Descubre tus lujos
Busqué en el diccionario la definición de lujo y el resultado fue ¨exhibición o manifestación de riqueza¨. También agrega que está referido a una ¨cosa o conjunto de cosas prescindibles que suponen gran gasto de dinero o de tiempo¨. Si lo analizamos bien, todo este tema es subjetivo: puede que sean objetos, pero la mayoría de las veces son instantes y personas que te acompañan, momentos que se disfrutan. Así como en el arte, cada uno puede tener una visión diferente sobre lo que considera lujoso.
Con frecuencia escuchamos a las personas indicar que pagan lo que sea por tal o cual producto, aquellos que proporcionan cierta comodidad o facilidad o algunos que simplemente son superfluos. No se trata de tener el auto más caro, ni la ropa de diseño, ni de cenar en los restaurantes más exclusivos de la ciudad y mucho menos de que se consigan esas cosas para aparentar frente a los demás. Normalmente lo que nos produce comodidad es lo que termina siendo un lujo, aun cuando cueste poco o quizás nada. La idea es reconocer aquello que nos hace sentir fabulosos, llenos de glamour o simplemente cómodos y en plenitud. Luego de tener la lista clara, ir en su búsqueda y darnos esos gustos.
Quizás tienes cerca de ti una playa pública a la que puedas ir en compañía y simplemente meter los pies en la arena y sentir la brisa del mar. En medio de la turbulencia de las preocupaciones y el diario correr, eso sería un lujo inestimable.
Tengo un amigo de estilo sencillo y ligero que no prestaba mucha atención a la marca o moda de la ropa, sin embargo era impecable con sus lentes de sol, los más modernos y costosos. Todo un contraste. Me explicó que se tomaba muy en serio el tema de los rayos ultravioleta y el cuidado de su vista y eso significaba estar pendiente de la mejor propuesta del mercado en ese sentido y por supuesto su valor, algo que para él ese accesorio lo merecía. Ese era su lujo y a la vez su prioridad.
Puedo contar que tengo un lujo identificado, que para otros es una rutina. Me encanta tener flores en diferentes rincones de la casa y por distintas razones se ha convertido en un placer que fui relegando.
Es común y agradable escuchar la manera en que la gente describe lo delicioso del confort de las sábanas recien cambiadas. Para elevar ese gusto hay quienes prefieren tenerlas con descripciones específicas en cuanto a los hilos o la texturas o probablemente de un color único. Todo eso augura descanso, relajación, nuevamente un momento disfrutado.
Me he propuesto hacer una lista de las cosas o momentos que me provocan la sensación de lujo, sin importar si requieren inversión de dinero. El simple hecho de tener claro lo que realmente me gusta me permitirá reconocer cuanto esfuerzo debo hacer para conseguirlas. Probablemente muchas de ellas no requieran sacrificio alguno y me estoy perdiendo el placer de disfrutarlas, de agregar más felicidad a los días. Y la intención es esa, ser más feliz cada día de mi vida.
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