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Relato de las peripecias de un colchón

En la transmisión de un programa matutino de radio que escucho a diario, desarrollaron un segmento con un guión muy divertido. Me he reído muchísimo con la presentación y quiero contarles la historia.

Era el relato de un colchón dominicano que contaba su historia, interpretado por Kenny Grullón.  Cuando empecé a escuchar el programa, nuestro personaje el colchón contaba que acompañaba a la muchacha del servicio de limpieza de la casa de Consuelo Despradel, destacada comentarista de radio y televisión, cuando lo tiraron a la calle con todo y la muchacha porque ésta había cometido algunos errores (toda una historia sobre unos amores y los oficios pendientes). 

Lo recogieron y fue a parar a un colmado, donde pasó muchas dificultades, ¨ aguantando sudores de gente sucia, que no se bañaba, gente que se endrogaba, ropa sucia que le ponían debajo, sacos de arroz que le tiraban arriba ¨.   La manera jocosa en que se expresaba este colchón, más bien colchoneta de cama twin según las descripciones que iba dando, para mi era genial. 

Luego continuó su relato, el colchón.  El colmado en el que estaba viviendo fue cerrado por pandemia.  Puesto nuevamente en la calle, lo recogió una guagua ambulante de las que van comprando ¨ cama vieja, estufa vieja, hierros viejos, todo lo viejo ¨, y se salvó, porque fue llevado a las fábricas que reparan colchones ubicadas en Villa Consuelo y allí fue restaurado.  Nos contaba el renovado colchón que ¨ trató de tener amores con un pillow top ¨, pero este era muy comparón, ¨ estaba todo el tiempo envuelto en plástico y no hablaba con todo el mundo ¨.  Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

En la misma zona se encontró con un postopédico que ¨ lo trataba como una Reina ¨, marca de colchones de tradiciones dominicanas.   Sin embargo, nuestro colchón no se contuvo y le ¨ pegó cuernos ¨ con un pillow top.

Quiso ir a Tokyo, a los Juegos Olímpicos 2020 y decidió preparar un tour con un grupo de colchones, pero se dieron cuenta que estaban pidiendo muchas condiciones y había muchas restricciones y lo que en realidad motivaba a este colchón era la idea de ¨ conocer un negro de los de Kenia, poderosos ¨. No pudo lograrlo.

Ya se pueden imaginar las travesuras y peripecias de este colchón.  Además de la risa que llevé en todo el camino, por el tema y la interpretación, me quedé pensando sobre las cosas que nos rodean y en lo qué  dirían si pudieran hablar.

Historias si que la tienen, porque hay que ver lo que podría contar una mecedora.  En el 2019 yo misma publiqué el posible mensaje de una lámpara de la calle, en Te veo pasar.

Pienso entonces que debemos prestar atención a todas las cosas que nos rodean, ya sea que creamos que son inanimadas o que no lo sean, como las mascotas, y entender la historia que viven, las situaciones que atraviesan y cómo influimos en el recorrido de vida paralelo que tenemos con ellas.  Agradecer la cama que nos sostiene y brinda descanso y con ella un alto número de accesorios que nos ayudan a tener mejores condiciones de vida.



Versión no bonita de Alicia en el País de las Maravillas

Si los sueños son las inflexiones del subconsciente indicándonos todas  esas cosas que nos perturban me parece que vivo en un mundo de irrealidad y que estoy irremisiblemente jodida. Con poco, a momentos de cerrar los ojos, las visiones son inquietantes, catastróficas.  Eso es lo que se revela de lo que permanece oculto. Es como una versión no bonita de Alicia en el país de las maravillas.

Me encuentro con gentes que creo no haber visto nunca. Otras que estoy segura de haberlas visto pero durante el sueño no recuerdo bien en donde y eso me mantiene desconcertada dentro del mismo sueño. Calles que tengo que recorrer y de repente hay un hoyo inmenso y maquinarias y pasos cerrados, porque está en construcción, y la única salida es devolverse.

Una cita a la que llegar a tiempo y las condiciones del clima, con el cielo casi a punto de romperse, con nubes negras que indican que lo que caerá no será agua, augurando que no podrá ser.

¿Naves extraterrestres? Redondas pero con cortes como si estuviesen hechas de cristal, que se posan en el asfalto y dejan huellas que son mensajes que no entendemos. Y la gente que sale corriendo  asustada, pero no aterrorizada.

Una ruta que lleva a otro lugar que no era aquel al que tenía que llegar, que aleja el camino, me pone muy cerca para luego volver a retrasarme.

Un lugar en el que parece que he estado y sin embargo es completamente diferente, mucho mejor, con tres escuelas que reconozco por sus nombres pero no por sus fachadas. Unos minutos más adelante (en el sueño) aparecen como institutos que rememoran universidades en el extranjero, para descubrir que por ahí no es la salida que espero encontrar.

Estoy narrando una historia de terror.

Llego al lugar que debía encontrar y resulta que estoy llevando un bebé a su cita con el médico, pero encuentro en la sala de espera del consultorio enfermos con situaciones de esas que no queremos ver. Sin embargo ese es el médico (y hasta se parece al actor Keanu Reeves). Y me dice que ya hoy no podrá ver más pacientes que haga otra cita. Di un grito, reclamé, lloré. Dije que me iba a quedar tres días en la puerta esperando para ser visto si era necesario, que había pasado demasiado trabajo para llegar hasta ahí y que no me iba a devolver.

A pesar de todas las dificultades había llegado a tiempo. 

Esos fueron los pocos momentos de un sueño inquieto esta mañana y ni siquiera he contado todos los detalles del camino, de los edificios que tuve que atravesar, las facciones distorsionadas de algunas personas, los mercados que tuve que recorrer, la dinámica en los institutos a los que tuve que entrar, porque no solo era verlos, era estar y hacer en cada uno de ellos lo que se debía hacer.

Creo que casi me estoy volviendo loca.  Tengo el subconsciente, el inconsciente y hasta el consciente saturados de imágenes fatalistas.  De alguna manera debo buscar el sueño profundo, vacío, para poder descansar.

-Así que no estaba soñando después de todo, a menos que todos seamos parte de un mismo sueño. Solo espero que no sea del rey rojo. No me gusta pertenecer a los sueños de otra persona. -Alicia.

(Relato de un sueño.  25-01-2016)

MUCHAS CABEZAS, MUCHOS MUNDOS

 "Cada uno de nosotros creamos un mundo entero en nuestra cabeza y vivimos en ese mundo".    El Quinto Acuerdo, por Don José Ruiz....