Mostrando las entradas con la etiqueta Bonsai. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Bonsai. Mostrar todas las entradas

¡Que emoción, llegaron los regalos¡

 Y con las celebraciones vienen los regalos.

Hay quienes siempre tienen la disposición y la apertura para recibir regalos y otros hasta se sienten incómodos ante las personas que han tenido la deferencia de pensar en aquello que le puede gustar a quien quieren agradar.

Algunos de nosotros hemos tenido momentos en el transcurso de nuestras vidas con limitaciones que crean bloqueos a la hora de pensar en uno mismo.  Recuerdo en cierta ocasión de mi niñez, probablemente en esa época en que uno va reafirmando las creencias y hábitos, que solo había regalos el día del cumpleaños y en la temporada navideña, en específico para el día de los Santos Reyes.  La prioridad de la época navideña radicaba, principalmente, en la posibilidad de obtener la ropa que se iba a estrenar en las celebraciones, el día de navidad y el día del año nuevo.  Y siendo consciente como lo era, aún a muy temprana edad, no se me ocurría tener antojos, expresar inclinación por algún objeto en específico que pareciera superfluo, porque primero había que pensar en la ropa y los zapatos.  Y mi niña interior soltó la emoción de desear regalos y de disfrutar las celebraciones de cumpleaños.

Confieso que yo guardaba un deseo secreto. Anhelaba tener un radio reproductor de CDs, de esos que estaban a la moda y que se llevaban colgados como si fuera una cartera. No tenía cómo comprar discos compactos o como copiarlos, pero quería uno de esos aparatos para escuchar música.  Tuve muñecas, recibí juguetes en los días que correspondía, pero en realidad el tema era la música personalizada, los audífonos.

Hasta que un día, ya siendo mayor,  se explotó en mi interior una burbuja, aquella que contenía el polvo mágico con la chispa de la emoción por las celebraciones.  Una cosa trae consigo la otra.  Celebrar y disfrutar las celebraciones también trae consigo recibir regalos y hay que aprender a aceptarlos y a disfrutarlos.

Tengo una amiga que desde hace un tiempo interiorizó esa sensación de emoción, el efecto que produce recibir regalos y decretó que ella quería seguir recibiendo regalos a diario: lo repite cada día y como si fuera milagro, magia, cada día algo llega a su puerta.  Ciertamente es magia, la magia de creer y de irradiar la energía que produce la alegría de recibir regalos.  Yo estoy aprendiendo, a decretarlo, a recordarlo, a saborearlo y a recibirlos, porque es más fácil entregarlos. 

Hay personas que a la hora de buscar un regalo piensan solamente en lo que puede necesitar esa persona, lo que les puede hacer falta, para buscarlo y completar esa carencia, como lo que conté de cuando era niña, primero había que pensar en la ropa y los zapatos, que también serían la dosis de vestuario para los próximos meses del año.

Hay quienes sin embargo piensan en lo que le gusta a esa persona, pero, si tiene más de eso, entonces no quieren decidirse por algo parecido.  Y están los que solamente piensan en la sonrisa de esa persona al recibir algo que les gusta mucho, no importa si lo tiene repetido, si otros le podrían regalar algo parecido o igual o si es algo que este ser querido compraría, incluso en modelos repetidos. Lo que importa es la felicidad al recibir el regalo.

Una amiga muy amada, un ser muy especial y lleno de amor a la que le agradan las flores, pero odia que le regalen arreglos de flores, piensa que es un desperdido cortarlas y preparar arreglos que sólo permanecerán por unos días produciendo limitado placer visual y que además resultan muy costosos.  En sustitución prefiere que le regalen una botella del licor de su preferencia, que la pueda saborear y compartir con la misma persona que le hace el regalo. También le gustan las plantas vivas, especialmente los bonsais.

También conocí a alguien que era más feliz recibiendo los halagos en sobres con dinero efectivo. De manera peculiar tengo un amigo que compra aquello que le pueda recordar a alguien en el momento en que lo ve.  Una vez me trajo de regalo unas toallas de cocina, porque estaba en una tienda y las vio y pensó que era algo que había visto en mi hogar y me podría combinar.  Pensó en mi, no se detuvo a evaluar si era adecuado, si era un objeto que la gente compra, no algo que se recibe de regalo, y yo lo disfruté muchísimo.

De alguna manera, en diferentes medidas, los regalos traen felicidad, aunque a veces no se expresen las emociones. Hay que enviar las señales al universo y abrirse a la alegría de recibirlos y también de agradar a otros, ya sea una simple flor, un caramelo o alguna costosa inversión.




NO TE OLVIDES DE ESCRIBIRME

Querida amiga

Te escribo.Quiero escribir algo más que unas líneas de chat o un mensaje de redes y me pareció fascinante volver al momento en que se hacían cartas y notas para estar en contacto con las personas, sobre todo aquellas que uno extraña, ama y quiere tener cerca.
Te quiero contar mis últimas aventuras, con detalles, aún aquellas en las que me pueda sonrojar.  Para salir de los temas triviales, todos están bien en la casa.  Punto. Ahora los temas super triviales, porque también eso te quiero contar. 
He descubierto un puesto de flores cerca de la casa. Sabes lo que me fascinan y después de haber tenido un largo período limitada en concederme ese placer he alcanzado a ver en la ruta a una señora que vende flores. Lo mejor de todo es que ni siquiera me tengo que bajar del carro, algo así como un ¨floral drive thru¨.  A veces no me convencen porque se ven un poco mareadas, imagínate, con el solazo que hace en este país no es para menos, pero entonces me queda claro que debo comprar flores fuertes, adaptadas a nuestro clima. Girasoles, esa es mi mejor opción por el momento.  ¿Recuerdas el señor de la Ave. Charles Summer que vendía flores? Lo recuerdo escribiéndote porque él vendía el bonsai que siempre quisiste tener.
Sigo buscando ideas para inventar sabores exóticos con vodka, como aquella vez que se me ocurrió probar la receta en donde se maceraba con chiclet de color rosa. No entiendo por qué no te fascinó, me parecía de lo más chic además de que combinaba la niña interna que le gustan los caramelos con la adulta que puede tomar alcohol, toda una aventura.
Últimamente prefiero nuestro ron, pero anoche tenía deseos de vino tinto.  Como ya sabes voy rastreando aquellos que son de precios asequibles y que además pueden sorprender el paladar. Ocasionalmente no le presto atención al precio y me voy directamente a la marca que se me antoja, a la uva que me provoca, pero esto limita mis posibilidades en cuanto a la cantidad de botellas que puedo tener a mano. Tú sabes que se pone exigente el paladar, sobre todo cuando hay un libro de por medio y empiezan a sonar esas piezas que son infalibles.  A esa fiesta privada no se puede invitar ni a Pablo Alborán con Carminho o Concha Buika,  ni nada que se le parezca.  
Sabes que en este momento de mi vida no tengo problemas con el tema de la llamada inminente, esa que antes evitábamos en momentos de alcohol y música para no sentir luego remordimientos.  Ahora me dejo llevar de la sensualidad de la música, de los efectos motivadores del vino y expreso esos deseos en quien me acompaña, esa piel que con su solo roce enciende los deseos del cuerpo.  Hasta del libro me olvido y ya sabes, eso es mucho decir. Lo dejo hasta ahí, que corra con la imaginación.
Cambiando de tema, en estos días estuve brevemente en la playa comiendo un rico pescado y me quedó el deseo de estirarme por un rato largo, simplemente con los pies enterrados en la arena, el trago con hielo en la mano y una música alegre de fondo.  Parece que van llegando los días para eso y para planificar un escape de semana santa diferente, como aquel viaje que hicimos hace muchos años en donde nos fuimos al otro extremo de la isla. Hay que inventar una nueva aventura. Queda la tarea de que lo planifiquemos juntas.
No voy a seguir contando cosas. Ya tendré más cartas para ti con esos temas que he dejado pendiente, los que pasaron y no he mencionado y los que juntos planificaremos.
Sabes que te quiero con todo mi corazón.
Siempre cerca
Angela



MOMENTOS HISTORICOS

 "Los días históricos se ven normales cuando los vives desde dentro"    Albus Dumbledore. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlo...