Despertando pasiones y recuerdos

¨La lluvia huele a traguito, debajo de la enramada,
huele a besitos de la mujer que me agrada.
La lluvia huele a asopao y huele a grupo de amigos,
huele a perico ripiao y a noche contigo,
Me huele a caricia de mujer bonita
me huele a malicia, mami,  y a madrugadita.
A tambora y bulla
a grupo de amigos
a la esencia tuya
y a noche contigo.
Huele, Huele.
Huele a galería, me huele a amistad
huele a alegría y a felicidad.
La lluvia a arco iris y huele a tierra mojada,
huele a gotas en el zinc con música de cascada,
huele a guiso, a sancocho de pato,
al aroma del chorizo
a guitarra y al patio.
Huele, huele
A sancocho de pato
a traguito de ron,
a guitarra en patio,
a merengue y son.
La lluvia huele a rico asopao
A tierra mojada,
a chivo guisao bajo la enramada
huele,
huele,
me huele a bandeja de café con pan,
a canciones viejas y me huele a pan.¨

Es una canción que me encanta y que no me canso de escuchar.  Interpretada por Johnny Ventura.
Una evocación de buenos recuerdos, de momentos de gozo y alegría.

¿Quién no disfruta una lluvia debajo de una enramada? Imagine, sentado en una mecedora, solo, bien abrigado pero también contando con que la lluvia que cae es completamente vertical y serena. Una taza de café en la mano. El mejor momento, el mejor sedativo que se puede encontrar. 
Pero también imagínese esa misma enramada, la misma lluvia, su esposo o esposa, el compadre y la comadre, tu hermano, una botella de ron y una agradable música y la certeza de que en el fondo, en la cocina, hay un sancocho burbujeando.  Júbilo, alegrías, celebración, risas.
Se despierta la creatividad sobre todas las posibilidades al escuchar la canción. Hasta se siente el aroma del café con pan cuando se menciona. Es increíble cómo se activan los sentidos.

Y así al continuar escuchando la canción permanece la emoción, la expectativa.

Nada como guitarra en patio, sea que a usted le guste un bolero, una bachata, un merengue o una canción cristiana. Es su elección, pero también es la emoción, el momento.
Disfrútala conmigo al leer esta líneas, más abajo dejo el enlace para que ni siquiera tenga que buscarla.  Esas emociones que quedan, esos momentos que se disfrutan, es nuestro mayor regalo de la vida.

(video EL OLOR DE LA LLUVIA. Copiar el enlace) https://youtu.be/wzVxfHKMJug


Vamos a Construir

Siempre rechazo la visión pesimista de algunas personas que envuelven a la gente en corrientes de negatividad y fatalismo. Mucho drama.

Por supuesto no camino con los ojos cerrados.  Soy consciente de todo lo que pasa a mi alrededor y ciertamente abundan los cataclismos, los momentos de dolor.  

Estamos enfrentando situaciones en diferentes ámbitos que laceran nuestras emociones, alteran nuestra paz espiritual y nos paralizan en el crecimiento interior: conflictos entre países que derivan en situaciones bélicas en donde los inocentes son los más afectados, ya sea porque sean atacados directamente o porque la repercusión implica dejarlo todo y tratar de buscar otros lugares donde continuar la vida.
Muy doloroso y difícil.
Fenómenos naturales que rompen el curso regular de la existencia, como es el caso del paso de un huracán por una isla que la inunda en un 60%.

No voy a seguir enumerando, no voy a abundar en el dolor.

Prefiero inclinarme hacia una postura que piensa en mejores momentos y situaciones, que espera que lo difícil pueda cambiar a mejor.  Leí un mensaje sin firma que dice que ¨ser positivo no significa que las cosas vayan a salir bien, sino saber que estarás bien sin importar cómo resulten¨.

Haciendo reflexión de circunstancias difíciles y pensando en sentido general, en la vida, la gente, el planeta, me he detenido en una pregunta, una que leí y que en el instante no supe contestar: 


Luego me pareció que tenía una lista muy larga de cosas que sin pensarlo mucho deberían eliminarse, como por ejemplo las enfermedades (especialmente el cáncer), la desigualdad (económica, de género, raza) y otros temas más.  

El momento siguiente fue para pensar en sucesos a nivel personal que me hubiese gustado que no pasaran.  Pero hasta pensar mucho nos puede enredar y soy consciente de que las situaciones que en su momento fueron difíciles son las que nos enseñan las mejores lecciones y se convierten en parte del esquema de vida, terminan siendo necesarias.

Quizás la cuestión sería imaginar qué cosas pudimos haber hecho diferente para que a la larga el resultado fuese el esperado, un panorama más favorable.

O como en una ocasión ya mencioné, qué debo hacer hoy para más adelante poder obtener los resultados que espero. De manera consciente dar los pasos en este instante para tener más adelante lo que quiero alcanzar.

Vamos a evaluar lo pasado, vamos a pensar lo que queremos, vamos a crear ese futuro anhelado, pero sobre todo, vamos a disfrutar cada paso que vamos dando para conseguirlo.


Descubre tus lujos

Busqué en el diccionario la definición de lujo y el resultado fue ¨exhibición o manifestación de riqueza¨. También agrega que está referido a una ¨cosa o conjunto de cosas prescindibles que suponen gran gasto de dinero o de tiempo¨.   Si lo analizamos bien, todo este tema es subjetivo: puede que sean objetos, pero la mayoría de las veces son instantes y personas que te acompañan, momentos que se disfrutan.  Así como en el arte, cada uno puede tener una visión diferente sobre lo que considera lujoso.

Con frecuencia escuchamos a las personas indicar que pagan lo que sea por tal o cual producto,  aquellos que proporcionan cierta comodidad o facilidad o algunos que simplemente son superfluos.  No se trata de tener el auto más caro, ni la ropa de diseño, ni de cenar en los restaurantes más exclusivos de la ciudad y mucho menos de que se consigan esas cosas para aparentar frente a los demás. Normalmente lo que nos produce comodidad es lo que termina siendo un lujo, aun cuando  cueste poco o quizás nada.   La idea es reconocer aquello que nos hace sentir fabulosos, llenos de glamour o simplemente cómodos y en plenitud. Luego de tener la lista clara, ir en su búsqueda y darnos esos gustos. 

Quizás tienes cerca de ti una playa pública a la que puedas ir en compañía y simplemente meter los pies en la arena y sentir la brisa del mar.  En medio de la turbulencia de las preocupaciones y el diario correr, eso sería un lujo inestimable.

Tengo un amigo de estilo sencillo y ligero que no prestaba mucha atención a la marca o moda de la ropa, sin embargo era impecable con sus lentes de sol, los más modernos y costosos.  Todo un contraste.  Me explicó que se tomaba muy en serio el tema de los rayos ultravioleta y el cuidado de su vista y eso significaba estar pendiente de la mejor propuesta del mercado en ese sentido y por supuesto su valor, algo que para él ese accesorio lo merecía. Ese era su lujo y a la vez su prioridad.


Puedo contar que tengo un lujo identificado, que para otros es una rutina.  Me encanta tener flores en diferentes rincones de la casa y por distintas razones se ha convertido en un placer que fui relegando. 

Me produce un deleite llegar y ver la hermosura y el colorido de las flores.  Así como las puestas de sol desde mi terraza con una taza de café o una copa de vino a mano, para cerrar el día o iniciar la noche, dependiendo de las emociones.



Es común y agradable escuchar la manera en que la gente describe lo delicioso del confort de las sábanas recien cambiadas.  Para elevar ese gusto hay quienes prefieren tenerlas con descripciones específicas en cuanto a los hilos o la texturas o probablemente de un color único. Todo eso augura descanso, relajación, nuevamente un momento disfrutado. 

Me he propuesto hacer una lista de las cosas o momentos que me provocan la sensación de lujo, sin importar si requieren inversión de dinero.  El simple hecho de tener claro lo que realmente me gusta me permitirá reconocer cuanto esfuerzo debo hacer para conseguirlas.  Probablemente muchas de ellas no requieran sacrificio alguno y me estoy perdiendo el placer de disfrutarlas, de agregar más felicidad a los días. Y la intención es esa, ser más feliz cada día de mi vida.  



TE QUEDA UNA MONEDA

Las musas de la creatividad a veces se esconden, desaparecen, dejándonos en un letargo que va creando cierta presión, porque cuando se escribe, se va sembrando ese deseo de mantener la vinculación con todos los que están dispuestos a acompañarle en ese espacio de interacción y no poder hacerlo produce tensión.

Y de repente aparecen ellas (las musas) de la forma en que menos imaginas o a través de la persona con la que menos compartes.

En los últimos tiempos el uso de las tecnologías y las redes nos circunscriben a espacios de uso continuo en donde mantenemos el encuentro con los cercanos, los lejanos y los que no te importan, pero que de todos modos te animas a seguir.  Me puso a pensar una publicación de un amigo. Una imagen.

Y si me detuve a analizarlo entonces es porque pienso que vale la pena compartirlo, pero de tanto pensarlo tuve la idea de hacer la consulta de manera directa, para luego analizar que mejor no lo consultaba sino que mejor escribía al respecto.

ufff.

La cuestión fue la siguiente: Un escenario (haciendo la ambientación del lugar).  Estás en una sala o cualquier otro espacio confortable (público o privado) . Debe haber un trago a mano (casi imprescindible). Estás disfrutando el momento (solo o acompañado).  La música la provee una hermosa bellonera vintage que emociona los sentidos.  Lo que está sonando te anima y te motiva. Está casi acabándose.  Entonces se detienen los sonidos y quieres seguir escuchando canciones.  Te mueves para buscar una canción y de repentes descubres que sólo queda una moneda en todo el lugar.  Una sola.

¿Qué canción elegirías?

La elección es difícil. Seleccionar de repente una única canción entre todos los géneros o artistas que nos atraen resulta cuesta arriba.
Se me ocurrió hacerle la pregunta a una persona,  le planteé este panorama y extrañamente me respondió muy rápido: escucharía una canción que rara vez escucho, aunque no sea de las más favoritas.
Yo no sé si haría lo mismo, me dio vueltas la cabeza tratando de pensar cual elegir, porque el solo hecho de escoger la última canción sería como ponerle punto final a la noche: tómese su trago y váyase a acostar. Fin.
Pienso que la elección tendría que venir vinculada al momento y la compañía: si acaso es una noche de despecho a lo mejor lo que le llega a la mente es una bachata o una de esas baladas de cortarse las venas; puede ser la celebración de un logro o un acontecimiento importante y es un disco pop o un merengue. Quizás romance y ahí el repertorio es más amplio.
Todavía me sigue dando vueltas la cabeza y hasta me engranujo suponiendo tener que hacer la misma selección pero con los libros.
Lo dejo de tarea, por si acaso llegara el momento o para que recuerde esa canción que tanto le gusta.


Versión no bonita de Alicia en el País de las Maravillas

Si los sueños son las inflexiones del subconsciente indicándonos todas  esas cosas que nos perturban me parece que vivo en un mundo de irrealidad y que estoy irremisiblemente jodida. Con poco, a momentos de cerrar los ojos, las visiones son inquietantes, catastróficas.  Eso es lo que se revela de lo que permanece oculto. Es como una versión no bonita de Alicia en el país de las maravillas.

Me encuentro con gentes que creo no haber visto nunca. Otras que estoy segura de haberlas visto pero durante el sueño no recuerdo bien en donde y eso me mantiene desconcertada dentro del mismo sueño. Calles que tengo que recorrer y de repente hay un hoyo inmenso y maquinarias y pasos cerrados, porque está en construcción, y la única salida es devolverse.

Una cita a la que llegar a tiempo y las condiciones del clima, con el cielo casi a punto de romperse, con nubes negras que indican que lo que caerá no será agua, augurando que no podrá ser.

¿Naves extraterrestres? Redondas pero con cortes como si estuviesen hechas de cristal, que se posan en el asfalto y dejan huellas que son mensajes que no entendemos. Y la gente que sale corriendo  asustada, pero no aterrorizada.

Una ruta que lleva a otro lugar que no era aquel al que tenía que llegar, que aleja el camino, me pone muy cerca para luego volver a retrasarme.

Un lugar en el que parece que he estado y sin embargo es completamente diferente, mucho mejor, con tres escuelas que reconozco por sus nombres pero no por sus fachadas. Unos minutos más adelante (en el sueño) aparecen como institutos que rememoran universidades en el extranjero, para descubrir que por ahí no es la salida que espero encontrar.

Estoy narrando una historia de terror.

Llego al lugar que debía encontrar y resulta que estoy llevando un bebé a su cita con el médico, pero encuentro en la sala de espera del consultorio enfermos con situaciones de esas que no queremos ver. Sin embargo ese es el médico (y hasta se parece al actor Keanu Reeves). Y me dice que ya hoy no podrá ver más pacientes que haga otra cita. Di un grito, reclamé, lloré. Dije que me iba a quedar tres días en la puerta esperando para ser visto si era necesario, que había pasado demasiado trabajo para llegar hasta ahí y que no me iba a devolver.

A pesar de todas las dificultades había llegado a tiempo. 

Esos fueron los pocos momentos de un sueño inquieto esta mañana y ni siquiera he contado todos los detalles del camino, de los edificios que tuve que atravesar, las facciones distorsionadas de algunas personas, los mercados que tuve que recorrer, la dinámica en los institutos a los que tuve que entrar, porque no solo era verlos, era estar y hacer en cada uno de ellos lo que se debía hacer.

Creo que casi me estoy volviendo loca.  Tengo el subconsciente, el inconsciente y hasta el consciente saturados de imágenes fatalistas.  De alguna manera debo buscar el sueño profundo, vacío, para poder descansar.

-Así que no estaba soñando después de todo, a menos que todos seamos parte de un mismo sueño. Solo espero que no sea del rey rojo. No me gusta pertenecer a los sueños de otra persona. -Alicia.

(Relato de un sueño.  25-01-2016)

ES NECESARIO BUSCAR CON EL CORAZON


Hay que usarlo, pero no de cualquier forma, hay que usarlo sin límites, sin espacios, sin medidas, porque además es ilimitado aunque pensemos que se puede acabar. 
Pues no. 
Se expande hasta más allá de lo imaginable. 
Se retrae cuando dejamos de usarlo y creemos que es porque se ha agotado, porque se ha endurecido, pero lo cierto es que simplemente ha dejado de estirarse. En la medida en que lo vamos liberando, el irá rompiendo costras, sanando y expandiéndose para llenarnos de vida. Es cierto que no todo el mundo está habilitado para recibir todo lo que circula por un corazón amoroso, algunas personas se lo pierden, pero lo importante es saber que el nuestro, el que está dando lo mejor de si, está cada vez más reforzado, más repleto, porque se abre a la vida misma y puede suceder, o mejor dicho, sucederá que las personas que están en sintonía con tu corazón abrirán el suyo y se extenderán hacia ti y llenarán sus corazones de la misma dicha y plenitud.

Porque es con el corazón como se busca y si se busca con el corazón, se encuentran las mejores cosas.



SINTONIZANDO CON LAS PALABRAS

Tengo instalado en mi celular una aplicación que es una variedad de crucigrama y que me entretiene en las noches en que se me hace difícil tener un acuerdo con Morfeo (lo cual sucede con mucha frecuencia).  Cada vez que se completa un nivel la aplicación, ésta propone una palabra a opinión del usuario para que indique si le parece divertida, una forma de retroalimentar un juego que está basado en la integración de palabras.  El simple hecho de preguntarme si me parece divertido me resultó así desde un principio, divertido.
En uno de esos niveles completados surgió una palabra, que más que ser divertida llamó mi atención aún sabiendo lo que significa: SINCRONICIDAD.  Es de esas palabras que tienen mucho contenido y misterio más allá de su significado.

Mucho más misterioso fue el hecho de que al día siguiente abrí un texto en mi correo y llevaba ese mismo título y su vinculación a diferentes aspectos, la salud, el amor, la realidad interior.  Carl Jung dice que eso no es casualidad, se trata de la misma sincronicidad:

https://www.amazon.com/Synchronicity-Connecting-Principle-Collected-Extracts/dp/0691150508/ref=sr_1_1?keywords=synchronicity+carl+jung&qid=1562271203&s=gateway&sr=8-1 ¨Jung llegó a la conclusión de que hay una íntima conexión entre el individuo y su entorno, que en determinados momentos ejerce una atracción que acaba creando circunstancias coincidentes, teniendo un valor específico para las personas que la viven, un significado simbólico o siendo una manifestación externa del inconsciente colectivo. Son este tipo de eventos los que solemos achacar a la casualidad, el azar, la suerte o incluso a la magia, según nuestras creencias¨.

E inmediatamente comienzo a reflexionar sobre el tema, empecé  a recordar sobre las tantas ocasiones en que he supuesto que las diferentes circunstancias que tengo frente a mi han sido casualidades y en realidad pueden ser catalogadas como sincronicidades.  Si algún tema en cuestión ha estado ocupando tu mente y de repente empiezan a aparecer señales, mensajes, surgir ideas, no es casualidad, es algo a lo que has puesto energía, esa que atrae y se conecta sin cables.
La clave está en el ejercicio de fluir, que es una palabra que con mucha frecuencia utilizo, más para interiorizarlo que como práctica.  Para que se puedan entender las respuestas que se reciben sobre aquello que nos ocupa hay que fluir y estar atentos.

Y surge la magia. Nuevamente.

Los pensamientos tienen poder. Las palabras tienen poder. Comprobado.  Hay montones de videos y libros que hablan al respecto.  
Un ejemplo que me gusta mucho es el análisis del Dr. Masaru Emoto, que habla de la formación de cristales de hielo y el efecto de las palabras en ellos. 
Su experimento mostró 100 envases con agua a los que se le emitieron palabras positivas o negativas y luego se congelaron para analizar los resultados.  Aquellos con mensajes positivos mostraron patrones simétricos casi perfectos, los bombardeados con insultos se congelaron de manera muy desordenada. Dejó demostrado que las palabras, por consiguiente también los pensamientos, tienen poder más allá de su comprensión, de las teorías físicas conocidas.

Y las palabras que emitimos se devuelven. Lo sabemos, lo presentimos en el fondo de nuestro interior y aún así, con frecuencia nos autosaboteamos. Atraemos lo que pensamos, lo que decimos y nos empeñamos en expresar aquello que no queremos en nuestras vidas.
Utilizamos la sincronicidad de manera negativa, insistiendo en eventos que nos hacen daño.
Hay que provocar el cambio, hay que abrirse a nuevos y positivos acontecimientos, llenarnos de asombro, de expectativas pero positivas, envolvernos en el encanto, en la seducción, en la luz
De a poquito ir haciendo el hábito de cambiar los esquemas de palabras y pensamientos y las acciones que ellos conllevan, por aquellos que nos traerán claridad, alegrías, paz al corazón.
Propongo hacer de la sincronicidad un ejercicio consciente para hacer fluir la energía de manera tal que llenemos cada espacio de nuestra vida de personas, eventos, momentos que nos hagan sentir un cambio positivo en nuestras vidas.


CELEBRANDO

Aprendí a tener la certeza de que los cumpleaños hay que celebrarlos.
Entre la adolescencia y la edad adulta prematura, porque a muy temprana edad empecé a transitar en los rieles a alta velocidad de la responsabilidad y el compromiso, no me gustaban las felicitaciones y las celebraciones de cumpleaños, específicamente del mio propio. Sin embargo hubo un momento, un año y por suerte todavía a tiempo, en que se apagó esa burbuja y me cuestioné por evitar las celebraciones.  Entendí que nadie más va a estar feliz de la llegada de un año más de vida que yo misma, entonces, por qué dejarlo pasar sin pena ni gloria. 
Sin lugar a dudas hay que celebrar y brindar y compartir y reír.

Ese año disfruté la alegría que me transmitían los amigos que tenían la oportunidad de celebrarlo conmigo.  Empecé a hacer grupos de celebraciones, de acuerdo a la circunstancia: compañeros de trabajo, la familia, las amigas de tal o cual grupo. 
El año siguiente, y por la misma causa de la diversidad de espacios, instauré la semana aniversario para tener oportunidad de coordinar encuentros con diferentes grupos de amigos y junto a todos disfrutar y celebrar. En ocasiones he comenzado un conteo regresivo y cada día al llegar a la oficina iba avisando los días que faltaban para el siguiente cumpleaños, entre 15 y 20 días antes y luego comenzaban mis propias patronales. 
!Ya se pueden imaginar la bulla que hago el mismo día de mi cumpleaños!
Y así con el paso del tiempo en mi corazón ha vibrado el espíritu de celebración, de maneras distintas.  A veces he coordinado para reunirnos en algún restaurante o café, otras veces en el mismo espacio de trabajo, en la casa.
Una vez hice una fiesta en mi casa, sencilla pero fiesta al fin porque si implica alquilar sillas y mesas y preparar un brindis, coordinar un playlist de canciones y separar un espacio para el que quiera bailar (si es que entran ganas) definitivamente es una fiesta incluso si el grupo es pequeño.
En otra ocasión los preparativos eran aún más discretos, con un grupo muy reducido de amigas y sus parejas. Yo entendía que era quien estaba preparando la celebración y recibí una sorpresa de parte del mismo grupo de amistades que iría a compartir conmigo en la casa: mientras estaba en la cocina terminando de acomodar los manjares que íbamos a degustar, entretenida con una de las amigas que me acompañaba, por otro lado entraban otros con un guitarrista y equipo de sonido en mano. 
Cuando vine a entrar en mi propia terraza y pensando que todavía no habían llegado todos, ya tenía instalada una celebración más amplia, en donde no solo contaba con alguien que estaba tocando y cantando las canciones que se le pedían, sino que mis amigos también desarrollaron sus dotes artísticas y le acompañaban.  El cielo estaba despejado, la noche era fresca, había música en vivo, amigos, bebida, picadera y hasta bizcocho.
Hermosa celebración de cumpleaños.
Siempre espero los días próximos a la fecha de mi cumpleaños para dejarme fluir por las emociones que surgen del corazón, ellas son las que me dicen cómo quiero celebrar.
Ha habido años en donde no me ha nacido hacer preparativos o coordinar encuentros.  A quienes me han preguntado sobre mi cumpleaños, porque saben que soy mi propia animadora, les he dicho que no tengo nada coordinado pero que estoy abierta a lo que se les pueda ocurrir. Siempre ocurre algo, no lo voy a esconder, pero con menos alboroto que el que yo misma le pueda poner.
Hubo un año que la creatividad me desbordaba por los poros, y las celebraciones, porque fueron varias, contaban con una temática: Las chicas super-poderosas y sus super-amigos.  
De las chicas super-poderosas yo he sido Bombón y así mismo hice adornos, preparé picadera, compré bizcocho, le pedí a mis amigas que usaran algo alusivo a su super-héroe favorito, la cuestión era celebrar, agradecer por el espacio de un año para vivir momentos, para descubrir y explorar, para aprender y disfrutar. No todos los días se nace y luego que estás aquí, en este plano, hay que aprovechar.  
No sabemos el día en que ya no estaremos más bajo estas mismas circunstancias, buenas o malas, entonces tampoco podemos posponer todo lo que se pueda gozar hoy.
Todavía falta mucho para mi cumpleaños y no es por mi por quien estoy contando estas anécdotas, sino por una persona muy importante en mi vida, mi querida ¨Liquita¨, Miosoti Ceballos, que recién los ha cumplido.  Acaba de recibir un aniversario especial y simbólico y he sentido la vibración de su corazón, no por la ocasión de compartir, sino por la proyección de lo vivido, lo alcanzado, lo logrado, de llegar a esta etapa y verse en total plenitud, con proyectos, con expectativas pero entendiendo que debe ser sin atosigamientos ni premuras.
Con la visión de muchos planes pero viviendo el momento actual, fluyendo en el contexto de un día a la vez y de la mejor manera posible.
La luz de su corazón motiva a reevaluar el sentido de las celebraciones, una vez más, y continuar brindando.

RECORDANDO LA NIÑEZ

Se acerca la celebración del día de las madres en República Dominicana. 
Para muchos ¨el acontecimiento¨ del año.
Pensé que ese podría ser un tema para comentar y compartir pero como boomerang de agua fría retornó el convencimiento de que cualquier cosa que pueda decir o sugerir sería un cliché, manoseado y  desgastado, sin embargo, por encima de esa idea también sentí que podía encontrar algo diferente para decir que sirviera de motivación, aunque en su momento yo misma no lo supe definir.
     ¿Qué mejor manera de aclarar las ideas que haciendo el ejercicio?
Me quedé pensando si era algo que me gustaría decirle a mi mamá, o si por casualidad era contar alguna anécdota sobre ella.  Todas las ideas que me cruzaron por la mente tenían la imagen de un anuncio comercial, que es precisamente el debate manido para todas las celebraciones populares establecidas anualmente en el calendario: que son un recurso comercial para que la gente gaste en regalos y atenciones.

Y ciertamente es evidente que el concepto ha sido aprovechado por los comercios para promover el consumo utilizándolo como excusa, pero la respuesta es más gastada aún, de que el motivo debe celebrarse todos los días. Sin embargo a diario nos olvidamos de demostrar los afectos, de tener detalles y prestar atenciones, con lo cual me parece bien que se instituya un día y que la mayoría aproveche la oportunidad para recordarlo y expresarse.

Entonces sería bueno también recordar cosas vinculadas con este día. Quizás contar anécdotas de cuando se tenían pocos años.
Llegaron los primeros recuerdos a mi mente, historias de muy temprana edad.  Yo era consciente, no solo porque lo sentía en la piel, sino también porque veía la frustración y la carga que expresaba mi madre, el arduo trabajo que significaba lavarme el pelo cada semana.  Tenía mucho cabello y muy largo y además era muy dramática (y sigo siéndolo) y me dolían mucho los jalones que había que darme.  La cuestión con este momento era todo el escenario envuelto: cada sábado después de arreglar la casa, mi madre me sentaba en una sillita en el patio, cerca de la manguera, me dividía en dos largas colas el pelo y empezaba la faena, con pausas para ir a mover los calderos de la comida.  Era toda una aventura, porque implicaba pasarme la mañana echándome agua como si de un día de piscina se tratara.  La peor parte era desenredar todos esos ¨moños¨, que aunque en ese momento eran más manejables no dejaba de ser complicado.

Y si la labor regular de mantener el pelo limpio era toda una aventura, ¡ya se imaginarán lo que significa retornar de la playa un domingo en la noche y resolver ese asunto para estar impecable el lunes en la mañana! 

Recordar es disfrutar muchas veces los momentos vividos, sobre todo si están cargados de humor.  Ese recuerdo fue la chispa para traer al escenario otros que se van perdiendo, como el hecho mismo de que cuando aún no había posibilidad de estar en una escuela formal debido a la temprana edad, sobre todo para una muchachita demasiado despierta e inquieta, hubo que inscribirme en una pequeña escuelita que quedaba justo al lado de un negocio de carbón y que tal y como puede resultar evidente, conversadora al fin, mis clases terminaban sentada en mi sillita (la que cada día llevaba a la escuelita) al lado de los depósitos de carbón, conversando con las personas encargadas y cambiando la tonalidad de mi blanca ropa por otra un poco más saturada de negro.   Ahora nos causa risa pero en su momento era motivo de dolores de cabeza.
Si estaba convencida de que debo expresar todo mi amor y agradecimiento cada día a mi madre, al recordar esta travesura valido que no ha sido suficiente y que la carga conmigo no era tan liviana como yo pensaba: debo ocuparme de agradarla un poquito más porque evidentemente me he quedado corta. 
Hay que sumar otras flores al próximo regalo, no importa que parezca comercial. 


Otra cosa de la que me convencí es de que momentos compartidos recordando eventos como éste traerá risas y renovará en ella las emociones vividas con su niña que ya no es tan  niña.


EN QUE HISTORIA VIVIRIAS


Me pareció genial una publicación que leí en el muro de Instagram de Cuesta Centro del Libro (@cuestalibros). Los comentarios de las publicaciones en estos espacios sociales siempre son la parte más divertida, aunque por supuesto siempre aparecen personas con opiniones realmente odiosas, fuera de lugar y de contexto, inclusive en el muro de una institución como ésta, pero en sentido general las opiniones fueron muy buenas.


Y en principio me quedé pensando sobre cuál sería mi lugar ideal a partir de los libros leídos pero divagando en esos pensamientos me llené de sorpresa al constatar de manera tangible, siendo algo abstracto, que siempre mencionamos el mundo de aventuras y lugares que nos presenta la lectura y en este ejercicio mental eso quedaba perfectamente resaltado.
La variedad de lugares visitados a través de la lectura nos da la oportunidad de seleccionar también diferentes épocas.

Sin dudas Londres, no importa la época, ha creado expectativas de vida con un amplio número de lecturas que ha dejado enganchada a muchas personas.  Fueron muchos los que mencionaron a Harry Potter, el Castillo de Hogwarts, el Callejón Diagón, como los lugares en los que les gustaría vivir o recorrer, pero por supuesto no es solo el lugar, es la fantasía, la posibilidad de la magia. Y sucede en este punto algo muy interesante, Hogwarts es un portal al pasado a través de formas, creatividad, imaginación pero con elementos de la actualidad, una simbiosis que hace más atractivo el escenario.

Y siguiendo con la fantasía, ¿Qué tal sería vivir junto a Alicia en el País de las Maravillas? O como mencionó alguien en uno de los comentarios, ir de planeta en planeta como lo hizo El Principito, quizás darle la vuelta al mundo en 80 días.  No debe faltar quienes prefieren las aventuras, podría ser dentro de un submarino de acuerdo a la propuesta de Julio Verne, en un campamento de guerreros Romanos junto a Escipión; caminando o compartiendo la mesa con Jesús en Galilea o Jerusalem, o algún lugar en el espacio exterior, un planeta desconocido pero que guarde escondido mucho tecnología y diversidad. ¿Y que tal si su lugar soñado a partir de una lectura esté enmarcado en el futuro? Lo menciono pensando en el libro Lágrimas en la Lluvia de Rosa Montero, enmarcado en el año 2109, con la posibilidad de movilidad entre planetas pero con un número de limitaciones también.


El Macondo  que nos detalló Gabriel García Márquez; Alacante, la Ciudad de Cristal de Los Cazadores de Sombra; la Comarca, Rivendell o la Tierra Media que nos relató JRR Tolkien en su saga de El Señor de Los Anillos, son espacios a considerar para soñar con una vida, quizás compartida con alguno de los personajes de estas novelas.  ¡Quizás algo más inhóspito aún como los reinados de los Juegos de Tronos!

Debo mencionar que me sorprendió mucho la selección de uno de los comentaristas de la publicación en donde decía que le gustaría vivir en el purgatorio de la Divina Comedia.
Si por el contrario su lectura predilecta anduvo por la línea de ¨Orgullo y Prejuicio¨ o quizás ¨Sentido y Sensibilidad¨, el mismo país en un período medieval sería su lugar favorito y de paso disfruta tanto de la vida adelantada de la ciudad de ese momento así como de su zona rural y me parece que la cuestión ahí sería más el estilo de vida que la localidad.

Y si por lecturas especiales elegimos lugares especiales, se mencionaron los molinos de viento de la región de La Mancha, la misma del Quijote.   Sigo pensando en aquellos que sienten la curiosidad de espacios como los que se ofrecen en Indonesia, en el marco de la novela REZA, COME, AMA.  No se puede quedar atrás la suntuosidad y el lujo del estilo de vida de Christian Grey, con el mismo personaje incluido, el cual resulta muy atrayente especialmente para muchas mujeres.
Las novelas de Dan Brown son de época actual, pero hacen un recorrido histórico por ciudades hermosas, tratando de encontrar respuestas y resolver misterios, todos elementos atractivos para pensar cómo sería vivir en esos espacios: historia, belleza, misterio, personajes.

Las posibilidades son tan infinitas como libros por leer. Yo al final de cuentas siempre termino pensando en La Toscana, algo que reconfirmé después de leer ¨La Casa del Viento¨, de Tatiana Hardie, un libro que me llevó a una región tanto en el pasado como en el presente, un lugar que he aprendido a amar desde hace algún tiempo, sin dejar a un lado la posibilidad de habitar algún castillo de la campiña francesa, muy cerca de Carcassone y tras los pasos de La Rosa.

Para todos los gustos habrán lugares. El corazón y la lectura te van indicando.  




¿Cual es tu superpoder?

El tema me surgió semanas atrás pero lo había pospuesto y ahora resulta que se puso de moda con el lanzamiento de la película Avengers, lo cual me ha resultado mejor, puesto que he podido escuchar sin tener que preguntar, cuales son los superhéroes preferidos por la gente.
Porque de ahí viene la duda que tenía guardada: 
¿Cuál superpoder elegiría si tuviera la oportunidad de recibirlo?

En algunas ocasiones, sobre todo en situaciones críticas de tránsito en República Dominicana he pesando que me gustaría teletransportarme: cerrar los ojos y pensar el lugar en donde quiero estar y aparecer ahí. Con o sin vehículo. El hecho era salir del tapón en las horas pico.
Quizás para evitar crisis de tapones debería también existir algunas otras formas de movilizarse, un portal, una alfombra mágica, una chimenea como en Harry Potter, alternativas de transporte instantáneo. Al hacer ese comentario una de mis amigas comentó, reflexionando en el tema, que a ella le gustaría tener la habilidad de flash: moverse rápidamente; eso podría ayudar con los desplazamientos. Volar también podría ser una opción y es un superpoder muy conocido y apreciado.
Y sin embargo, mientras hablábamos del tránsito y los tapones, otra de la personas ahí reunidas reaccionó y además evidenció que ella sería algo como HULK, con mucha fuerza y violenta, le estremecieron los tapones.

La invisibilidad puede resultar atractiva, pasar desapercibido, escuchar conversaciones sin ser visto, observar los escenarios, las reacciones, quizás resolver situaciones sin que la gente se de cuenta. ¿Travesuras? También son posibles.
¿Y qué tal aquel que cuando niño quería ser una hormiga? En su mundo imaginario entendía que esa podía ser la mejor manera de escapar, escapar sin ser notado, pequeñito y confundido entre las demás, todas parecidas, todas encaminadas en la misma ruta.
En principio solo he mencionado la posibilidad de un poder a la vez, pero hay personajes de historietas que reúnen varias cualidades a la vez, fuerza, olfato desarrollado, capacidad de autosanarse, huesos de titanio y agilidad, como Wolverine. Eso es lo que le gustaría a Ramón, un combo de posibilidades.

Sin embargo, he visto cómo podemos encontrar gente corriente, normal, que tiene habilidades que superan la fantasía y que además contribuyen a mejorar la calidad de vida de los demás. Me comentaron de un señor en México que tiene la posibilidad de sanar enfermedades terminales como el cáncer, solo con sus manos, como cuando se utiliza Reiki pero con mucha intensidad. Viendo el documental sobre este hombre es como le surgió a Wendy el deseo de poder sanar a las personas, liberarlas del dolor. Pienso que si ella le pone un poquito más de fuerza a ese deseo de su corazón lo puede conseguir, porque la luz que lleva dentro le otorga esa capacidad.

He tenido la oportunidad de conocer personas con un espíritu tan altruista que comparten lo que no tienen para ayudar a que los niños de su barrio puedan tener educación y valores. Entregada en cuerpo y alma, de manera literal, Esperanza ha conseguido que en su barrio, en la zona de Boca Chica, hayan otras opciones que no estén vinculadas al turismo que no tiene controles, a la prostitución, al hurto, creando un conglomerado de niños y jóvenes que desarrollan sus cualidades y capacidades en un ambiente de valores y que han llamado la atención de otras instituciones y organismos internacionales.
Eso es un superpoder.
También he visto personas entregadas con mucho amor y desde temprano frente al fuego de una cocina, preparando comida para alimentar a mucha gente.  El solo hecho de cocinar no le otorga mayor valor que la posibilidad de hacerlo desde la conciencia de saber que muchas personas podrían tener un día más de vida a causa de esa acción.

Las acciones que realizamos a partir de reconocer que podemos ayudar a alguien, aunque sea una sola persona, a levantarse, a encontrar un mejor camino.. y andarlo, son las que nos otorgan los más maravillosos superpoderes.
Y si desde el corazón y sin pensar que lo estamos haciendo, también tendemos la mano, acompañamos, damos una palabra de aliento, un mensaje mágico, una mirada de afecto, un hombro que sirva de sostén, un pedazo de pan, un abrigo, entonces se multiplica la fuerza poderosa que mueve el mundo.

Pensemos en esos superpoderes que tenemos a la mano, sintamos como crece en el pecho y sin mas demora construyamos mejores vidas, las nuestras y las de los que nos rodean.




MOMENTOS HISTORICOS

 "Los días históricos se ven normales cuando los vives desde dentro"    Albus Dumbledore. Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlo...