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Hija Predilecta, Bendecida



La celebración del día del Blog es una fecha que no está registrada de manera oficial, tampoco en la libreta de eventos ubicada en mi cabeza, mucho menos en el viejo rolodex que también guardo en mi memoria por si acaso no es tan reciente la fecha a recordar.  

Hace tiempo que decidí que ese sector del disco duro de mi cabeza no lo iba a ocupar preocupándome por recordar números de teléfonos o eventos; hay que darle paso a la tecnología y si esa tecnología es un elemento adicional que llevas contigo, pues hay que aprovecharla y desde entonces me apoyo en esas herramientas. Además también tenemos las redes sociales que se encargan de avisar por todo.

Volviendo al evento que debía recordar, contaba que se celebra el día del bloguero  el 31 de agosto.  El pasado año lo conmemoré por primera vez, aunque me vine a enterar un poco tarde y lo hice escribiendo sobre ello en No lo pude celebrar - Día del Blog-  

En esa entrada expresé mi curiosidad por entender los orígenes de la celebración, pero este año me quedé con la evaluación y valorización de la denominación de bloguero/a y mi aporte y posición en este segmento.

Hice un repaso por las publicaciones realizadas y puedo decir, sin perder la humildad, que me sentí orgullosa de mi exclusivo espacio de escritura, no solo porque desde julio del 2008, que significan muchos años acumulados aunque haciendo aportes esporádicos, fallando en la constancia y de vez en cuando procastinándome, sino por haber superado muchas limitaciones, por sostener la temática sin desviar mi atención en el momento y los eventos que pudieran estar sucediendo, tanto desde el entorno exterior como internamente, pero sobre todo por haber conectado aún más con la pasión de escribir, de contar historias, de mirar las flores imaginarias que se encuentran junto a las hojas reales que hay en el jarrón sobre mi mesa y compartirlo.


Poco o suficiente, he sido fiel a la descripción sobre La Punta de la LenguaDe aquello que debo compartir, porque sería intolerable callarlo y no disfrutar ese placer con los demás, de lo rico que fue eso último que acabamos de probar y que dejó huellas en nuestra mente y nuestro paladar, del agradable recuerdo de lo que vimos recientemente o anteriormente, ese aroma que se te pega, se mete en tu nariz y la experiencia de describirlo es deliciosa, sentir la piel vibrar, nacer y vivir.

Y de repente, durante ese momento de reflexión sobre el blog, escribir y lo que ha significado para mi, me llegó a la mente la expresión: Soy una hija predilecta de Dios, Bendecida.  No exáctamente en el contexto espiritual, sino más bien como expresión sarcástica utilizada en  los últimos tiempos para enmascarar los logros conseguidos, no con el esfuerzo realizado para crecer, sino mediante estrategias y artimañas.  En este caso se trata de la bendición de ir descubriendo y mejorando la capacidad de escribir, de poner manos a la obra.

Puedo contar que aunque no es mucho, sobre todo si hacemos comparaciones, he realizado 138 aportes en un proyecto que inició como un mecanismo de liberación y entretenimiento. Debo confesar que tengo un par de ellas que no son de acceso público

Una de ellas fue un desahogo, aunque sin entrar en daños a terceros, y la hubiese dejado colocada pero cuando envié el enlace al entonces muy limitado grupo de personas con quienes compartía lo que se me ocurría, por error el correo se fue a todo el mundo, personal y laboral y gracias a la pronta observación de un amigo la pude retirar a tiempo. Y ahí ha quedado, en reserva.

La otra la hice de manera deliberada para una sola persona y podría decir que es una de las entradas que mejor me ha quedado y de las que más me ha gustado. Lo siento, no tendrán el privilegio de leerla.

Entonces, con conocimiento de causa invito a que descubran esa pasión que cada uno lleva dentro; comenzando desde lo mínimo se logra llegar a peldaños elevados, pero lo mejor es el trayecto, el camino que hay que cruzar para ir superando el tiempo y el espacio, encontrando nuevas formas, ideas, miradas.  De seguro que esa pasión hará que sea único, especial, les hará sentirse bendecidos/as y no con artificios, sino con la alegría del corazón y el esfuerzo de sus propias manos. 

Esta hija predilecta va transitando por esas rutas, con la mirada de cada uno de los que se detienen a leerme.

No lo pude celebrar - Día del Blog -

Hay un día para celebrar el blogging y los blogueros. No me imaginaba que hubiera una fecha para conmemorar el espacio y los que lo utilizamos y muy tarde me enteré que fue el 31 de agosto. 

Me quedó la curiosidad sobre quien se encarga de asignar esas fechas e institucionalizarlas y de inmediato me fui a la web a investigar, encontrando que desde el 1994 se empezó a desarrollar el concepto de blog y que para el 2000 ya había una visión clara y espacios populares, sobre todo en el desarrollo de temas políticos.

Es aún más curioso la forma en que se decidió que fuera ese día: por creatividad.  A un bloguero se le ocurrió escribir la palabra BLOG y utilizando su visión proyectiva (poniendo los ojos casi cerrados y mirando con la imaginación) le pareció que esas cuatro letras podrían parecerse a los números 3108, o sea 31 de agosto. Y ahí quedó marcado el evento.

Esos detalles sobre el hecho de tener un día de celebración del blog me llevaron a cuestionarme - y quizás aparezcan unos cuantos como yo- sobre el uso de esta herramienta y los factores que permitimos que influyan en la inconstancia de las publicaciones.

Este año ha sido muy controversial, excepcional y sin precedentes, en eso estamos todos de acuerdo, especialmente para ciertas generaciones y ha tenido una incidencia en el ritmo de vida, lo cual podría ser la primera excusa a mimisma por la inestabilidad en la agenda de las publicaciones. Sin embargo, la excusa es incoherente en relación a años anteriores donde ha habido altas y bajas, espacios amplios entre una publicación y otra.

Pero hay que seguir buscando excusas y me parece que puedo ofrecer algunas que pudieran parecer atípicas, como por ejemplo, considerar que Mercurio (si, el planeta más cercano al sol) está retrógrado 3 o 4 veces al año y eso influye en las comunicaciones haciendo que las musas se compliquen.  Otra excusa rebatida, no porque quiera restarle veracidad a las explicaciones astrológicas y la influencia de los planetas en sus distintas fases, sino porque superar el efecto que esto pudiera tener depende del esfuerzo propio y tal y como está visto, la gente sigue publicando aún en Mercurio retrógrado.

Aparecerán muchas excusas personales, más íntimas, como son las situaciones de salud, la carga de trabajo en otras áreas, la familia, las facilidades de los equipos que utilizamos para escribir, etc., todas válidas en su momento, pero superables.  

Y parece que al final no hay excusas válidas en su totalidad para sostener esa falta de constancia en las publicaciones dificulta mantener la conexión con los lectores, sin embargo, después de la reflexión, de empezar a escribir y permitir que las ideas brillen, me quedo con la mejor de las excusas, la razón por la cual tuve la iniciativa de crear un blog: para compartir, para disfrutarlo, para conectarme, todo en la medida de las posibilidades.  

Si bien es cierto que a diario pienso en escribir y siento que puedo estar fallando, también es cierto que procuro que no me cause ansiedad esa situación, permito que la musa influya, que el ambiente contribuya y que los dedos se suelten a la creatividad en el momento adecuado.  Puedo prometerme seguir un esquema que ya tengo claro sin permitir que eso me provoque incomodidad.

Así que prometo, sin que sea de manera rigurosa,  escribir con más frecuencia y compartir más curiosidades, mantenerme dentro del grupo de personas que celebran cada año el Día del Blog.




MOMENTOS HISTORICOS

 "Los días históricos se ven normales cuando los vives desde dentro"    Albus Dumbledore. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlo...