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No lo pude celebrar - Día del Blog -

Hay un día para celebrar el blogging y los blogueros. No me imaginaba que hubiera una fecha para conmemorar el espacio y los que lo utilizamos y muy tarde me enteré que fue el 31 de agosto. 

Me quedó la curiosidad sobre quien se encarga de asignar esas fechas e institucionalizarlas y de inmediato me fui a la web a investigar, encontrando que desde el 1994 se empezó a desarrollar el concepto de blog y que para el 2000 ya había una visión clara y espacios populares, sobre todo en el desarrollo de temas políticos.

Es aún más curioso la forma en que se decidió que fuera ese día: por creatividad.  A un bloguero se le ocurrió escribir la palabra BLOG y utilizando su visión proyectiva (poniendo los ojos casi cerrados y mirando con la imaginación) le pareció que esas cuatro letras podrían parecerse a los números 3108, o sea 31 de agosto. Y ahí quedó marcado el evento.

Esos detalles sobre el hecho de tener un día de celebración del blog me llevaron a cuestionarme - y quizás aparezcan unos cuantos como yo- sobre el uso de esta herramienta y los factores que permitimos que influyan en la inconstancia de las publicaciones.

Este año ha sido muy controversial, excepcional y sin precedentes, en eso estamos todos de acuerdo, especialmente para ciertas generaciones y ha tenido una incidencia en el ritmo de vida, lo cual podría ser la primera excusa a mimisma por la inestabilidad en la agenda de las publicaciones. Sin embargo, la excusa es incoherente en relación a años anteriores donde ha habido altas y bajas, espacios amplios entre una publicación y otra.

Pero hay que seguir buscando excusas y me parece que puedo ofrecer algunas que pudieran parecer atípicas, como por ejemplo, considerar que Mercurio (si, el planeta más cercano al sol) está retrógrado 3 o 4 veces al año y eso influye en las comunicaciones haciendo que las musas se compliquen.  Otra excusa rebatida, no porque quiera restarle veracidad a las explicaciones astrológicas y la influencia de los planetas en sus distintas fases, sino porque superar el efecto que esto pudiera tener depende del esfuerzo propio y tal y como está visto, la gente sigue publicando aún en Mercurio retrógrado.

Aparecerán muchas excusas personales, más íntimas, como son las situaciones de salud, la carga de trabajo en otras áreas, la familia, las facilidades de los equipos que utilizamos para escribir, etc., todas válidas en su momento, pero superables.  

Y parece que al final no hay excusas válidas en su totalidad para sostener esa falta de constancia en las publicaciones dificulta mantener la conexión con los lectores, sin embargo, después de la reflexión, de empezar a escribir y permitir que las ideas brillen, me quedo con la mejor de las excusas, la razón por la cual tuve la iniciativa de crear un blog: para compartir, para disfrutarlo, para conectarme, todo en la medida de las posibilidades.  

Si bien es cierto que a diario pienso en escribir y siento que puedo estar fallando, también es cierto que procuro que no me cause ansiedad esa situación, permito que la musa influya, que el ambiente contribuya y que los dedos se suelten a la creatividad en el momento adecuado.  Puedo prometerme seguir un esquema que ya tengo claro sin permitir que eso me provoque incomodidad.

Así que prometo, sin que sea de manera rigurosa,  escribir con más frecuencia y compartir más curiosidades, mantenerme dentro del grupo de personas que celebran cada año el Día del Blog.




NUMEROS ESPECIALES

Y me quedé pensando, 
¿De qué puedo escribir en la edición número 100 de mis publicaciones en este espacio?  ¿Tendrá que ser algo especial?   ¿Lo mencionaré o simplemente escribiré con la satisfacción de haber llegado a 100 entregas?
Y me quedé concentrada en el número. 
Y me quedé enredada en tantos otros números que son hitos, momentos trascendentes en nuestras vidas.

Hubo toda una generación para la cual la emoción se desbordaba al llegar a los 15 años, sea que pudiera tener una celebración o no.  

Ahora mismo no tengo mucha información sobre cómo esperan las jóvenes en la actualidad la llegada de esta fecha. 

La forma de celebrarlo ha cambiado, abundan mucho las niñas-madres de esa edad y las situaciones y responsabilidades superan las expectativas de una celebración de quinceañeras. 

Están también aquellas chicas que ya han tenido ¨ emociones fuertes ¨ en sus vidas 🤣  y una fiesta de quince años no es de su interés. 

Los años intermedios se celebran y se disfrutan, pero no tienen la relevancia que para otras generaciones tenía llegar a los 50 años.  
Esa edad era vista como el broche de oro de los cumpleaños.  

Ahora se celebra como un número importante, pero no tiene la impronta que en otro tiempo tenía.  

Hombres y mujeres en la actualidad viven esta edad desde otra perspectiva, redefiniendo sus prioridades y la estrategia para disfrutarlas, comparten, celebran cada día,  se capacitan, se cuidan.


Y suelto los números en las edades. 
Hay muchos números divertidos para citar.  La semana tiene 7 días, pero para muchos, la expectativa de la llegada del 5to día trae una emoción y una animosidad que puede ser contagiosa. La magia del viernes.

En República Dominicana se reconocen ¨ los 3 golpes ¨ , el mangú de plátanos ideal que lleva tres ingredientes como acompañantes: salami, queso y huevo frito.  Que no se le olvide agregar las cebollas.

Hay otra constante en los dominicanos que no puedo dejar de mencionar.  Cuando el día amanece lloviendo fuerte y se mantiene constante, de inmediato se menciona que ¨ el día está para 1-2-3 ¨ , comenzando por un sancocho. Sin comentarios adicionales al respecto.

Luego están los planetas, la astrología, la numerología como tal que es toda una ciencia basada en el valor de los números y su relación causa-efecto.  Y si de números vamos a hablar debí haber comenzado por  las matemáticas y su referente por excelencia que es el  PI y todo su enigma y simbolismo.

Pero volvamos a la publicación número 100 y a este blog.

Analizarlo me llevó a buscar el primer escrito publicado.  En fecha 17 de julio del 2008, https://puntadelalengua.blogspot.com/2008/07/como-una-chiquilla.html.

  





Como una Chiquilla.

Sin pretensión alguna de escritora, más bien de quien comenta con los dedos. Me abro a este espacio, permito que mis ideas fluyan hacia mis manos y les cuenten todas esas cosas que puedo tener en la punta de la lengua, la emoción del libro que acabo de leer, la película que me gustó o no, el disco que me llevó a vociferar, porque cantar definitivamente no va conmigo.





Esa fue mi propuesta en la edición No.1 y así ha sido en este recorrido hasta llegar a 100 entregas, he dejado que mis ideas fluyan y las he compartido.   No sé si mi ritmo es lento o si llevo buena velocidad, pero aquí estoy y me parece que he sido fiel a lo que indiqué en principio,  porque tal y como menciono en la biografía, 

De esto se trata

De aquello que debo compartir, porque sería intolerable callarlo y no disfrutar ese placer con los demás, de lo rico que fue eso último que acabamos de probar y que dejó huellas en nuestra mente y nuestro paladar, del agradable recuerdo de lo que vimos recientemente o anteriormente, ese aroma que se te pega, se mete en tu nariz y la experiencia de describirlo es deliciosa, sentir la piel vibrar, nacer y vivir.

Debo agradecer a las personas que me han acompañado estos años, me motivan, me impulsan, me retan a mejorar y a disfrutarlo tanto que se pueda transmitir ese placer.

¨ GRACIAS ¨

Sigamos compartiendo.


ENLAZANDO LOS TEMAS Y LOS RECUERDOS

Los temas para escribir dan vueltas en la cabeza pero sin concretizarse, solo con las ganas de poner a mover los dedos y la imaginación.  Y una diosidencia vinculada a algo que había escrito justo hace dos años me llevó a seguir leyendo otros textos escritos.

Sin embargo en este momento no me voy a ir muy lejos, me voy a referir al último documento escrito, aquel sobre el olor de la lluvia y la canción de Johnny Ventura, porque mientras lo leía empecé a recordar comentarios que parecían vinculados a lo escrito o a la canción.  


De inmediato me llegó a la mente un comentario muy particular de mi hermano.  El dice que la ginebra le ¨sabe a besos de mujer bonita¨, y lo dice saboreando su trago con tanto placer que cualquiera a su lado, al oler la ginebra instantáneamente la imaginación dibuja una mujer linda.


Sin embargo mi liquita, Miosoti, encuentra inspiración en el aroma que despide cuando se destapa una botella de Barceló Imperial, el cual ella define como un trago muy noble.

En ocasiones he comprado un aceite ambientador con aroma de galletas y la memoria lleva de inmediato a la navidad. Hasta se pueden escuchar las canciones alegóricas.

Definitivamente hay aromas vinculados a lugares.  Los olores en una tienda de perfumes  en una plaza o mall hacen sentir millonario a cualquiera. Y qué decir que unas palomitas de maíz en la casa son el mejor complemento para comenzar una serie de películas aún sea en Netflix y a través de un celular.

Saborear una jalea de batata me transporta a la casa de mi abuela Tinita en Baní.  Para Semana Santa allí se preparaba jalea o habas dulces. En ningún otro lugar he comido habas y con la jalea había, además de la fusión de sabor, el recuerdo de todo el proceso de preparación, en el cual estábamos incluídos los primos que allí nos juntábamos en esos días de vacaciones.

Identificar sabores especiales, olores particulares o texturas, nos vinculan a recuerdos que buscan mantenerse en la memoria y evocar principalmente buenos momentos.  ¿Cuál es tu recuerdo?




Despertando pasiones y recuerdos

¨La lluvia huele a traguito, debajo de la enramada,
huele a besitos de la mujer que me agrada.
La lluvia huele a asopao y huele a grupo de amigos,
huele a perico ripiao y a noche contigo,
Me huele a caricia de mujer bonita
me huele a malicia, mami,  y a madrugadita.
A tambora y bulla
a grupo de amigos
a la esencia tuya
y a noche contigo.
Huele, Huele.
Huele a galería, me huele a amistad
huele a alegría y a felicidad.
La lluvia a arco iris y huele a tierra mojada,
huele a gotas en el zinc con música de cascada,
huele a guiso, a sancocho de pato,
al aroma del chorizo
a guitarra y al patio.
Huele, huele
A sancocho de pato
a traguito de ron,
a guitarra en patio,
a merengue y son.
La lluvia huele a rico asopao
A tierra mojada,
a chivo guisao bajo la enramada
huele,
huele,
me huele a bandeja de café con pan,
a canciones viejas y me huele a pan.¨

Es una canción que me encanta y que no me canso de escuchar.  Interpretada por Johnny Ventura.
Una evocación de buenos recuerdos, de momentos de gozo y alegría.

¿Quién no disfruta una lluvia debajo de una enramada? Imagine, sentado en una mecedora, solo, bien abrigado pero también contando con que la lluvia que cae es completamente vertical y serena. Una taza de café en la mano. El mejor momento, el mejor sedativo que se puede encontrar. 
Pero también imagínese esa misma enramada, la misma lluvia, su esposo o esposa, el compadre y la comadre, tu hermano, una botella de ron y una agradable música y la certeza de que en el fondo, en la cocina, hay un sancocho burbujeando.  Júbilo, alegrías, celebración, risas.
Se despierta la creatividad sobre todas las posibilidades al escuchar la canción. Hasta se siente el aroma del café con pan cuando se menciona. Es increíble cómo se activan los sentidos.

Y así al continuar escuchando la canción permanece la emoción, la expectativa.

Nada como guitarra en patio, sea que a usted le guste un bolero, una bachata, un merengue o una canción cristiana. Es su elección, pero también es la emoción, el momento.
Disfrútala conmigo al leer esta líneas, más abajo dejo el enlace para que ni siquiera tenga que buscarla.  Esas emociones que quedan, esos momentos que se disfrutan, es nuestro mayor regalo de la vida.

(video EL OLOR DE LA LLUVIA. Copiar el enlace) https://youtu.be/wzVxfHKMJug


TE QUEDA UNA MONEDA

Las musas de la creatividad a veces se esconden, desaparecen, dejándonos en un letargo que va creando cierta presión, porque cuando se escribe, se va sembrando ese deseo de mantener la vinculación con todos los que están dispuestos a acompañarle en ese espacio de interacción y no poder hacerlo produce tensión.

Y de repente aparecen ellas (las musas) de la forma en que menos imaginas o a través de la persona con la que menos compartes.

En los últimos tiempos el uso de las tecnologías y las redes nos circunscriben a espacios de uso continuo en donde mantenemos el encuentro con los cercanos, los lejanos y los que no te importan, pero que de todos modos te animas a seguir.  Me puso a pensar una publicación de un amigo. Una imagen.

Y si me detuve a analizarlo entonces es porque pienso que vale la pena compartirlo, pero de tanto pensarlo tuve la idea de hacer la consulta de manera directa, para luego analizar que mejor no lo consultaba sino que mejor escribía al respecto.

ufff.

La cuestión fue la siguiente: Un escenario (haciendo la ambientación del lugar).  Estás en una sala o cualquier otro espacio confortable (público o privado) . Debe haber un trago a mano (casi imprescindible). Estás disfrutando el momento (solo o acompañado).  La música la provee una hermosa bellonera vintage que emociona los sentidos.  Lo que está sonando te anima y te motiva. Está casi acabándose.  Entonces se detienen los sonidos y quieres seguir escuchando canciones.  Te mueves para buscar una canción y de repentes descubres que sólo queda una moneda en todo el lugar.  Una sola.

¿Qué canción elegirías?

La elección es difícil. Seleccionar de repente una única canción entre todos los géneros o artistas que nos atraen resulta cuesta arriba.
Se me ocurrió hacerle la pregunta a una persona,  le planteé este panorama y extrañamente me respondió muy rápido: escucharía una canción que rara vez escucho, aunque no sea de las más favoritas.
Yo no sé si haría lo mismo, me dio vueltas la cabeza tratando de pensar cual elegir, porque el solo hecho de escoger la última canción sería como ponerle punto final a la noche: tómese su trago y váyase a acostar. Fin.
Pienso que la elección tendría que venir vinculada al momento y la compañía: si acaso es una noche de despecho a lo mejor lo que le llega a la mente es una bachata o una de esas baladas de cortarse las venas; puede ser la celebración de un logro o un acontecimiento importante y es un disco pop o un merengue. Quizás romance y ahí el repertorio es más amplio.
Todavía me sigue dando vueltas la cabeza y hasta me engranujo suponiendo tener que hacer la misma selección pero con los libros.
Lo dejo de tarea, por si acaso llegara el momento o para que recuerde esa canción que tanto le gusta.


CELEBRANDO

Aprendí a tener la certeza de que los cumpleaños hay que celebrarlos.
Entre la adolescencia y la edad adulta prematura, porque a muy temprana edad empecé a transitar en los rieles a alta velocidad de la responsabilidad y el compromiso, no me gustaban las felicitaciones y las celebraciones de cumpleaños, específicamente del mio propio. Sin embargo hubo un momento, un año y por suerte todavía a tiempo, en que se apagó esa burbuja y me cuestioné por evitar las celebraciones.  Entendí que nadie más va a estar feliz de la llegada de un año más de vida que yo misma, entonces, por qué dejarlo pasar sin pena ni gloria. 
Sin lugar a dudas hay que celebrar y brindar y compartir y reír.

Ese año disfruté la alegría que me transmitían los amigos que tenían la oportunidad de celebrarlo conmigo.  Empecé a hacer grupos de celebraciones, de acuerdo a la circunstancia: compañeros de trabajo, la familia, las amigas de tal o cual grupo. 
El año siguiente, y por la misma causa de la diversidad de espacios, instauré la semana aniversario para tener oportunidad de coordinar encuentros con diferentes grupos de amigos y junto a todos disfrutar y celebrar. En ocasiones he comenzado un conteo regresivo y cada día al llegar a la oficina iba avisando los días que faltaban para el siguiente cumpleaños, entre 15 y 20 días antes y luego comenzaban mis propias patronales. 
!Ya se pueden imaginar la bulla que hago el mismo día de mi cumpleaños!
Y así con el paso del tiempo en mi corazón ha vibrado el espíritu de celebración, de maneras distintas.  A veces he coordinado para reunirnos en algún restaurante o café, otras veces en el mismo espacio de trabajo, en la casa.
Una vez hice una fiesta en mi casa, sencilla pero fiesta al fin porque si implica alquilar sillas y mesas y preparar un brindis, coordinar un playlist de canciones y separar un espacio para el que quiera bailar (si es que entran ganas) definitivamente es una fiesta incluso si el grupo es pequeño.
En otra ocasión los preparativos eran aún más discretos, con un grupo muy reducido de amigas y sus parejas. Yo entendía que era quien estaba preparando la celebración y recibí una sorpresa de parte del mismo grupo de amistades que iría a compartir conmigo en la casa: mientras estaba en la cocina terminando de acomodar los manjares que íbamos a degustar, entretenida con una de las amigas que me acompañaba, por otro lado entraban otros con un guitarrista y equipo de sonido en mano. 
Cuando vine a entrar en mi propia terraza y pensando que todavía no habían llegado todos, ya tenía instalada una celebración más amplia, en donde no solo contaba con alguien que estaba tocando y cantando las canciones que se le pedían, sino que mis amigos también desarrollaron sus dotes artísticas y le acompañaban.  El cielo estaba despejado, la noche era fresca, había música en vivo, amigos, bebida, picadera y hasta bizcocho.
Hermosa celebración de cumpleaños.
Siempre espero los días próximos a la fecha de mi cumpleaños para dejarme fluir por las emociones que surgen del corazón, ellas son las que me dicen cómo quiero celebrar.
Ha habido años en donde no me ha nacido hacer preparativos o coordinar encuentros.  A quienes me han preguntado sobre mi cumpleaños, porque saben que soy mi propia animadora, les he dicho que no tengo nada coordinado pero que estoy abierta a lo que se les pueda ocurrir. Siempre ocurre algo, no lo voy a esconder, pero con menos alboroto que el que yo misma le pueda poner.
Hubo un año que la creatividad me desbordaba por los poros, y las celebraciones, porque fueron varias, contaban con una temática: Las chicas super-poderosas y sus super-amigos.  
De las chicas super-poderosas yo he sido Bombón y así mismo hice adornos, preparé picadera, compré bizcocho, le pedí a mis amigas que usaran algo alusivo a su super-héroe favorito, la cuestión era celebrar, agradecer por el espacio de un año para vivir momentos, para descubrir y explorar, para aprender y disfrutar. No todos los días se nace y luego que estás aquí, en este plano, hay que aprovechar.  
No sabemos el día en que ya no estaremos más bajo estas mismas circunstancias, buenas o malas, entonces tampoco podemos posponer todo lo que se pueda gozar hoy.
Todavía falta mucho para mi cumpleaños y no es por mi por quien estoy contando estas anécdotas, sino por una persona muy importante en mi vida, mi querida ¨Liquita¨, Miosoti Ceballos, que recién los ha cumplido.  Acaba de recibir un aniversario especial y simbólico y he sentido la vibración de su corazón, no por la ocasión de compartir, sino por la proyección de lo vivido, lo alcanzado, lo logrado, de llegar a esta etapa y verse en total plenitud, con proyectos, con expectativas pero entendiendo que debe ser sin atosigamientos ni premuras.
Con la visión de muchos planes pero viviendo el momento actual, fluyendo en el contexto de un día a la vez y de la mejor manera posible.
La luz de su corazón motiva a reevaluar el sentido de las celebraciones, una vez más, y continuar brindando.

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