Te invito un trago
La idea era invitarte un café, porque, ya sabes, me gusta mucho el café, pero también me gusta la idea de expandir las posibilidades. Quizás prefieras un té, o a lo mejor una copa de vino. Entonces la invitación es a brindar.
El hecho es que quiero invitarte a compartir conmigo, a desearnos salud desde el primer sorbo de lo que sea que fuese tu elección y a construir historias.
Te invito a iniciar con el café y el té, las dos cosas estarán en la bandeja, todo el café que quieras, todo el té que te anime. En la bandeja también pondré galletitas para complementar y habrá alguna flor, no sólo porque se ven bonitas dispuestas al lado del azúcar, sino porque dentro de la agenda también deshojaremos con sus pétalos esas dudas de amor, relaciones perdidas, besos que el viento se llevó.
Imagino que a estas alturas ya hemos saboreado todo el café que nuestros recuerdos nos hayan traído a la punta de la lengua, aquellas delicias aromáticas que vienen de otras latitudes, el que colaban en los campos a los que íbamos de vacaciones, en aquellas épocas en que no se nos permitía beber café, el que florece en la memoria de viajes por otros países, el que vemos desarrollar en el nuestro y esperamos en algún momento probar. Vamos deshojando flores y liberando recuerdos, de amores y de cafés.
Junto a la mesa del café he colocado otra y tiene alguna picadera y una hielera con cava y dos copas altas. No necesariamente porque crea que la cava sea lo que más te guste, y si es así mucho mejor aún, pero en realidad estoy pensando en que es la mejor manera de limpiar el paladar. Más divertido y apetitoso.
Al igual que yo debes estar sintiendo la música bailando entre los dedos, despertando los poros. ¿Qué te gustaría escuchar? Ya la tarde es casi noche y los colores del cielo: azul cobalto que quiere ser oscuro, rastros de rojo sol, que hace pocos minutos era un rosado con nubes, esa amalgama a mi me resuena a flamenco, alguna guitarra con mucha pasión. ¿A tí te parece más a jazz? Excelente, te propongo que escuchemos una y una.Hablando de propuestas, es hora de hablar de los proyectos, los sueños, los que persisten porque nunca queremos iniciarlos, los que vamos cambiando en el camino, los que nos cambian a nosotros a medida que los vamos ejecutando. De gente, de lugares, de inversiones, de emociones. Esos parecen temas profundos, pero son los motores de cada día. Cambiemos de copa, cambiemos de trago, elige lo que gustes, la tercera mesa contiene lo que entiendo puedes preferir y te puedo brindar.
Pero levanta tu vaso y brinda conmigo, que las copas hablen, que los sentidos se sientan liberados, reconocidos. Y que al chocar las copas se rompa la tristeza, la nostalgia, las frustraciones, para que el licor pueda llenarnos de emociones.
Tomo la palabra, me quiero ir por delante. Voy a hablarte de encuentros, de miradas. Debería comenzar por otra línea, como el trabajo, el futuro, pero hay que admitirlo, las pasiones nos curten la piel y nos mueven a expresarnos. En ese instante llega a mi memoria una parte del cuento de Benedetti llamado Cleopatra, una provocación oculta en un relato que parece sencillo y te comparto: ¨Me besó sin pedir permiso y a mí me pareció la gloria. Le devolví el beso con hambre atrasada. Me enlazó por la cintura y yo rodeé su cuello con mis brazos de Cleopatra. https://narrativabreve.com/2013/12/cuento-breve-mario-benedetti-cleopatra.htmlPor breves instantes se me olvidó que iba a contarte de los proyectos, del trabajo y los chismes de la gente, por ahí siempre hay mucha tela que contar para divertirse, entre dos y que no se multiplique, que quede ahí, que no haga daño a nadie más.
O fue muy poco el café o el tinto de la vid no alcanzó llenar mi copa, o el tiempo dió un salto y me perdí en la pausa de tu sonrisa, en serio, por un instante me creí estar sentado en tu terraza compartiendo ese trago que siempre queda pendiente entre dos buenos amigos.
ResponderBorrarQue nunca es suficiente el tiempo aunque nos pasemos el día entre tragos, recuerdos y comentarios. Por casualidad le llegó a la mente Omara Portuondo? Quizás Concha Buika con Javier Limón tocando la guitarra.
BorrarY así, al leer "Te Invito Un Trago", las lagrimas fueron saliendo y rodando por mis mejillas. Compartir y disfrutar lo compartido, maravilloso.
ResponderBorrarEl que recuerda lo compartido disfruta doble. Me alegro que al leer lo que escribo puedas traer al recuerdo y a la piel un momento disfrutado.
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