TE QUEDA UNA MONEDA
Las musas de la creatividad a veces se esconden, desaparecen, dejándonos en un letargo que va creando cierta presión, porque cuando se escribe, se va sembrando ese deseo de mantener la vinculación con todos los que están dispuestos a acompañarle en ese espacio de interacción y no poder hacerlo produce tensión.
Y de repente aparecen ellas (las musas) de la forma en que menos imaginas o a través de la persona con la que menos compartes.
En los últimos tiempos el uso de las tecnologías y las redes nos circunscriben a espacios de uso continuo en donde mantenemos el encuentro con los cercanos, los lejanos y los que no te importan, pero que de todos modos te animas a seguir. Me puso a pensar una publicación de un amigo. Una imagen.
Y si me detuve a analizarlo entonces es porque pienso que vale la pena compartirlo, pero de tanto pensarlo tuve la idea de hacer la consulta de manera directa, para luego analizar que mejor no lo consultaba sino que mejor escribía al respecto.
ufff.
La cuestión fue la siguiente: Un escenario (haciendo la ambientación del lugar). Estás en una sala o cualquier otro espacio confortable (público o privado) . Debe haber un trago a mano (casi imprescindible). Estás disfrutando el momento (solo o acompañado). La música la provee una hermosa bellonera vintage que emociona los sentidos. Lo que está sonando te anima y te motiva. Está casi acabándose. Entonces se detienen los sonidos y quieres seguir escuchando canciones. Te mueves para buscar una canción y de repentes descubres que sólo queda una moneda en todo el lugar. Una sola.
¿Qué canción elegirías?
La elección es difícil. Seleccionar de repente una única canción entre todos los géneros o artistas que nos atraen resulta cuesta arriba.
Se me ocurrió hacerle la pregunta a una persona, le planteé este panorama y extrañamente me respondió muy rápido: escucharía una canción que rara vez escucho, aunque no sea de las más favoritas.
Yo no sé si haría lo mismo, me dio vueltas la cabeza tratando de pensar cual elegir, porque el solo hecho de escoger la última canción sería como ponerle punto final a la noche: tómese su trago y váyase a acostar. Fin.
Pienso que la elección tendría que venir vinculada al momento y la compañía: si acaso es una noche de despecho a lo mejor lo que le llega a la mente es una bachata o una de esas baladas de cortarse las venas; puede ser la celebración de un logro o un acontecimiento importante y es un disco pop o un merengue. Quizás romance y ahí el repertorio es más amplio.
Todavía me sigue dando vueltas la cabeza y hasta me engranujo suponiendo tener que hacer la misma selección pero con los libros.
Lo dejo de tarea, por si acaso llegara el momento o para que recuerde esa canción que tanto le gusta.
Y de repente aparecen ellas (las musas) de la forma en que menos imaginas o a través de la persona con la que menos compartes.
En los últimos tiempos el uso de las tecnologías y las redes nos circunscriben a espacios de uso continuo en donde mantenemos el encuentro con los cercanos, los lejanos y los que no te importan, pero que de todos modos te animas a seguir. Me puso a pensar una publicación de un amigo. Una imagen.
Y si me detuve a analizarlo entonces es porque pienso que vale la pena compartirlo, pero de tanto pensarlo tuve la idea de hacer la consulta de manera directa, para luego analizar que mejor no lo consultaba sino que mejor escribía al respecto.
ufff.
La cuestión fue la siguiente: Un escenario (haciendo la ambientación del lugar). Estás en una sala o cualquier otro espacio confortable (público o privado) . Debe haber un trago a mano (casi imprescindible). Estás disfrutando el momento (solo o acompañado). La música la provee una hermosa bellonera vintage que emociona los sentidos. Lo que está sonando te anima y te motiva. Está casi acabándose. Entonces se detienen los sonidos y quieres seguir escuchando canciones. Te mueves para buscar una canción y de repentes descubres que sólo queda una moneda en todo el lugar. Una sola.
¿Qué canción elegirías?
La elección es difícil. Seleccionar de repente una única canción entre todos los géneros o artistas que nos atraen resulta cuesta arriba.
Se me ocurrió hacerle la pregunta a una persona, le planteé este panorama y extrañamente me respondió muy rápido: escucharía una canción que rara vez escucho, aunque no sea de las más favoritas.
Yo no sé si haría lo mismo, me dio vueltas la cabeza tratando de pensar cual elegir, porque el solo hecho de escoger la última canción sería como ponerle punto final a la noche: tómese su trago y váyase a acostar. Fin.
Pienso que la elección tendría que venir vinculada al momento y la compañía: si acaso es una noche de despecho a lo mejor lo que le llega a la mente es una bachata o una de esas baladas de cortarse las venas; puede ser la celebración de un logro o un acontecimiento importante y es un disco pop o un merengue. Quizás romance y ahí el repertorio es más amplio.
Todavía me sigue dando vueltas la cabeza y hasta me engranujo suponiendo tener que hacer la misma selección pero con los libros.
Lo dejo de tarea, por si acaso llegara el momento o para que recuerde esa canción que tanto le gusta.
Muy interesante para reflexionar sobre cualquier situación donde las oportunidades se vuelven escasas amiga.
ResponderBorrarMuy importante su comentario, el hecho es llevarnos a la reflexión, aún cuando el tema pueda ser divertido.
BorrarMe lleva a Borges el tema...! Muy bien selecionado y (de nuevo el azar, como diría el maestro) una sola moneda y siempre de dos cara...anverso y reverso; cara o cruz. Elegir una canción o un libro o puede ser una flor...seguramente no la que más nos guste pero si la que más represente el momento y el lugar en donde se nos presente tal disyuntiva...yo elegiría una canción quiza no la que más me guste pero de seguro, una que se relacione con el momento y sea de mis favoritas...ejemplo: una mujer com sombrero...Silvio Rodriguez. Si señor
ResponderBorrarUna elección, sin dilación, para cualquier tema de la vida. Me honra que leerme te lleve a Borges. También me encanta que hayas pensado en Óleo de Mujer con Sombrero, sin dudas una de mis favoritas, aunque no sé si la hubiese elegido yo con mi última moneda.
BorrarY si no decido? Y si me guardo la moneda?
ResponderBorrarSiempre es tu prerrogativa. Las circunstancias son las que te muestran cuál podría ser la decisión que mejor te favorece. La cuestión es plantearse la decisión a tomar y pensar en las opciones.
BorrarHace pensar de las cosas que tomamos por sentado, porque "nos abundan", como lo es la música ahora con tantas opciones que hay actualmente, brindadas por la tecnología. Pero cosas como tu ultima comida, una sola canción o como pasarías tu ultimo día,; generaran una reflexión muy interesante.
ResponderBorrarExactamente!!!
Borrar😮😣😥 El momento, el estado de ánimo, influirán. Ufffff, que dificil resulta en ocasiones tomar una decisión. No tomar ninguna es ya una decisión. Me traslada sin remedio hacia algunas canciones: Decisiones, Ruben Blades / Piano Man, Billy Joel.
ResponderBorrarAsí es, hasta no hacerlo es una decisión. Que bueno que te llegaron algunos temas entre los cuales elegir. Tomando los cantantes que mencionas, de Ruben Blades yo elegiría PARAO y la canción de Piano Man la prefiero por Ana Belén.
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