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Mientras tanto hay que vivir

En ocasiones, al buscar el espacio de descanso, acompañado de una copa de vino, quizás un atardecer, los espacios se convierten en momentos de reflexión.  Hoy, como algunos de esos días, me llega a la memoria una pregunta que me han hecho en repetidas ocasiones: 

Y para ti ¿Qué es la vida?

Quien me ha hecho la pregunta ha manejado el tema de acuerdo a las circunstancias que estén transitando en su corazón.  Con doble propósito ha formulado la pregunta, primero para tener una idea de cual es el camino por donde fluyen mis emociones y segundo para crear el escenario que le permita recibir la pregunta de vuelta y externar su comentario.  

Ya tengo dominado el contexto, sin embargo siempre queda dentro de mi la reflexión, porque la respuesta puede ser variable.  Hay algunos argumentos que son pivotes, como si de un buque insignia se tratase, porque están arraigados en mi esencia y existencia, pero hay otras argumentos que se van añadiendo,  porque también me siento identificada con ellos aunque son circunstanciales.

La vida, desde mi reflexión, comienza en Dios, el que está en ti, dentro de ti, en lo alto, a tu lado, con otro nombre, sin nombre ni rostro, desde cualquier preferencia espiritual.   El soplo de energía que te impulsa a respirar, a seguir adelante aunque sea solo por la necesidad de levantarse, aún cuando sientas que no puedes dar ni un paso más.

Y luego se puede pensar en tantas posibles respuestas con las cuales podríamos hacer, no una lluvia de ideas, sino una tormenta de opciones: el amor, la vida misma, la familia, respirar, disfrutar, la belleza, el arte en todas sus expresiones, la persona amada, los votos elegidos ya sea con la religión, el compromiso social, la profesión.  Cada quien sabe qué es aquello que le hace feliz y le llena de vida. Las circunstancias van agregando argumentos y en definitiva, eso es lo que termina siendo la vida.

Entonces quizás la pregunta tendría que ser ¿QUE ME IMPULSA EN ESTE MOMENTO? Reflexionar sobre eso mostrará, sin ser consciente o quizás no del todo visible,  toda una proyección de anhelos, objetivos, opciones, posibles estrategias. 

Es el momento de un café o una copa de vino y respirar profundo.  

Hay que visualizar, hay que anotar toda idea, quizás hacer rayas entre una y otra, en una hoja de papel, y entrelazar todos estos elementos.  Es posible que de tanto vincular una línea con otra pueda dibujar una bonita flor o una estrella que le lleve a definir sus sueños y la manera de alcanzarlos.

Mientras tanto, hay que vivir procurando ser feliz.






NUMEROS ESPECIALES

Y me quedé pensando, 
¿De qué puedo escribir en la edición número 100 de mis publicaciones en este espacio?  ¿Tendrá que ser algo especial?   ¿Lo mencionaré o simplemente escribiré con la satisfacción de haber llegado a 100 entregas?
Y me quedé concentrada en el número. 
Y me quedé enredada en tantos otros números que son hitos, momentos trascendentes en nuestras vidas.

Hubo toda una generación para la cual la emoción se desbordaba al llegar a los 15 años, sea que pudiera tener una celebración o no.  

Ahora mismo no tengo mucha información sobre cómo esperan las jóvenes en la actualidad la llegada de esta fecha. 

La forma de celebrarlo ha cambiado, abundan mucho las niñas-madres de esa edad y las situaciones y responsabilidades superan las expectativas de una celebración de quinceañeras. 

Están también aquellas chicas que ya han tenido ¨ emociones fuertes ¨ en sus vidas 🤣  y una fiesta de quince años no es de su interés. 

Los años intermedios se celebran y se disfrutan, pero no tienen la relevancia que para otras generaciones tenía llegar a los 50 años.  
Esa edad era vista como el broche de oro de los cumpleaños.  

Ahora se celebra como un número importante, pero no tiene la impronta que en otro tiempo tenía.  

Hombres y mujeres en la actualidad viven esta edad desde otra perspectiva, redefiniendo sus prioridades y la estrategia para disfrutarlas, comparten, celebran cada día,  se capacitan, se cuidan.


Y suelto los números en las edades. 
Hay muchos números divertidos para citar.  La semana tiene 7 días, pero para muchos, la expectativa de la llegada del 5to día trae una emoción y una animosidad que puede ser contagiosa. La magia del viernes.

En República Dominicana se reconocen ¨ los 3 golpes ¨ , el mangú de plátanos ideal que lleva tres ingredientes como acompañantes: salami, queso y huevo frito.  Que no se le olvide agregar las cebollas.

Hay otra constante en los dominicanos que no puedo dejar de mencionar.  Cuando el día amanece lloviendo fuerte y se mantiene constante, de inmediato se menciona que ¨ el día está para 1-2-3 ¨ , comenzando por un sancocho. Sin comentarios adicionales al respecto.

Luego están los planetas, la astrología, la numerología como tal que es toda una ciencia basada en el valor de los números y su relación causa-efecto.  Y si de números vamos a hablar debí haber comenzado por  las matemáticas y su referente por excelencia que es el  PI y todo su enigma y simbolismo.

Pero volvamos a la publicación número 100 y a este blog.

Analizarlo me llevó a buscar el primer escrito publicado.  En fecha 17 de julio del 2008, https://puntadelalengua.blogspot.com/2008/07/como-una-chiquilla.html.

  





Como una Chiquilla.

Sin pretensión alguna de escritora, más bien de quien comenta con los dedos. Me abro a este espacio, permito que mis ideas fluyan hacia mis manos y les cuenten todas esas cosas que puedo tener en la punta de la lengua, la emoción del libro que acabo de leer, la película que me gustó o no, el disco que me llevó a vociferar, porque cantar definitivamente no va conmigo.





Esa fue mi propuesta en la edición No.1 y así ha sido en este recorrido hasta llegar a 100 entregas, he dejado que mis ideas fluyan y las he compartido.   No sé si mi ritmo es lento o si llevo buena velocidad, pero aquí estoy y me parece que he sido fiel a lo que indiqué en principio,  porque tal y como menciono en la biografía, 

De esto se trata

De aquello que debo compartir, porque sería intolerable callarlo y no disfrutar ese placer con los demás, de lo rico que fue eso último que acabamos de probar y que dejó huellas en nuestra mente y nuestro paladar, del agradable recuerdo de lo que vimos recientemente o anteriormente, ese aroma que se te pega, se mete en tu nariz y la experiencia de describirlo es deliciosa, sentir la piel vibrar, nacer y vivir.

Debo agradecer a las personas que me han acompañado estos años, me motivan, me impulsan, me retan a mejorar y a disfrutarlo tanto que se pueda transmitir ese placer.

¨ GRACIAS ¨

Sigamos compartiendo.


Vamos a Construir

Siempre rechazo la visión pesimista de algunas personas que envuelven a la gente en corrientes de negatividad y fatalismo. Mucho drama.

Por supuesto no camino con los ojos cerrados.  Soy consciente de todo lo que pasa a mi alrededor y ciertamente abundan los cataclismos, los momentos de dolor.  

Estamos enfrentando situaciones en diferentes ámbitos que laceran nuestras emociones, alteran nuestra paz espiritual y nos paralizan en el crecimiento interior: conflictos entre países que derivan en situaciones bélicas en donde los inocentes son los más afectados, ya sea porque sean atacados directamente o porque la repercusión implica dejarlo todo y tratar de buscar otros lugares donde continuar la vida.
Muy doloroso y difícil.
Fenómenos naturales que rompen el curso regular de la existencia, como es el caso del paso de un huracán por una isla que la inunda en un 60%.

No voy a seguir enumerando, no voy a abundar en el dolor.

Prefiero inclinarme hacia una postura que piensa en mejores momentos y situaciones, que espera que lo difícil pueda cambiar a mejor.  Leí un mensaje sin firma que dice que ¨ser positivo no significa que las cosas vayan a salir bien, sino saber que estarás bien sin importar cómo resulten¨.

Haciendo reflexión de circunstancias difíciles y pensando en sentido general, en la vida, la gente, el planeta, me he detenido en una pregunta, una que leí y que en el instante no supe contestar: 


Luego me pareció que tenía una lista muy larga de cosas que sin pensarlo mucho deberían eliminarse, como por ejemplo las enfermedades (especialmente el cáncer), la desigualdad (económica, de género, raza) y otros temas más.  

El momento siguiente fue para pensar en sucesos a nivel personal que me hubiese gustado que no pasaran.  Pero hasta pensar mucho nos puede enredar y soy consciente de que las situaciones que en su momento fueron difíciles son las que nos enseñan las mejores lecciones y se convierten en parte del esquema de vida, terminan siendo necesarias.

Quizás la cuestión sería imaginar qué cosas pudimos haber hecho diferente para que a la larga el resultado fuese el esperado, un panorama más favorable.

O como en una ocasión ya mencioné, qué debo hacer hoy para más adelante poder obtener los resultados que espero. De manera consciente dar los pasos en este instante para tener más adelante lo que quiero alcanzar.

Vamos a evaluar lo pasado, vamos a pensar lo que queremos, vamos a crear ese futuro anhelado, pero sobre todo, vamos a disfrutar cada paso que vamos dando para conseguirlo.


ES NECESARIO BUSCAR CON EL CORAZON


Hay que usarlo, pero no de cualquier forma, hay que usarlo sin límites, sin espacios, sin medidas, porque además es ilimitado aunque pensemos que se puede acabar. 
Pues no. 
Se expande hasta más allá de lo imaginable. 
Se retrae cuando dejamos de usarlo y creemos que es porque se ha agotado, porque se ha endurecido, pero lo cierto es que simplemente ha dejado de estirarse. En la medida en que lo vamos liberando, el irá rompiendo costras, sanando y expandiéndose para llenarnos de vida. Es cierto que no todo el mundo está habilitado para recibir todo lo que circula por un corazón amoroso, algunas personas se lo pierden, pero lo importante es saber que el nuestro, el que está dando lo mejor de si, está cada vez más reforzado, más repleto, porque se abre a la vida misma y puede suceder, o mejor dicho, sucederá que las personas que están en sintonía con tu corazón abrirán el suyo y se extenderán hacia ti y llenarán sus corazones de la misma dicha y plenitud.

Porque es con el corazón como se busca y si se busca con el corazón, se encuentran las mejores cosas.



EN QUE HISTORIA VIVIRIAS


Me pareció genial una publicación que leí en el muro de Instagram de Cuesta Centro del Libro (@cuestalibros). Los comentarios de las publicaciones en estos espacios sociales siempre son la parte más divertida, aunque por supuesto siempre aparecen personas con opiniones realmente odiosas, fuera de lugar y de contexto, inclusive en el muro de una institución como ésta, pero en sentido general las opiniones fueron muy buenas.


Y en principio me quedé pensando sobre cuál sería mi lugar ideal a partir de los libros leídos pero divagando en esos pensamientos me llené de sorpresa al constatar de manera tangible, siendo algo abstracto, que siempre mencionamos el mundo de aventuras y lugares que nos presenta la lectura y en este ejercicio mental eso quedaba perfectamente resaltado.
La variedad de lugares visitados a través de la lectura nos da la oportunidad de seleccionar también diferentes épocas.

Sin dudas Londres, no importa la época, ha creado expectativas de vida con un amplio número de lecturas que ha dejado enganchada a muchas personas.  Fueron muchos los que mencionaron a Harry Potter, el Castillo de Hogwarts, el Callejón Diagón, como los lugares en los que les gustaría vivir o recorrer, pero por supuesto no es solo el lugar, es la fantasía, la posibilidad de la magia. Y sucede en este punto algo muy interesante, Hogwarts es un portal al pasado a través de formas, creatividad, imaginación pero con elementos de la actualidad, una simbiosis que hace más atractivo el escenario.

Y siguiendo con la fantasía, ¿Qué tal sería vivir junto a Alicia en el País de las Maravillas? O como mencionó alguien en uno de los comentarios, ir de planeta en planeta como lo hizo El Principito, quizás darle la vuelta al mundo en 80 días.  No debe faltar quienes prefieren las aventuras, podría ser dentro de un submarino de acuerdo a la propuesta de Julio Verne, en un campamento de guerreros Romanos junto a Escipión; caminando o compartiendo la mesa con Jesús en Galilea o Jerusalem, o algún lugar en el espacio exterior, un planeta desconocido pero que guarde escondido mucho tecnología y diversidad. ¿Y que tal si su lugar soñado a partir de una lectura esté enmarcado en el futuro? Lo menciono pensando en el libro Lágrimas en la Lluvia de Rosa Montero, enmarcado en el año 2109, con la posibilidad de movilidad entre planetas pero con un número de limitaciones también.


El Macondo  que nos detalló Gabriel García Márquez; Alacante, la Ciudad de Cristal de Los Cazadores de Sombra; la Comarca, Rivendell o la Tierra Media que nos relató JRR Tolkien en su saga de El Señor de Los Anillos, son espacios a considerar para soñar con una vida, quizás compartida con alguno de los personajes de estas novelas.  ¡Quizás algo más inhóspito aún como los reinados de los Juegos de Tronos!

Debo mencionar que me sorprendió mucho la selección de uno de los comentaristas de la publicación en donde decía que le gustaría vivir en el purgatorio de la Divina Comedia.
Si por el contrario su lectura predilecta anduvo por la línea de ¨Orgullo y Prejuicio¨ o quizás ¨Sentido y Sensibilidad¨, el mismo país en un período medieval sería su lugar favorito y de paso disfruta tanto de la vida adelantada de la ciudad de ese momento así como de su zona rural y me parece que la cuestión ahí sería más el estilo de vida que la localidad.

Y si por lecturas especiales elegimos lugares especiales, se mencionaron los molinos de viento de la región de La Mancha, la misma del Quijote.   Sigo pensando en aquellos que sienten la curiosidad de espacios como los que se ofrecen en Indonesia, en el marco de la novela REZA, COME, AMA.  No se puede quedar atrás la suntuosidad y el lujo del estilo de vida de Christian Grey, con el mismo personaje incluido, el cual resulta muy atrayente especialmente para muchas mujeres.
Las novelas de Dan Brown son de época actual, pero hacen un recorrido histórico por ciudades hermosas, tratando de encontrar respuestas y resolver misterios, todos elementos atractivos para pensar cómo sería vivir en esos espacios: historia, belleza, misterio, personajes.

Las posibilidades son tan infinitas como libros por leer. Yo al final de cuentas siempre termino pensando en La Toscana, algo que reconfirmé después de leer ¨La Casa del Viento¨, de Tatiana Hardie, un libro que me llevó a una región tanto en el pasado como en el presente, un lugar que he aprendido a amar desde hace algún tiempo, sin dejar a un lado la posibilidad de habitar algún castillo de la campiña francesa, muy cerca de Carcassone y tras los pasos de La Rosa.

Para todos los gustos habrán lugares. El corazón y la lectura te van indicando.  




Tradicional, sencillo y gourmet


Nada es absoluto, todo es relativo, siempre depende del prisma, del cristal con que se mira.
Mientras se calentaba en el pequeño brasero improvisado aquel manjar que íbamos a degustar, saboreábamos una copa de vino y de fondo escuchábamos una reproducción de jazz, mi compañero me relataba cual ha sido su vision de la vida, las expectativas, su percepción de las vueltas que da el mundo.

En su análisis me comentaba que es una persona llana, simple, que siempre tuvo rechazo hacia aquello que era llamado ¨gourmet¨, por desconocimiento o por vinculación con personas  cuya forma de decir las cosas implicaba burlarse del conocimiento de los demás.

puntadelalenguaNuestra mesa mostraba una mezcla de cosas que parecían tradicionales de la cocina diaria y otras no tan comunes.  El fondue que nos aguardaba ya empezaba a burbujear de manera suave y, aparte del tradicional pan en cuadritos que normalmente le acompaña, le había agregado pimientos de colores, berenjenas en rodajas y mini-salchichas. Mientras le escuchaba hablar me quedé pensando en ese prisma que al principio mencioné y el color del cristal con que valoramos las cosas, en este caso relacionado a los alimentos.

 A mi mente llegaron recetas de comida que recibo a través de las redes, con imágenes muy sugestivas sobre la exquisitez de los mismos, tanto que abren el apetito aún con el estómago repleto, con nombres extravagantes de países que probablemente no soñamos visitar nunca y al ver la lista de los ingredientes y la forma de cocinarlo, es posible que nos podamos sorprender; pero aún más, al conocer la historia de muchos de esos alimentos nos podemos estrellar contra una pared al descubrir que son preparaciones de pueblos, de barrios, de casas sencillas, pero a nuestros ojos tienen otra connotación.

Una vez probé un plato típico de Hungría, el goulash o gulash.  Estaba muy rico y desde que tuve la oportunidad busqué información a ver si era algo que pudiera preparar.  Efectivamente, es una comida casera tradicional, sencilla, preparada con carne de res, cebolla, pimientos, con mucha salsa, casi como si fuera sopa que se acompaña de pan o papas.

A través de un canal online de películas muy famoso tuve la oportunidad de ver una serie de documentales sobre gastronomía.  En principio pensé que era solamente de elaboración de comidas de diferentes cocineros y países, pero me pareció maravilloso la forma en que resaltaron las tradiciones, las costumbres, los ingredientes locales involucrados y la forma en que cada chef los aprovecha de acuerdo a las estaciones del país en donde residen.

Los ojos me brillaban como niña frente a su regalo de navidad viendo uno de los capítulos desarrollados entre la ciudad de El Líbano y Palestina y donde la tradición concentra la familia en compartir una mesa repleta de alimentos.  Es posible que algunos no sepan que en estos países preparan un plato llamado Baba Ganoush y que, con la sustitución de algunos ingredientes por otros de fácil adquisición, no es más que una pasta de berenjenas un poco dulce y muy sabrosa.  Me sorprendió y agradó mucho ver en este capítulo que utilizaban canela como ingrediente secreto para aderezarlo. 

Sobre el Baba Ganoush se dice que ¨las mujeres que lo consumen habitualmente adquieren sus mismas características de dulzura y seducción. La tradición más moralista dice que, por eso, hay que ser prudente en su consumo, pues puede poner en peligro la virtud¨ (wikipedia).

Tengo una amiga especial que siempre me dice que no le diga qué es lo que he preparado o qué ingredientes tiene, ella lo va a probar y sabe que va a estar bueno, independientemente de lo que sea.

De ninguna manera debe causarnos  aprensión la forma en que se presenta un plato o el nombre o procedencia del mismo. El plato más famoso de Francia, reconocido en una película muy popular y hermosa, es un plato de tradición rural hecho con vegetales, Ratatouille.

Y como ese puedo encontrar y compartir muchas muestras de países y culturas distintas que no son más que una comida compuesta de ingredientes básicos y tradicionales y hecha con placer para ser disfrutada por igual, ¨Sin Reservas¨, como decía mi chef favorito, Anthony Bourdain.

Reflexionando con una taza de café

¡Cómo se nos complica la vida!

Reflexionar sobre algún tema que nos asalte, que en un momento específico nos esté abrumando, sobrecogiendo, se hace mejor frente a una taza de café, o mejor dicho, saboreando una taza de café.
En principio la acción de detenerme frente a una taza de café y concentrar todos mis sentidos inició como un ritual mágico-espiritual. 
Desde el momento en que se está preparando el café, la espera, el sonido de la ebullición no importa la forma en que se esté preparando, se comienza a sentir la emoción del disfrute posterior. Comenzó a hacerse especial para mi la taza en que lo sirvo, tazas individuales, llenas de arte, de formas especiales que iluminan mi mirada. Para sumar al placer visual les cuento que siempre me ha fascinado ver el movimiento del humo, a veces como parte del fuego, un baile sensual que despierta sensaciones, que abstrae y embelesa.

Luego el aroma... ese aroma que atrapa hasta a aquel que prefiere otro tipo de bebida. Y como guindilla que corona el postre, ya sea que le guste bien caliente o que como yo prefiera esperar a que baje un poco su hervor y no le queme los labios y el paladar, el sabor sin igual de una taza de café, amargo o dulce, denso, suave o robusto, algo como umami, un sabor que lo tiene todo, que no puedes especificar pero que tiene su propia identidad.  Eso es un ritual con una taza de café.
Después de describir un momento de felicidad vuelvo a la reflexión inicial.
Así deberían ser siempre las reflexiones, acompañadas de elementos que acondicionen el momento para que las ideas puedan fluir, a favor o en contra, quizás sin solución, pero fluir al fin.

Y como diría uno de mis compañeros de escritorio, y la reflexión...para cuando?

Me va aturdiendo pensar en los recovecos del corazón, la forma en que complicamos el amor y el amar, lo difícil que es conciliar las ideas, las palabras, los sentimientos, las lecciones, sobre todo si eso involucra a  otras personas. Y siempre involucra a más personas.
Se convierte en un golpe frío cada vez que me encuentro de frente con las imágenes que muestran lo fácil que me puede resultar ocuparme y preocuparme de crear las condiciones para que los que me rodean se sientan a gusto, felices, amados, y sin embargo se me olvida hacer lo propio conmigo misma.  
De pronto entiendo el verdadero mensaje de un ejercicio que junto a algunas amigas hemos decidido desarrollar para este año 2019.  En un encuentro que sostuvimos para cerrar el año que terminaba y preparar las iniciativas para el nuevo año, se nos pidió a cada una llevar una planta. La idea era hacer un intercambio al azar, escoger de una urna el nombre de la persona a la que le regalaríamos esa planta para que fuera su proyecto del año, un ser vivo del que nos ocuparíamos y al que cuidaríamos de manera singular. Sucedió lo insólito, al final a cada una nos salió nuestro propio nombre.  El universo nos decía que cada una debía cuidar de si misma, ocuparnos de nuestro amor propio representado en esa planta.
Cambia la perspectiva sobre el hecho de no solamente evitar que la planta muera, ocupándome de ella a diario, sino también recordar cada vez que vea la planta que debo amarme a mi misma, evaluar qué he hecho el día de hoy para lograr ese objetivo.
Fíjese usted, si a veces le resulta a uno complicado dedicarse atención de manera específica, que no será entender las relaciones con las demás personas, aceptar el amor que nos dan, cada cual a su manera e incorporarlo y adaptarlo a nuestras maneras. Asumir lo que está y lo que dejó de ser o lo que simplemente es diferente, cerrar los ojos ante situaciones que perturban nuestros esquemas, aún a sabiendas de que no van acorde con los mismos y de todos modos intentar dar el siguiente paso, vivir el momento, el día en curso. 
Llegado ese momento en donde se entiende de manera teórica lo simple que puede ser encontrar la felicidad y la importancia del tiempo vivido con relación al tiempo de vida restante, tampoco resulta fácil dejar pasar aquellas cosas que están arraigadas en la piel, en las lecciones de vida, en los elementos inculcados por la familia, por el entorno, por el destino, por lo vivido.
A esta altura del texto y con tanta reflexión, especialmente sobre temas con mucha tela para cortar, ya voy pasando de la taza de café, repetidas veces, a la copa de vino.
Al final, como muchas veces, hay que dejarle las respuestas a la almohada y esperar los rayos del nuevo día, hacer un resumen de los sueños, si es que los quiere recordar o prefiere dejarlos que sigan dormidos, tratar de escuchar en la primera oración los comentarios que nos envían los ángeles que a cada uno acompañan y continuar el día haciendo un listado de los cambios que pudieron haber sucedido desde el inicio de la reflexión, con la primera taza de café del día anterior. 

ENTRANDO EN EL PERSONAJE


No soy fanática de muchas cosas: me gusta un café, una lectura, compartir esa lectura y echar ¨un conversao¨ sobre ella.  Me gustan las películas o las series pero no cultivo ningún fanatismo, puedo dejar de ver cualquiera en el momento en que sea necesario, aunque me sienta muy atraída o conectada.

Ya sea que la elección del momento sea tomar un libro, ver una película, comenzar una serie, hay que considerar varios factores: la recomendación y aquello que nos hace cosquillas en el corazón, por supuesto entre aquello a lo que tenemos acceso.

Tengo una forma peculiar de ver las películas: reconozco la trama, la actuación, el ritmo, todo aquello que usualmente tomamos en cuenta. Pero más allá de eso, o de las partes negativas que podamos encontrar, me gusta sacarle provecho a ciertos elementos que en ocasiones no son tomados en cuenta: la forma en que algunas situaciones son manejadas, los escenarios con mucha creatividad y cómo de alguna manera, en algún momento, esa escenografía puede estar basada en aspectos científicos, históricos, bibliográficos.

Puedo decir que igual me pasa con los libros que voy leyendo. No importa si la trama es juvenil, de mucha ficción, dramática o histórica, a veces hay partes en las que nos cansamos o que nos restan interés y  sin embargo mi visión sobre ese libro no se limita a ese momento en que dejamos de prestar atención, siempre puedo encontrar algunas otras cosas que, aunque vistas por separado, siempre me resultan atractivas o dejan una huella en mi.

Y siempre hay una huella, hay un personaje que nos resulta cómodo, una escena que nos parece familiar o nos hace sentir acogidos.  

Conversaba con unos amigos sobre la forma en que estos detalles influyen en nosotros y nos hacen acercarnos a ese personaje que nos gustó.  Empezaron a surgir las incidencias y las coincidencias.  

Escuché la explicación sobre la forma en que en su momento influyó en mucha gente las series sobre los capos y los carteles de la droga y aunque ni remotamente serían capaces de hacer algo así, en alguna ocasión sintieron que hubo algunos aspectos que les gustaron de los personajes, reacciones, escenas, diversas tramas.



Una de mis amigas se sintió muy atraída por el estilo ¨empoderado¨ que tenía la protagonista de la serie Scandal y todos nos entusiasmamos, sin importar el género, con las ocurrencias y peculiaridades de Raymond Reddington de Blacklist. En algún momento muchos quisimos ser alguno de los vampiros de la saga de Crepúsculo o tener una varita mágica y hacer conjuros al estilo de Hogwarts y Harry Potter.


Sobre Reddington nos encanta su estilo elegante pero cercano, podría decirse que hasta humilde. Se nos presenta un personaje con un estilo definido, lleno de conocimientos y  cultura,  que no hace ninguna transición entre resaltar un pastel de frutas cosechadas en una huerta trasera, elaborada de manera sencilla en la cocina de un comedor ubicado en un suburbio para luego mencionar o saborear el exquisito ingrediente de las semillas de una planta exótica utilizada para adobar un pescado peculiar que solo se encuentra en una región de Islandia y que lo preparara únicamente el chef ejecutivo del hotel de 5 estrellas que está cerca de los Campos Elíseos en París. Normal.

Y nos enamoran esos detalles. Y hasta lecciones aprendemos, como por ejemplo cuando pasó de poseer fortuna a no tener absolutamente nada.  Y seguir con el mismo estilo y glamour. Y salir a hacer el trabajo que fuese necesario para conseguir el dinero para pagar la renta, sin mayor drama, sin tragedia. La vida continúa y es cuestión de cambiar la estrategia. No debemos olvidar que esta serie nos presenta al delincuente más buscado por el FBI.


Con Scandal nos pasó que nos contagió con la copa de vino. No había capítulo que no  motivara a buscar una copa de vino para sentarse a disfrutar la serie.  De hecho, eso, las palomitas de maíz y el café eran los únicos alimentos que se veían como comida frecuente.


Una vez quise ser guerrera. Como las guerreras de las historias de los Vikingos, o de la China antigua. Como los guerreros Assasin. Pero no de los guerreros empaquetados que solo tienen la opción de seguir las órdenes, sino de aquellos solitarios que han unido pasión, espiritualidad, conexión y libertad. Creo que finalmente sigo siendo guerrera en tiempos modernos, sin capa y sin espadas, pero con el cuchillo en la boca al estilo Rambo. Otro personaje.

Y aquel que leyó el libro de Laura Esquivel, Como Agua para Chocolate, y mientras lo leía sintió en el paladar los sabores de los platos que preparaba cargados de sensualidad, de aromas. Isabel Allende también nos transporta a la magia de los alimentos con Afrodita, de manera irreverente pero folclórica, conectada al efecto que producirán esos ingredientes, a lo que esperamos obtener del objeto de su preparación. Una influencia palpable al momento de leer. Una pasión por cocinar que se va transmitiendo porque hay un objetivo y tienen un efecto.



Puedo contar que me encantó la escenografía de la película Júpiter Ascending.  Maravillosos lugares enmarcados en planetas distantes o desconocidos que nos despiertan la imaginación de un posible, soñado o no, prácticamente al alcance de nuestras manos. Pero además, unos personajes que en su trasfondo parecen más bien duquesas y príncipes de un reino antiguo muy europeo.

Hay tantas cosas por descubrir en las escenas,  especiales o no, en los relatos, en la descripción de los detalles. Hay tanto que nos conecta, influye y nos motiva o definitivamente nos cambia, y que viene de eso que vemos o probamos, de lo último que vimos en pantalla o leímos y que queremos compartir, porque lo tenemos en la punta de la lengua.


HAZ ALGO HOY QUE TU YO MISMO DEL FUTURO TE AGRADEZCA


Hay mucha lectura corta que llega a mis correos diariamente, siempre hay mucho de donde escoger y de distintos tópicos que son de mi interés.
Leí el título de este relato en uno de esos textos, uno que motivaba a organizar las ideas para tener un mejor progreso, pero también a esquematizar nuestros planes y objetivos para lograr un crecimiento sostenido en el desarrollo profesional. Y escribí una nota en papel para recordarlo.
Todos los días veo la nota que escribí y que coloqué en un pin de tarjetas de presentación que está colocado encima de mi escritorio.
Todos los días me hago la pregunta sobre qué puedo hacer hoy.
Todos los días lo primero que pienso es que debo escribir sobre eso mismo, pero también pienso que algo que pudiera hacer hoy y que mi yo del futuro me agradecerá es escribir más frecuentemente, a diario de ser posible.

Estoy fallándole a la ¨mimisma¨ del futuro. 

Ya voy con retraso, hace semanas que puse ese recordatorio.

Y para comenzar a escribir, empecé a hacer uso de las recomendaciones que me hacía el texto que leí y empecé a esquematizar mis ideas y a preguntarme:


¿Desde otros ámbitos de mi vida, que podría hacer hoy que pudiera agradecer en un futuro?
Sospecho también que me impactó tanto la expresión porque pienso en mis hijos, en lo útil que puede ser para ellos. Pienso que si hubiese recibido esta herramienta cuando tenía 20, 25 o 30 años, llevaría una ventaja enorme, pero así suceden las cosas. De todos modos voy aprovechando la recomendación, puedo tener más claridad sobre lo que quiero hacer o donde quiero estar dentro de 5, 10 o 15 años.
Tampoco voy a entrar en reflexiones tan usadas que parecen anuncio de televisión, de esos que se te pegan en la cabeza desde que te despiertas y te preguntas: ¿por qué yo estoy pensando en eso?

No dejan de ser válidas, no las rechazo, pero pienso que cada persona tiene su punto de equilibrio con relación a sus preferencias y que lo que es diversión para unos es un estrés para otros.  Es válido desde joven pensar en comer más sano, hacer ejercicios, disfrutar los momentos con amigos y familia, hacer de la capacitación el motor de cada día, dar gracias, meditar, si pensamos que a futuro estaremos disfrutando los beneficios de seguir esos consejos.  

Es válido también pensar en vivir la vida al máximo, viajar, tomar la vida con menos presión.

Pienso que debí haber tomado clases de pintura, así mis inventos de ahora quedarían más bonitos o quién sabe si pudiera estar lucrándome por eso en estos momentos. 

Está comprobado que estudiar lo que otros te recomiendan no es buen consejo, a menos que también sea lo que resuena en tu corazón. De todos modos siempre hay posibilidad de enmendar en el camino.
Y así van surgiendo las ideas, van reapareciendo los sueños desplazados. ¿Cuáles de esos se pueden realizar hoy que todavía serán agradecidos a futuro?

PASANDO PAGINAS EN EL CALENDARIO




Ya quedan pocos días para que el calendario termine la última página, complete su ciclo de doce y se reinicie el contador.  Y vienen los cierres, las reflexiones de final de año.

Comenzaré por exorcizar las emociones negativas, porque estoy plenamente convencida de que hasta esa parte oscura y difícil se convierte en una experiencia provechosa y significativa, una lección para construir una mejor persona.

Queda la sensación unánime de un año difícil, limitado y complicado. Un sabor agrio en la boca lleno de historias que vamos acumulando, saboreando por obligación y tragando; de presión, de limitación y con frecuencia impotencias.

He fallado en promesas, he sentido la fuerza que esa culpa ejerce en mi y me muestra nueva vez que debo poner más empeño en la milla extra, pero no la que resulta en un beneficio externo, colectivo o material, sino aquel que se cosecha y se cultiva interiormente.

La reflexión ha sido intensa, los auto-cuestionamientos más tenaces aún, quizás he sido un poco dura conmigo misma. Solo viéndolo como lo estoy haciendo ahora puedo construir sobre mejores pasos.

Lo más difícil, practicar lo que se va aprendiendo, escucharse uno mismo levantar banderas para inmediatamente caer en el olvido.  Esta es una práctica de por vida, porque, qué otra cosa es la vida sino un continuo aprender.

Vamos encontrando eventos y circunstancias en las que no está en nuestras manos evitar o solucionar, pero si entenderlas, abrazarlas con dolor, aceptarlas para luego soltarlas.  Personas que han impactado en nuestras vidas y que ya no están, dejan un vacío de sus presencias, llenan de dolor los espacios recónditos del corazón, hasta que podemos liberarlo y entonces sentir la energía que les acompañaba.

Perdemos amigos, amores, oportunidades.  Pero el Universo es perfecto y nada queda vacío, se hace espacio para lo que está por llegar. Con frecuencia tardamos en entenderlo y se pospone lo mejor, pero más tarde o a tiempo nos damos cuenta y liberamos el espacio a mejorar.

Y vienen las alegrías como paño tibio a compensar lo sinsabores. Hay que agradecer por cada momento, por las sensaciones, por las oportunidades, por la gente que nos rodea.

Agradezco la posibilidad de amar,
de sentir, de palpitar y vibrar, pero más aún, agradezco el hecho de oportunidad de dar amor, demostrar el amor.  Hay muchas frases circulando, muchas lecturas dirigidas al tema pero también advirtiendo de no equivocar la lanza para no sentir decepción.  Es un hecho vivido, pero no menos cierto es el hecho de que eso sucede porque damos para esperar. Hay que dar amor, entregar con la convicción de que hasta ahí es nuestra la decisión, es la parte que nos corresponde disfrutar desde adentro.  Llegó de vuelta? El disfrute es mayor, doble o triple. No conviene? De la misma forma en que llegó se irá o quizás volverá, pero de alguna manera debe fluir.

Me cuesta conformarme con hacer comparaciones con quienes tienen menos, no quiero agradecer por tener más posibilidades que otros, pero si porque me propongo seguir más adelante, porque espero ser mejor, estar mejor. Quizás ésta es una reflexión que amerite más explicación, que pueda ser interpretada de un modo distinto al que quiero expresar pero lo importante es que mi corazón agradecido seguirá haciendo el esfuerzo para ser mejor y tener aún más razones por las cuales agradecer.

He reido, he llorado, he compartido, he disfrutado, mi café ha sido servido y saboreado, los colores del amanecer son los mismos, pero las combinaciones tienen un aire diferente cada día, tengo historias que me marcan, historias que contar, aventuras programadas, utopías, sueños que se van cumpliendo, a veces tal y como los he programado, en otras ocasiones con un giro insospechado. Cada día va trazando su ruta, al abrir los ojos, apagar la alarma y poner los pies en el suelo y tener la oportunidad de decir: 
un nuevo día, es todo lo que necesito.

Ahora viene el 2018, hace un tiempo no me imaginaba esta fecha o qué estaría haciendo, pero es un nuevo año, es también todo lo que necesito.

Sin Matices al Amanecer

Mientras ella toma su café cuenta las primeras historias del día.

Quizás las segundas.

Las primeras tienen que ver con sueños que se viven y se recuerdan, con sábanas que no se quieren abandonar, con motivaciones sobre ese próximo día sin que suene el despertador.

Hoy no vio tonos coloridos en el amanecer. Hoy se levantó a oscuras a regar las plantas de su jardín, a pesar de la lluvia de la noche anterior.  Sus raíces necesitan un poco más de cuidado –pensó- aquella reserva de humedad para que las hojas se puedan mantener en los días cálidos.

Tal y cual nos pasa a todos. No basta con sentir atención y cariño solo en la piel. Se hacen necesarios los afectos profundos para mantener estable las relaciones cuando llegan los días difíciles.

Y mientras regaba las plantas y sentía el agua fluyendo por sus manos y sentía las vibraciones que ellas le devolvían, aprovechó para sanar su alma, para limpiar su espíritu.

El cielo estaba despejado. Sonaban truenos pero no se veía en dónde. La luna todavía estaba alta pero perdida su luz en caras ocultas.

La claridad del día llegó y los tonos fueron limpios, despejados.

Recordó otros días en donde al levantarse se deleitaba en los matices, esta vez no vió colores en el amanecer. El día empezó a transcurrir sin asombros, extraño. 

Garabateando poesía


Que distante está el diciembre pasado que nos pone a hacer promesas para un nuevo año. Pero qué cercano está el siguiente diciembre que nos invita a reinventarnos.

Este es el período en donde mi amiga instala su arbolito, con mucho tiempo de anticipación, para poder disfrutarlo después del ajetreo que le produce.

Es el instante donde los minutos del amanecer comienzan a ser un poco más lentos y el sol coquetea con la noche para salir más tarde, más perezoso, más soñador, más colorido.

Si cada instante de mi vida me tomo la concentración de saborear el café, cuando empieza el conteo regresivo de los días finales se hace más pertinente detenerme en ese momento, detener el convulsionado movimiento de la mente para disfrutar la magia del líquido negro.

Y saboreando un aromático café se me ocurrió garabatear algunas líneas que pintan a poesía.

Suspiro el aroma de café
¿Se detiene el reloj?
Tengo en mis manos el instante para soñar
Para pintar con rojo labial
El resplandor del atardecer que espero.
Y me pregunto:
de cuales
con qué lazos
¿Con cuáles cintas se entrelaza mi alegría?
Busco paz. Suena cliché.
Busco vivir. 
Sin más preocupación que la del día,
Hacer planes para esta noche
con la certeza de que siempre habrá forma
de resolver lo de mañana,
cuando amanezca.

Con la compañía perfecta
Aquella que además puede ser imperfecta
y hacerme feliz.
No con la felicidad del otro
sino con los detalles que llenan cada momento de mi vida: 

Saborear la cama por horas,
sin prisa,
sin otro motivo que estar.

Que mis pasos vuelen tras el aroma del café
respirarlo, suspirarlo y luego saborearlo.

Llenar de flores mis jarrones
y contemplar la belleza del colorido.

Atrapar un hermoso atardecer en una foto
y compartir la maravilla del universo.

Un beso de mis hijos y el pan caliente en la mesa.
Qué más puedo esperar para ser feliz!



Perderse - Encontrarse

Y ES QUE A VECES UNO NECESITA PERDERSE INFINIDAD DE VECES PARA TENER EL VALOR DE ENCONTRARSE, MORIR, Y CON TODA LA FUERZA Y BELLEZA, RENACER.

JE NE REGRETTE RIEN
(No me arrepiento de nada)

Maca Abarca

DEL AMOR Y OTROS DOMINIOS

Y todavía con la inquietud sobre el tema del amor y la soltería, tuve una agradable conversación por chat.  Inicialmente el tema era otro, pero fue degenerando hacia el siguiente y el siguiente y terminó en las relaciones de pareja y lo que busca cada persona.  Pasados los días estuve revisando una referencia anterior, dentro de la misma conversación, y pude notar que fueron muy ricas las exposiciones y el diálogo que se fue dando y previo a solicitar la anuencia de esta persona, me permito compartirlo a partir de donde empezamos a tocar esos puntos sobre el amor, las relaciones de pareja y otros demonios y dominios.

*****
Ella: Sucede con frecuencia que la mujer siente mucho placer,  algo que te está haciendo sentir otra persona pero que piensa que sólo lo está disfrutando ella y se le ocurre instantáneamente que debe acelerar para cumplir pronto y de esa manera complacer a su pareja.  Y es cierto que se puede extender ese placer y que es egoísta.

Él: Lo que hago [con mi pareja] lo hago por el placer que me genera. Eso me transporta.

Ella: Por mi parte he tenido que [re]aprender en el camino sobre el placer y dejarme llevar, y entender lo que quiere la otra persona.


Y hacia donde te transporta? 

Él: Es sentir la plenitud de la satisfacción, sumergirse en un lugar paradisíaco de donde no se quiere salir nunca, el sabor, el olor, las vibraciones,

Ella:  Es una energía sin lugar a dudas. No solo la del éxtasis sino también la que puede emanar la otra persona por los sentimientos o porque haya esa coordinación, ese reconocimiento de placeres. Solo sabiendo, escuchando a la pareja, se le puede llevar a sentir su paraíso. Es posible que yo piense (como mujer) que la otra persona prefiere la playa y tratar de llevarlo a ella  y a su vez sentirme más a gusto en la montaña y disfrutar a medias el momento.

Él: Disfrutar a medias, no es una opción, prefiero lograr la confianza y la química necesaria para ir explorando y haciendo lo que genere disfrute pleno, indicar, informar, celebrar, sentir, gozar a plenitud.

Ella: Es muy común el disfrute a medias y que la gente termine "allantando" al otro
Esta generación de mujeres que saben todo sobre el sexo y ponen a volar a los hombres, son en su mayoría insatisfechas, porque no crean una relación, un vínculo. Son fieras en la cama. Felicidades a los hombres. Una competencia muy desigual. Lamentablemente.

Él: Y sin embargo, si tomas por ejemplo un indicador: los feminicidios.
La interpretación que le doy es: Mucha insatisfacción
Falta de confianza. falsa felicidad. apariencia, deseo interno de tener una relación estable y el temor de la infidelidad. Y por ahí María se va.

Ella: Los feminicidios se dan en su mayoría en una clase social muy baja. No digo que no existan todos esos elementos.

Él: Porque los de la alta, hace rato que aprendieron a casarse por interés y a preocuparse más por el dinero que por los sentimientos. Y a vivir doble y triple vida, porque los recursos se lo permiten. Pero viven con la misma insatisfacción sentimental.

Ella: Reconozco que desde lo que he podido entender y escudriñar, de los casos a los que le doy seguimiento, que una parte de este problema se inicia…. Bueno. Ya ni sé. Una cosa conlleva a otra y a otra y a otra, uno no termina sabiendo si avanzar es bueno o malo.

Él: Tienen mucho que perder, y deciden valorar lo que tienen en lugar de perderlo  todo por la pasión. Viajan, se alejan, tienen la opción de hacer cosas que no pueden hacer los que no tienen recursos. Y, además,  ocultan más fácil sus problemas. 
Los  que no tienen recursos deben verse la cara con sus vecinos todos los días y sentir las miradas, la burla, la ironía,  los chistesitos, los comentarios
Y donde se pueden meter?
Y donde pueden viajar?
Y tienen portones eléctricos para entrar y salir y solo saludar de lejos desde sus autos? No

Ella: El temor de la infidelidad.

Él: Su ira no encuentra paliativos. Su desesperación no encuentra escape.

Ella: El deseo de ser amado.

Él: El temor. Y la realidad de las que han sido asesinadas, el 80% le ha estrujado en la cara al otro  que ella tiene otra pareja, que ese si es un hombre, no como tu .... Y ya sabes lo que eso significa

Ella: o se han negado a seguir siendo engañadas o maltratadas, han decidido apartarse. Intentar tener una vida.

Él: En esa parte, tengo mis críticas. Porque de acuerdo a mi análisis del tema, y puedo estar equivocado, alrededor del 70% comete el error de mantener una relación ahora sí, ahora no,  nos arreglamos, nos peleamos. Por necesidad, cuando se ven sin dinero, le piden al hombre, y el asume que si les da dinero, para mantener los hijos, pueden tener sexo cuando ellos quieran.
Y eso genera una situación de crisis y una bomba de tiempo.
Y una situación de posesión muy dañina
Y un irrespeto y desconsideración extremo

Ella: los límites de la posesividad.
A las mujeres nos gusta sentirnos ¨propiedad¨ sin perder la individualidad. Muchas mujeres no tienen claros los límites de la propiedad y la posesividad y es ahí donde genera una crisis en torno a ese punto. Me parece que el tema de competencia también ha venido a desequilibrar. Mantengo mi bandera de defensa hacia los derechos de las mujeres, que han sido los más limitados, pero entiendo que debimos también pensar en cómo tendríamos que enfrentar los logros que fuésemos alcanzando y en que todos, hombres y mujeres, debían también ser orientados en que no sólo significaba el derecho de la mujer, sino el intento de igualdad como seres humanos. Empezamos a dar palos para reclamar lo que nos tocaba y los hombres empezaron a defenderse de los palos sin saber de qué se defendían, pero hay que defenderse.

Él: Y los recursos que deben destinarse a elevar los niveles de educación,  formación,  respeto, se reparten entre los actores del sistema, que solo dicen que quieren que las cosas mejoren, pero no hacen nada para que mejore.  Es sofocante

Ella: como decía, toda una cadena en donde uno no sabe si lo bueno es realmente bueno y hasta qué punto.  A partir de la lucha por los derechos y del empoderamiento viene esa curiosidad por hacer más y ese deseo de demostrar que podemos dar más

Él: Así es

Ella: una lucha de poderes, cuando puede ser un trabajo conjunto.  Es una educación ancestral y una tarea pendiente.

Él: Debe ser un trabajo en equipo

Ella: Reconocer que no somos contrarios sino complementos en cuanto a diferencias de sexo, es un tema que aún no ha recorrido mucho camino.
Esa falta de educación en materia de conocimiento y en materia de convivencia lleva a un punto en esta generación. A todos los niveles sociales. Madres y padres que les dicen a sus hijas que no deben dejarse pisotear por ningún hombre, en el entendido equivocado de que todos los hombres buscan pisotear a las mujeres.

Él: Muchos hombres solo queremos amarlas

Ella: Pero hay falta de comunicación, de expresión, hay falta de educación sobre la libertad de expresar los sentimientos de parte de los hombres. Hombres y mujeres esconden sus emociones reales, los anhelos que tienen que ver con la otra persona.  Hay un énfasis en demostrarse y probarse superiores unos a los otros. Una batalla por tener más y alcanzar más y aparentar más, para luego sentirse más solos y vacíos.

Él: Esa es la triste realidad. Y para serte franco, no creo que podamos cambiarla. De todas formas no debemos dejar de ser lo que somos.

Ella: No creo que haya que cambiarla en su generalidad. Lo que pienso es que hay que cambiar uno mismo, tomarse la franqueza de aceptar lo que se anhela, tomar la valentía de ir detrás de eso, tomar el coraje de expresarlo y que las pocas personas alrededor lo sepan y lo entiendan, esperar a que llegue el ser amado que pueda sentir en esa misma frecuencia, que pueda entender y entregarse. Es un acto suicida, pero uno sublime.  
Amar duele, de muchas maneras, por suposición, equivocación, por lo que sea, pero amar y entregarse a dar amor, es un regocijo, un éxtasis que supera cualquier dolor.





MOMENTOS HISTORICOS

 "Los días históricos se ven normales cuando los vives desde dentro"    Albus Dumbledore. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlo...