BUSQUE CON QUIEN BESARSE.... Y BESENSE

Escuchaba una canción y me quedé pensando, tal y como le diría Facundo Cabral a Alberto Cortéz, ¨ cuanto me hubiese gustado escribir esa canción ¨.  

O por lo menos poder escribir una canción así de bonita. Ese pensamiento me surgió escuchando a Juan Luis Guerra interpretar la canción Romance Rosa (1991, Album Bachata Rosa).  Mucha pretensión aspirar a escribir algunas letras parecidas a las canciones del gran Juan Luis, pero en realidad no era intención de acercarme a sus canciones, sino de tener la posibilidad y la capacidad de expresar cosas tan bonitas en una canción.

Y ya saben, un pensamiento lleva a otro.  Entramos en febrero y en nuestro país hay dos cosas que lo caracterizan, el carnaval y la celebración de San Valentín.

El carnaval tenemos que ponerlo en remojo y posponerlo. Todavía no estamos en condiciones de  celebrarlo y en este momento hay que evitar las aglomeraciones, hay que cuidarse, entonces, nos queda el día del amor y la amistad.



Mucha gente critica el hecho de que se elija un día para celebrar el amor y que la fecha se ha convertido en una  razón comercial.  Entiendo que quien lo dice es porque con frecuencia toma su momento para expresar afectos, de la manera que fuera, especialmente con atenciones que hacen sentir bien a los demás y que por eso no le encuentra razón a escoger un solo día para tener esos detalles.

Aun así, pienso que es muy lindo sostener la emoción de una celebración especial en un día especial, independientemente del resto de los días del año en que lo puede celebrar también.

Hay que amar, hay que expresarlo y celebrarlo, como diría mi amiga Patricia Mejía, ¨ busque con quien besarse y bésense ¨. 

Muchas personas piensan que hay que tener pareja para celebrarlo, pero el amor tiene muchas vías por el cual ser expresado.  Comience por usted, haláguese de manera especial y diferente este día, con un regalo especial, con una comida especial aunque sea con delivery y en la tranquilidad de su hogar o hasta en su mismo escritorio de la oficina.  Pero es que además hay mucha gente especial con quienes celebrar, los hijos, los padres, los amigos más queridos. 

Celebre con lo que tenga y como pueda, tampoco es para caer en quiebra, la idea es dar amor, expresar amor y recibirlo.  Eso sí, no deje de regalar siempre que pueda, porque es una fiesta en el corazón para quien recibe un regalo.

Si a usted le sale bien escribir notas, pues unas palabras con afecto, con intención, llenas de amor, siempre son el tónico especial para cualquier corazón. Escriba cartitas, pequeñas tarjetas que estén llenas del amor que siente por esas personas, con letras de colores, con bordes de resaltadores o florecitas si eso va con usted.  Quien le ama sabrá apreciar la dedicación y esa expresión de amor por encima de la limitación.

Si le gusta sembrar, pues comenzando el mes empiece a recoger esos pozuelos y tazas que ya están gastadas y a preparar sus retoños de plantas para regalar.  A mi me haría feliz recibir una pequeña planta de cualquier hierba de cocina, hierbabuena, albahaca o romero, por ejemplo, preparada de esta manera.  Porque no sólo será una planta, sino el esfuerzo y dedicación de preparar ese regalo, con tiempo, con las manos, con la intención de hacerme feliz. Y como yo muchas personas lo sienten igual.

Así que, fíjese usted, aún sea una fecha comercial, el hecho de que le preocupe encontrar el regalo especial, tener el dinero necesario, salir a buscarlo y preparar las condiciones para entregarlo son detalles importantes que reflejan un lugar especial en el corazón.

Entonces, le sugiero, haga su lista de personas especiales, haga su lista de las posibilidades con las que cuenta y prepárese para celebrarlo. Abra su corazón y entregue todo el amor que guarda dentro.




DESDE ATRÁS... HACIA ADELANTE

Desde mediados de la pasada semana he estado pendiente de la fecha para sentarme a escribir estas líneas. No lo saben, pero me he organizado para escribir los domingos y publicar los lunes.

En esta ocasión me he quedado observando los días, el feriado que toca martes pero será movido para el lunes y el día del mes que corresponde.  Ya se está acabando el mes de enero y recordé que el pasado año, durante este mismo mes,  había una queja casi colectiva de que los días eran muy largos y la sensación era de que tenía más de 31 días.

La reflexión es que me quedé pensando  en las acciones y sensaciones de esta misma fecha el pasado año, en un momento donde no teníamos ni la más mínima idea del cambio radical que iba a ocurrir en nuestras vidas, de lo que estaríamos viviendo en los meses siguientes. 

Empezando el año hay expectativas de metas, objetivos trazados, sueños para cumplir.  Hemos realizado rituales para abocarnos al cambio en nuestras vidas, para incorporar mejoras en el camino a recorrer.  Tenemos listados de tareas, proyectos.  Así cada año. 

Y así también el pasado año.  Sin embargo, hay cuestiones que no varían y algunas rutinas que se deben seguir ejecutando. Horarios de trabajo que continuar, escuelas, supermercados, manejo del hogar.

Para finales de enero del pasado año se empezaron a escuchar noticias de una situación de salud en China, muy focalizada y con informaciones muy superficiales aún.  Esa ciudad de China queda muy lejos (es lo primero que pensamos) y no creíamos que podría ser algo que nos afectaría en este pedazo de isla en El Caribe.

Pero lo que de verdad quiero resaltar es la reflexión que hice después.  Haciendo un paralelo entre lo que hacía y pensaba el año pasado, sin conocer los hechos que luego sucederían, y el año que tenemos por delante, empecé a analizar sobre, si este año tuviera incidentes adicionales a los que actualmente tenemos:

¿Qué estrategia podría implementar para estar mínimamente preparada? 

Podrían ser cambios positivos o situaciones difíciles, para ambos casos puede haber alguna idea de aspectos que deben ser tomados en consideración.

¿Podría tener algún plan de contingencia? 

Pensaría en algún plan B o cualquier otra letra del abecedario, la que más te guste.   A veces pensar demasiado en la planificación nos da la sensación de tener las cosas en control, pero también nos mantiene en un estado de ansiedad que puede ser peligroso.  Equilibrio. Fluir. Esa es mi recomendación.  Algunas listas por ahí guardadas, pero sin permitir que dirijan cada paso a dar.

El pasado año nos dejó algunas lecciones y para mi muchas de ellas han sido más que positivas.  El año pasado lo inicié con una apertura hacia lo mayor y mejor para mi vida, lo cual por supuesto repercutiría en la vida de los que me rodean. Inicié con un curso de 12 semanas que sabía que cambiaría mi visión, porque lo sentía.  Luego lo comprobé.  Lo que no sabía es que ese curso sería mi soporte para un año inesperado. 

El año pasado nos enseñó a valorar más las relaciones de familia, los espacios íntimos. Lamentablemente hubo muchas personas que entendieron que no tenían a su lado lo que querían, pero eso también es bueno, nos organiza las emociones.  

Empezamos a valorar la tecnología como recursos que pueden mejorar la calidad de vida.  En países como el nuestro, el empujón radical hacia nuevas alternativas nos impulsó a una visión de desarrollo, a pesar de no estar preparados para ello.  La educación todavía tiene muchos retos que enfrentar y cambios que desarrollar, pero ya está claro que no puede ser un proyecto a largo plazo, debe ser una acción inmediata y la ciudadanía debe entender que todo esto es un proceso de error y prueba para el que no estábamos preparados pero que es inminente y busca lograr lo mejor.

Esa misma tecnología motivó a mucha gente a desarrollar su capacidad emprendedora, buscar alternativas de progreso, de ingresos. Se diversificó y aumentó la cantidad de servicios a través de las redes y como dice Juan Luis Guerra en el anuncio de televisión, ¨ hemos hecho que llueva café ¨.  

Como usuarios también enfrentamos un salto.  Cambiamos nuestras preferencias, empezamos a valorar los servicios a través de las redes, los productos; el delivery se empezó a hacer parte frecuente de la rutina diaria, supermercados, farmacias, regalos.

Y así hay muchos puntos a considerar.   Podría sugerir algunas acciones encaminadas a los cambios que pueden irse incorporando en nuestras vidas, a partir de situaciones que debamos enfrentar,  pero lo primero es dar una miradita al punto en donde estuvimos el pasado año, la forma en que enfrentamos lo que vino después y lo que quedaría pendiente de modificar.  

¿Cuáles cosas se pueden hacer para seguir adelante?



Expresión de Emoji

Yo no sé a cuantos mas les puede estar pasando como a mi, pero confieso que hay cierta influencia de los accesorios utilizados en las redes sociales, en conversaciones o actividades de la vida cotidiana.  Algunos solo resuenan en mi cabeza, otros pueden ser reconocidos a través de mis expresiones.

Me refiero a los emojis, emoticonos, emoticones, caritas. Hay variadas formas de nombrarlos.  

La cuestión es que a veces estoy en conversaciones en donde de repente escucho un comentario y a mi cara llega la expresión misma de uno de esos emoticones: duda, como la carita que se pone la mano en la barbilla y pone expresión de pregunta ; quizás una sonrisa que saca todos los dientes pero cierra los ojos😁 . 

En realidad no se si el interlocutor lo notará, pero yo siento que estoy expresándome de esa manera.  Mis hijos me dicen que se me nota especialmente el emoji que corresponde al comentario sarcástico cuando estoy incrédula. 

Pensando en eso descubro que en realidad no es un fenómeno reciente de whatsapp o las redes sociales, no es una cuestión del momento actual.  Hay conversaciones en que la respuesta esperada es un vacío en donde solo cabe el sonido del grillo ¨ CRI CRI - CRI CRI ¨  como última palabra, o porque lo que se puede decir es muy obvio o porque es mejor no decir nada.  Y eso no es un emoji.

Hay situaciones en donde la circunstancia que se está manejando, personas, acciones, ameritan el acompañamiento de la música de duelo del medio oeste como efecto especial. (quise insertar aquí el audio, pero no lo logré).

Es la influencia que tiene en nosotros el impacto de los medios de comunicación, televisión, cine, teatro.  Podrían creer algunos que son inmunes a este efecto, quizás sí lo son, pero yo admito que me rindo ante muchos de ellos.  Solo nuestro entorno, las personas con las que compartimos y nos acompañamos, podrán ver claramente la manera en que lo expresamos.  Hay gestos, palabras utilizadas por algunos personajes que se quedan muy dentro de nosotros.  

Puedo mencionar la influencia de los personajes de la Escuelota, el programa de comedias del Show del Mediodía de los años 70 y cuantas veces yo misma me he visto respondiendo con algunas de las mismas expresiones de ellos, como cuando a alguna pregunta la primera respuesta que llega a la cabeza es una expresión de Bobby:  ¨ eso es correcto teacher  ¨. 

Definitivamente no es algo nuevo,  desde siempre hemos tomado expresiones de los medios de comunicación o de diversos personajes, que luego utilizamos en las conversaciones y con los avances tecnológicos vamos incorporando otras.  Ahora son  ¨caritas ¨.  Ya yo tengo definidas mis favoritas. 





Vamos a comer¡

Por ahí por la página de inicio de este blog hay un párrafo que dice: 

¨De esto se trata...

De aquello que debo compartir, porque sería intolerable callarlo y no disfrutar ese placer con los demás, de lo rico que fue eso último que acabamos de probar y que dejó huellas en nuestra mente y nuestro paladar, del agradable recuerdo de lo que vimos recientemente o anteriormente, ese aroma que se te pega, se mete en tu nariz y la experiencia de describirlo es deliciosa, sentir la piel vibrar, nacer y vivir¨.

Y de eso se trata en este momento y en toda su expresión.

Hace un tiempo vi una de esas series coreanas, esas que llaman ¨ doramas ¨,  que me gustó bastante y aunque en algunos momentos la había mencionado, especialmente en conversaciones de sobremesa, había pasado por alto la idea de escribir sobre ella.

Este dorama de solo dos temporadas, la primera de 16 episodios y la segunda de 18, maneja varias temáticas muy interesantes, pero la que me lleva a escribir estas líneas está referida a la comida.  El protagonista, dentro de todo sus temas, es un joven que trabaja como vendedor, pero su pasión es la gastronomía y tiene una habilidad especial para hacer la descripción de los alimentos que escoge cuando visita cualquier restaurant.

No importa si es un comedor, un restaurante formal, un camión de comidas o algo que se cocinara en casa, al finalizar escribía para su blog haciendo una descripción de lo que comió, la forma en que fue servida la comida, el detalle de cómo fue presentada y entonces hacía una descripción de cada bocado, la combinación entre el alimento y los ingredientes con los cuales fue preparado.

Los coreanos tienen por costumbre pedir varios platos diferentes en un mismo tiempo de comida, porciones pequeñas pero diversas, por eso sus mesas lucen como un buffet.  Este chico también comenta cómo influye combinar unos alimentos con otros o con las bebidas que le acompañan.

Picantes, salados, semi-dulces, combinados, sopas, carnes, muchos vegetales siempre, algunos muy calientes y que deben ser comidos precisamente de esa manera, despacio, soplando para no quemarse la lengua, sonoros. Parte de la cultura que también se reconoce en la serie.

Hasta ahora parece una película de comida como muchas tantas que se reproducen en las redes, sin embargo, la parte más interesante de esta serie en relación a la comida es que después que el protagonista escribe en su blog sobre lo que acababa de comer, sin decir en donde fue, aunque incluyendo en la descripción la influencia del local, es que la foto que coloca es de un plato vacío¡ 

Así es. Tomaba la foto de lo que se había comido después que dejaba el plato limpio casi en su totalidad. 

Y con la descripción detallada de los ingredientes, de la forma en que fueron combinados, de los otros platos y la bebida que lo acompañaron, la influencia de las condiciones del local, de la gente que le sirvió los alimentos y hasta del precio, al mirar la foto de un plato vacío la reacción de las personas era imaginar, saborear, sentir la forma en que la boca se hace agua y entonces tratar de adivinar, por los pequeños detalles del lugar que se dejan notar en la foto,  dónde fue servida para salir corriendo a pedir lo mismo.

Una influencia creativa e imaginativa demasiado poderosa. En mí lo logró. En su momento no salía a buscar ningún restaurante coreano, naturalmente, pero se comió mucho ramen por esa época.  Era lo más cercano a lo que veía que podía tener. Y aprendí a preparar algunas combinaciones.

Quizás no le damos la importancia que tiene, pero la comida termina siendo el centro de todos nuestros espacios y actos: nos cohesiona, nos motiva, nos fortalece. De la manera que sea que la tomemos, para sanar, para compartir, para saciarnos, para apagar un dolor, para celebrar.  Para mi tiene magia, sin importar lo que se prepare.

En la serie los demás temas también son muy interesantes, una mujer, divorciada y sin hijos desde hace más de 10 años que tiene una batalla interna entre su trabajo, sostener un control sobre su vida, pero también el deseo de hacer o tener algo diferente, de vivir algunos cambios.  Los compañeros de trabajo, su diversidad y sus características tan particulares; la influencia de la familia y su percepción de lo que debe ser la vida de cada uno de sus seres queridos.

Ojalá puedan saborear como lo hice yo, y hasta divertirse, porque tiene una carga muy buena de humor, conocer un poco más de la cultura coreana desde la perspectiva de la vida real por esos lares y hasta decidirse a preparar o a buscar algunos de esos platos.

(Let´s Eat 1TV_series)







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 "Los días históricos se ven normales cuando los vives desde dentro"    Albus Dumbledore. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlo...