Elijo quedarme con los recuerdos dulces

Hoy llegó a mi, como tantos otros, un texto identificado como de autor desconocido, publicado en uno de los grupos a los que estoy suscrita en una de las redes sociales.

Y este me gustó de manera especial, respondí y compartí; pero el tema no se quedó ahí y además me puso a reflexionar un poquito más de manera especial en el siguiente párrafo: 

¨Dentro de cada surco en mi cara, en mi cuerpo, se esconde mi historia,  las emociones que he vivido, mi belleza más íntima, y si cancelo esto, me borraría a mí misma¨.

De inmediato empezaron a agolparse en mi mente tantos recuerdos, memorias de lugares, de eventos, de encuentros.  Me quedo con aquellos que me llenan de una emoción nostálgica, un deseo de repetirlos.  Naturalmente estos están vinculados a los lugares visitados, los paseos realizados, ya sea sola o acompañada.

Llevo conmigo la idea de que los lugares que visitas no deben estar atados a las personas que te acompañaron, esos son momentos distintos.  La visita a un lugar, un viaje, un paseo, tiene dos experiencias que uno debe saborear y disfrutar tratando de separarlas una de otra.  

Lo que quiero decir es que si estás en un lugar que querías conocer y disfrutar, debe quedar en tus emociones lo visto en en ese lugar, los aromas, los colores, la gente del lugar.  Si acaso ese paseo fue con personas queridas, como sucede frecuentemente, pues esa es otra experiencia que puede ser vinculada pero no atada al lugar, sino al momento que disfrutaste con esas personas, lo que compartieron, la sensación de alegría colectiva. 

Y pienso así porque si esa misma compañía la sacas de ese lugar y la pones en otro, la sensación, el disfrute, está dado por la compañía, sin embargo, el contexto es una experiencia complementaria.

Por supuesto también hay sensaciones que no son muy agradables y están vinculadas a viajes.  Hoy puedo recordar, al escribir estas líneas, la arruguita que sentí en el pecho cuando estuve en la Zona Cero, donde estuvieron las torres gemelas, años después del ataque del 11 de septiembre.  Si al viajar te pasa como a mi, que hago inmersión total en los lugares que visito cuando estoy de paseo, esa es una energía que no se puede evitar. Sentí el dolor, sentí la impotencia, el miedo, aún tiempo después.  Por supuesto no en las proporciones de lo que sucedió o de quien estuvo cerca y lo vivió, pero después de haber visto noticias, documentales, fotos, etc., uno retiene en la memoria el lugar, las gentes, las expresiones de sus rostros, sus palabras.

Esa es una arruga en el alma, no es visible como las que me llevaron a escribir hoy, pero también son parte de mi historia, así como la arruga en los labios por la risa durante el viaje a la playa para celebrar un cumpleaños con un grupo de amigas amadas.  Me parece que fue el último viaje en grupo sin distanciamiento social ni toque de queda que tuve.  Y con esa emoción me quiero quedar, no con la incomodidad de que no hemos podido repetir la experiencia, pero si con la satisfacción de que lo hicimos, lo disfrutamos, lo recordamos.

Yo elijo quedarme con los recuerdos dulces de los lugares que he podido conocer, más no así con la carga de querer volver.  Si puedo repetir algunos pues estaré feliz de revivir la experiencia y sumarle otra mirada, si no puedo volver, por la razón que sea, pues me quedo con lo visto, lo vivido y lo saboreado.

No importa si se me ocurre hacer cambios para suavizar algunas arrugas, pliegues o rellenos. Cada uno tiene una historia que ha quedado grabada en mi memoria, en mis emociones, en lo que hoy soy como persona y que procuraré compartir, porque ese es el propósito, compartir lo vivido.




Comentarios

  1. La sabia elección del tema me recuerda una canción interpretada por Charles Aznavour, "Que viví " creo así se titula. De la vida sus momentos, los ratos, allá o aquí con este o aquel son la muestra del paso por aquí y recordar lugares episodio y desmenuzarlo en la memoria es algo gratificante...diría que hasta terapéutico. Siento que el aprendizaje de los encuentro está grabado fotográficamente en nuestra memoria, y son esos gratificantes recuerdos que nos llevan a decir como la canción....que viví, que viví. Si señor. Excelente y muy bien elaborado tema. 👏👏👏

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  2. Excelente, solo podría agregar que aunque las personas con las que compartimos esos recuerdos dice que no deben estar atadas, resulta que siempre lo estarán, es difícil poder separar lo vivido y los acompañantes del viaje, esas personas van en el mismo paquete.

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  3. Me has hecho recordar uno de tus escritos: HAZ ALGO HOY QUE TU YO MISMO DEL FUTURO TE AGRADEZCA. Porque ese yo mismo de ayer vé hoy un presente que fué futuro. Se remonta a esos momentos vividos y disfrutados.

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