo detrás de unas palmeras.  Aceleró su paso y no escuchó las bocinas que le advertían sobre el riesgo de cruzar la avenida sin mirar, hasta que finalmente lo alcanzó, inmenso y azul. 

Soltó su prisa y en medio de la hipnosis de la suave ola, se sentó en un banco del malecón.  No tenía nada que decir, no cruzaba nada por su mente, no habían palabras en su cabeza, ni para una oración, ni para una conversación, ni siquiera para crear imágenes que la pudieran llevar a una meditación.  Solo reconocía el ritmo de las olas que no chocaban con la orilla, el brillo del sol en el horizonte, el viento que se filtraba en sus cabellos.

Así estuvo durante un rato, sin sentir más nada que el viento, sin escuchar otra cosa que el vaivén de las olas, sin ver nada más que el brillo del sol en el horizonte y sobre el mar.

Y un suspiro profundo emergió de sus pulmones, una chispa que la retornaba al entorno en que se encontraba.  En un extremo vio una pareja que se abrazaba y se reía. Al otro lado unos vendedores de dulces conversaban con el seguridad del parqueo.  

En ese mismo instante cruzaban por su lado tres músicos que iban camino a la fama y la fortuna. Manosearon sus instrumentos en saludo al grupo que conversaba y unos acordes rítmicos resonaron. Empezaron a tocar un melódico merengue dominicano y como flautista de Hamelin, la canción la envolvió y sus pies se empezaron a elevar. Fue tras ellos, fluyendo al ritmo de la canción y se detuvieron al encontrar unos turistas emocionados.

Ella bailaba y reía. Tenía la música y el mar. Encontró en la risa de los visitantes la emoción que había perdido, escuchó las palabras del viento y estas le hablaban de sensaciones, de pausas y de prisas, de la humedad de la arena en los pies, de horizontes con colores diferentes, del sabor  mar que endulzaba sus labios.

Encontró en las palabras que parecen sin sentido el verdadero sentido de las ideas. Se dejó abrazar cálidamente por la sorpresa, la ingenuidad, la esperanza, la sonrisa, el futuro en el siguiente instante y despertó con nuevos ojos.

Despertó y se encontró consigo misma, y recordó su nombre: MUSA



En tres originales de una misma versión

Suena a término jurídico y en realidad está referido, en este caso, a algo lúdico, relajante y social.  Hice consciencia sobre la vinculación de esa idea con la música, a partir de un instante especial en mi hogar.
Recientemente mi hijo y su novia escuchaban canciones sentados en el balcón.  En un momento no me pude resistir y me acerqué a ellos para hacerles un comentario sobre uno de los últimos temas que estaban escuchando.  Ellos sabían que eso iba a pasar desde el mismo instante que eligieron escuchar esa canción, tenían claro que no tardaría mucho en hacerles referencia al respecto y por supuesto el momento no fue muy lejano.    Pensaron que solamente llamaría mi atención el tema, pero me referí a la misma canción, interpretada por otros autores, otras versiones.  Sin lugar a dudas la canción Quizás, Quizás, Quizás,  interpretada por Nat King Cole, es un ícono sin desperdicio, pero hay tantas versiones maravillosas de esa misma canción, que vale la pena escucharla varias veces.  Les recomendé, no porque fuera mejor, sino diferente, la versión que interpretan Andrea Bocelli y Jennifer López, una combinación no esperada.  Otra versión que me gusta mucho, también por lo inesperado de la combinación de voz e instrumento, es la que canta Tonina Saputo tocando el bajo.  Ella misma es una mezcla de una gran riqueza, de padre Ugandés, madre Siciliana, pero norteamericana con inclinación al Jazz.

Pero volviendo a la recomendación que le hice a los chicos, además de esa canción les comentaba que para muchas de las canciones que nos gustan, a menos que sean demasiado nuevas, siempre se pueden encontrar varias versiones que nos permitan saborear mejor la interpretación y elegir la de nuestra preferencia.  Varias versiones, todas originales, de una misma canción.

Particularmente cuando estoy escuchando música me gusta reconocer otras interpretaciones de una misma canción y hay algunas que tienen más de las que podemos identificar para definir la preferida.  Por ejemplo, no me imagino todos los cantantes que tienen su versión del tema mexicano La Llorona, que es muy popular.  Las hay para solistas, para grupos, para instrumentos específicos. Confieso mi preferencia por la de Natalia Lafourcade, pero no puedo decir que me gusta menos la de Chavela Vargas o la de Lila Downs y habrán tantas que  no he tenido tiempo de escuchar.

Y hay que mencionar las canciones interpretadas en otro idioma diferente del original. Terminan siendo joyas muy valiosas.  Hay que ver cómo brilla, tanto en español como en inglés, la canción Fragilidad de Sting.  Para ese tema no puedo definir en cual idioma me gusta más, ambas versiones cantadas por él mismo.

Barbra Streissand interpreta junto a Celine Dion una canción que es igualmente fabulosa en inglés como en español: Tell Him. Otra más que resulta muy difícil para escoger una favorita.

Escribiendo sobre canciones empiezan a llegar a mi memoria muchas otras que son de mi especial predilección y que tienen diferentes versiones con el mismo autor o con otros intérpretes.  No puedo dejar de mencionar la canción de Alberto Cortéz, Un Cigarrillo, la lluvia y tú, sin igual, pero mejor aún si la canta el negrito de Villa, Sergio Vargas.

Luego también encontramos aquellas canciones que transitan entre un género y otro, de la balada al merengue, a la salsa o la bachata.

Esta posibilidad de deleitarnos con varias versiones de una misma canción pone en nuestras manos una riqueza musical invaluable.  Pero de igual modo encontramos fracasos musicales en el intento de crear interpretaciones de algunas canciones. En esos ni me voy a detener a mencionarlos.  Hay de todo en la viña-

Les invito a que hagan la prueba (como los anuncios de la plataforma musical); pero esta vez haga la prueba haciendo una búsqueda de la canción y descubra cuales artistas de su preferencia también la interpretan.  Le aseguro que va a disfrutar de un momento diferente.

¡Que emoción, llegaron los regalos¡

 Y con las celebraciones vienen los regalos.

Hay quienes siempre tienen la disposición y la apertura para recibir regalos y otros hasta se sienten incómodos ante las personas que han tenido la deferencia de pensar en aquello que le puede gustar a quien quieren agradar.

Algunos de nosotros hemos tenido momentos en el transcurso de nuestras vidas con limitaciones que crean bloqueos a la hora de pensar en uno mismo.  Recuerdo en cierta ocasión de mi niñez, probablemente en esa época en que uno va reafirmando las creencias y hábitos, que solo había regalos el día del cumpleaños y en la temporada navideña, en específico para el día de los Santos Reyes.  La prioridad de la época navideña radicaba, principalmente, en la posibilidad de obtener la ropa que se iba a estrenar en las celebraciones, el día de navidad y el día del año nuevo.  Y siendo consciente como lo era, aún a muy temprana edad, no se me ocurría tener antojos, expresar inclinación por algún objeto en específico que pareciera superfluo, porque primero había que pensar en la ropa y los zapatos.  Y mi niña interior soltó la emoción de desear regalos y de disfrutar las celebraciones de cumpleaños.

Confieso que yo guardaba un deseo secreto. Anhelaba tener un radio reproductor de CDs, de esos que estaban a la moda y que se llevaban colgados como si fuera una cartera. No tenía cómo comprar discos compactos o como copiarlos, pero quería uno de esos aparatos para escuchar música.  Tuve muñecas, recibí juguetes en los días que correspondía, pero en realidad el tema era la música personalizada, los audífonos.

Hasta que un día, ya siendo mayor,  se explotó en mi interior una burbuja, aquella que contenía el polvo mágico con la chispa de la emoción por las celebraciones.  Una cosa trae consigo la otra.  Celebrar y disfrutar las celebraciones también trae consigo recibir regalos y hay que aprender a aceptarlos y a disfrutarlos.

Tengo una amiga que desde hace un tiempo interiorizó esa sensación de emoción, el efecto que produce recibir regalos y decretó que ella quería seguir recibiendo regalos a diario: lo repite cada día y como si fuera milagro, magia, cada día algo llega a su puerta.  Ciertamente es magia, la magia de creer y de irradiar la energía que produce la alegría de recibir regalos.  Yo estoy aprendiendo, a decretarlo, a recordarlo, a saborearlo y a recibirlos, porque es más fácil entregarlos. 

Hay personas que a la hora de buscar un regalo piensan solamente en lo que puede necesitar esa persona, lo que les puede hacer falta, para buscarlo y completar esa carencia, como lo que conté de cuando era niña, primero había que pensar en la ropa y los zapatos, que también serían la dosis de vestuario para los próximos meses del año.

Hay quienes sin embargo piensan en lo que le gusta a esa persona, pero, si tiene más de eso, entonces no quieren decidirse por algo parecido.  Y están los que solamente piensan en la sonrisa de esa persona al recibir algo que les gusta mucho, no importa si lo tiene repetido, si otros le podrían regalar algo parecido o igual o si es algo que este ser querido compraría, incluso en modelos repetidos. Lo que importa es la felicidad al recibir el regalo.

Una amiga muy amada, un ser muy especial y lleno de amor a la que le agradan las flores, pero odia que le regalen arreglos de flores, piensa que es un desperdido cortarlas y preparar arreglos que sólo permanecerán por unos días produciendo limitado placer visual y que además resultan muy costosos.  En sustitución prefiere que le regalen una botella del licor de su preferencia, que la pueda saborear y compartir con la misma persona que le hace el regalo. También le gustan las plantas vivas, especialmente los bonsais.

También conocí a alguien que era más feliz recibiendo los halagos en sobres con dinero efectivo. De manera peculiar tengo un amigo que compra aquello que le pueda recordar a alguien en el momento en que lo ve.  Una vez me trajo de regalo unas toallas de cocina, porque estaba en una tienda y las vio y pensó que era algo que había visto en mi hogar y me podría combinar.  Pensó en mi, no se detuvo a evaluar si era adecuado, si era un objeto que la gente compra, no algo que se recibe de regalo, y yo lo disfruté muchísimo.

De alguna manera, en diferentes medidas, los regalos traen felicidad, aunque a veces no se expresen las emociones. Hay que enviar las señales al universo y abrirse a la alegría de recibirlos y también de agradar a otros, ya sea una simple flor, un caramelo o alguna costosa inversión.




MOMENTOS HISTORICOS

 "Los días históricos se ven normales cuando los vives desde dentro"    Albus Dumbledore. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlo...